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Nacido en 1989 en la ciudad fria de Múrmansk, el último de los hermanos Korichnevvy, hijo de Maksimilian Korichnevvy, un padre sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial, quien ya a avanzada edad, despierta un trastorno psicológico a raíz de su experiencia en guerra y se transforma en una persona oscura que maltrataba a su esposa y a sus siete hijos.
Alekhandro siendo el menor y el más débil vio como su padre, borracho y enloquecido hacia con su madre un saco de box. Cansado de esto a sus 14 años y en un arranque de ira, asesina a su padre con sus propias manos.
Por lo cual debe huir de su ciudad natal en medio del caos posterior a la caída de la URSS. Fue adoptado por Vladímir Anatolyevich Tyurin, un temible criminal ruso, de quien aprendería a como ganarse la vida ilegalmente mientras alternaba su vida como conductor de taxi en la fría Moscú, allí sirviendo de vez en cuando como Vory para algunos gánster y banqueros.
Luego la desaparición de Tyurin, sigue su rastro hasta España donde se radica, sumergido en una vida de drogas, violencia y proxenetismo. Luego de muchos años viviendo en las costas del mediterráneo, viaja a los santos para buscar suerte tras el llamado de su amigo "Drako" para iniciar una nueva vida.
Es un hombre tranquilo, aunque perturbado, algo psicópata, disfruta más del torturar que del mismo asesinar. Es un hombre que no siente respeto por nadie, excepto por aquellos que con lealtad le paguen. No cree en el amor, resultado de sus recuerdos parentales.
De claros rasgos rusos, su acento ha disminuido tras vivir más de 18 años en la peninsula iberica.
Luego de conocer algunos amigos del ejercito rojo e intentar vincularse con el lado delictivo de la ciudad, no encuentra motivación alguna para continuar dentro de esta misma.
Es menospreciado
Su sentido dada al ser un miliciano, en búsqueda de acción y de experiencia en la ciudad, lo hace sentirse menospreciado por sus compatriotas rusos, por lo cual decide apostar por continuar dentro de la ciudad, pero rondando la zona de paleto, donde trabajo gran tiempo como taxista y evitando cualquier contacto con esta gente, de la cual no quiere recordar o ser vinculado.
SIN RASTRO
Al no tener mas alla que una conexión con sus recuerdos y no haber dejado antecedente judicial, nace en el un deseo de retomar las armas y como regresar a Rusia o a España no es una opción inicia a buscar espacio dentro de las organizaciones militares de la ciudad.