Historia Kendall Ross



  • En las calles bulliciosas de Los Santos, nació Kendall Ross. Criado en un barrio que estaba a medio camino entre el sueño americano y la pesadilla del crimen, Kendall creció con un deseo ardiente de marcar una diferencia en su comunidad. Desde joven, observaba a los valerosos policías patrullar las calles con la esperanza de unirse a ellos algún día.

    La juventud de Kendall no fue fácil. Crecer en un entorno difícil presentaba desafíos constantes. A menudo tentado por la vida criminal que lo rodeaba, Kendall se mantuvo firme. Se centró en su educación y desarrolló habilidades físicas y mentales. Participó activamente en programas comunitarios, guiando a sus amigos hacia el buen camino y convirtiéndose en un líder respetado.

    Después de graduarse de la escuela secundaria, Kendall se inscribió en la universidad para estudiar justicia penal. Durante su tiempo en la universidad, se destacó tanto en el aula como en el campo de atletismo. Participó en debates y actividades extracurriculares, acumulando experiencia y conocimientos que serían esenciales para su futura carrera en la policía. Se comprometió a estudiar diligentemente, preparándose para las futuras oposiciones.

    Con su licenciatura en mano, Kendall decidió dedicar un año a un entrenamiento intensivo. Se sometió a programas rigurosos de condición física y recibió entrenamiento en técnicas de combate y manejo de armas. Paralelamente, continuó sirviendo a su comunidad, liderando campañas contra la violencia y organizando programas educativos para jóvenes en riesgo.

    El día que Kendall había estado esperando finalmente llegó cuando las oposiciones al cuerpo de policía de Los Santos se abrieron. Con determinación y habilidades excepcionales, Kendall realizó las pruebas físicas y mentales, tratando de acceder a la academia de policía. Por desgracia, no fue esa vez en la que logró acceder a la academia, quedándose fuera de la misma por muy poco puntuaje.

    Días después, Kendall decidió buscar un trabajo a tiempo parcial mientras continuaba esperando su oprtunidad nuevamente para poder intentar acceder al cuerpo al que tantas ganas tenía de pertenecer.


Accede para responder