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NOMBRE COMPLETO: Jules Garret Kovalski
EDAD: 55
LUGAR DE NACIMIENTO: Wellsprings
NACIONALIDAD: Estadounidense.
SEXO: Masculino
HISTORIA:
En el tranquilo rincón de Wellsprings, en Inglaterra, nació Jules Garrett hace 55 años. Pero su historia no se quedó en su lugar de origen, ya que su vida se entrelazó con un destino lleno de giros inesperados. A la tierna edad de tres años, Jules fue parte de un viaje que lo llevó desde su país natal hacia el nuevo mundo. Se encontraba a bordo de un avión cargado de sacos de patatas y diversos tubérculos, una travesía que lo llevó hasta el pintoresco pueblo de Sandy Shores.
A primera vista, Sandy Shores parecía un refugio idílico: un pequeño pueblo con casas pintorescas y un aire de simplicidad. Sin embargo, bajo su superficie apacible latía una cautela latente. La comunidad era pequeña, pero la gente sabía que la confianza podía ser traicionera. Jules, habiendo perdido a sus padres a una edad temprana, aprendió rápidamente a no bajar la guardia en un mundo que podía volverse hostil en un abrir y cerrar de ojos.
La vida de Jules se movió con una velocidad vertiginosa, marcada por las dificultades y la adversidad. La pérdida de sus padres a una edad temprana lo dejó sin el cimiento emocional que muchos dan por sentado. Además, las limitaciones económicas hicieron que la educación formal fuera un sueño inalcanzable. Nunca caminó por los pasillos de un colegio, nunca conoció la rutina de los deberes ni los pasillos bulliciosos llenos de risas infantiles.
Ahora, en el pueblo de Sandy Shores, Jules luchaba por encontrar su lugar en el mundo. Aunque había establecido algunas amistades, se mantenía en guardia debido a su experiencia previa. Cauteloso pero esperanzado, construyó su refugio en una choza abandonada. Las paredes de madera crujiente y el techo irregular se convirtieron en su hogar, un rincón donde finalmente podía respirar libremente.
La vida de Jules tomó un giro inesperado cuando encontró una forma de sobrevivir en medio de la miseria. Convertirse en vendedor ambulante de frutas y verduras se convirtió en su medio de subsistencia. Recorría las calles polvorientas de Sandy Shores con una carreta llena de coloridas ofrendas naturales. Naranjas jugosas, manzanas brillantes y verduras frescas se convirtieron en su mercancía. Aunque cada venta era una lucha, cada sonrisa de agradecimiento iluminaba su día.
A pesar de los desafíos que la vida había arrojado en su camino, Jules encontró una especie de paz en Sandy Shores. El pueblo podía ser pequeño y sus habitantes reservados, pero las conexiones que había forjado eran genuinas. Su choza abandonada se convirtió en un lugar donde podía reflexionar sobre el pasado y mirar hacia el futuro con un atisbo de esperanza.