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NOMBRE COMPLETO: Lorenzo Mendoza.
ALIAS: Zeta.
SEXO: Hombre
EDAD: 23 años.
NACIONALIDAD: Mexicano-estadounidense.
APARIENCIA FÍSICA: Lorenzo es un hombre con apariencia bastante atlética, de estatura alta y un físico bastante definido. Se cuida bastante haciendo deporte, ademas su genética lo ayuda mucho. Fuma mucha “mota”, es por ello que lo verás normalmente con los ojos achinados y de un color rojizo.
DESCRIPCIÓN PERSONAL: Mendoza nació en Tijuana, México en 1998. Creció en una familia que estaba en la miseria, no tenían dinero. Por ello, había meses en los que llegaban a pasar mucha hambre. Estando así días incluso sin comer, teniendo que rebuscar entre la basura algún resto de comida. Sus padres no tenían la valentía de entrar en el mundo criminal, preferían pasarlo mal, antes que robar a otra gente. En cambio, Lorenzo era una persona muy joven, y sus pensamientos eran completamente distintos a los de su familia. Haría lo que fuese para que sus padres y él no pasasen nunca hambre, ni les faltase de nada. Es por esto, que a sus 11 años empezó a robar a turistas en la ciudad de México, dando tirones a cadenas que colgaban dichos turistas, también robaba bolsos y mochilas, aprovechándose de su rapidez a la hora de correr al ser tan joven.
La sangre corría en sus venas, aparte de robar, y después vender los objetos robados para ganar dinero, comenzó a darse cuenta de que no era suficiente con eso. Le gustaba lo que hacía, se sentía alguien importante, en su cabeza todo era perfecto, pero realmente no se dió cuenta que seguía siendo uno más de aquellos críos que rondaban las calles. Lorenzo cada vez traía más dinero a casa, lo cubría con la excusa de que había conseguido trabajo en una tienda, pero era todo una tapadera. Sus padres creían que tenían un hijo ejemplar, no llegó a estudiar, pero a los 12 años pensaban que ya trabajaba para alguien, tenía futuro según ellos.
Un día más, volvió a la plaza donde hacía aquellos famosos “tirones”. La policía en aquella época pasaba mucho del tema, ya que sabían que eran unos críos, aparte, muchos de ellos eran corruptos, y no querían meterse en asuntos ajenos. En cambio, había una brigada dentro de aquel cuartel, se dedicaba a atrapar a cualquier criminal día y noche, la edad no era un impedimento, si cometías algún crimen, ya fuese leve o grave, tratarían de atraparte. Y así fue, debido al aumento de dichos “tirones”, tendieron una trampa a aquellos niños, dando a entender así que iban a por ellos. Había varios secretas con ropa algo extravagante, aparentando así que no eran de México. Colgaban cadenas de oro y relojes plateados, sabiendo que iban a tratar de robarles en cualquier momento. Paseaban como si nada por la plaza, Lorenzo vió a uno de ellos y se le saltaron los ojos. Era perfecto, cogería su cadena, dejando el reloj a un lado, ya que era más difícil quitárselo.
Se acercó disimuladamente a este, cuando estaba cerca, estiró su diestra y le arrancó la cadena al secreta. Echó a correr pero dicho policía estaba entrenado, corría casi igual que un atleta profesional. Mendoza no duró más de 10 segundos hasta que lo atraparon, esposaron y lo llevaron al calabozo. Llamaron a sus padres contándoles lo sucedido. Al parecer, los del cuartel sabían que no era su primera vez, llevaba mucho tiempo dedicándose a esto. Su familia no podía creerlo, se estaban alimentando y mantenían su apartamento con dinero robado de otras personas, algo inmoral para ellos. Aparte, se dieron cuenta que su hijo era un mentiroso compulsivo. Es por esto, que rechazaron a Lorenzo, echándolo de casa a sus 13 años.
Su vida dió un cambio muy drástico, pasó de robar cadenas, a robar tiendas con arma blanca. Se hizo con suficiente dinero como para comprar un arma y algo de munición, se sentía mucho más cómodo robando de esa manera, ya que sabía que en alguna otra tienda tenían armas por si los atracaban. Al cabo de unos años, en las calles “Zeta” era bastante conocido, pero nadie sabía donde se ubicaba, ya que no tenía una casa fija, ni un apartamento. Vivía en la calle, dormía en zonas abandonadas, donde nadie lo podía encontrar. Uno de sus contactos, el mismo que le vendió la pistola, era en quien más confiaba Lorenzo.
Este, un día le propuso algo que no pudo rechazar, viajar a Washington con un pasaporte falso para allí ayudar a unos amigos del contacto. “¿Ayudar en qué?” dijo Mendoza. Iba a ser algo distinto a lo que hizo hasta el momento. Movería droga en pequeñas cantidades, si ganaba el respeto de estos, comenzaría a mover armas, junto a más cantidad de droga. Si todo iba bien, llegaría a ser alguien importante dentro de dicha banda, extorsionando así a gente, incluso haría de sicario cuando se lo pidieran. Ganaría muchísimo dinero, y el trabajo no era nada difícil para él. Aceptó el trato, y así fue, a sus 16 años se movió a Washington. Allí empezó a hacer todo lo que le pedían, ganando así la confianza de sus “homies”.
A sus 18 años, movía kilos de cocaína cada semana, pero no todo salía siempre como esperaba. En una de las compras asaltaron a Lorenzo y a unos cuantos de sus “homies” cuando llevaban mercancía en una de sus furgonetas. Al parecer, alguien los traicionó y sapeó al bando contrario. Aquello parecía Iraq, se escuchaban disparos por todas partes, un par de su banda murieron en el tiroteo. Lorenzo mató por primera vez a alguien, exactamente a tres de ellos. En medio de dicha balacera, vió una salida factible. Gritó a sus “homies” llamándolos para que se montaran en la parte trasera de la furgoneta, cogió el volante, y aceleró escapando con toda la droga que transportaban. Después de esto, se convirtió en la mano derecha de dicha banda.
Tenía mucha gente que trabajaba para ellos. En una de las ventas, Lorenzo conoció a Elizabeth. Al parecer era de una banda que tenía bastante confianza con la suya. “Zeta” se percató de ella. Físicamente “Lizy”, llamaba mucho la atención. Bueno, para que mentirnos, era un pivón y su personalidad era algo contundente pero a la vez bastante amigable. Ambos congeniaron y se dieron una oportunidad para conocerse mejor. Quien diría que al cabo de un tiempo, ambos terminarían siendo una pareja estable. Lo que Mendoza no sabía, era que las cosas se iban a complicar. Al parecer, la misma banda que pertenecía Elizabeth, mató a su madre delante suya, debido a esto, “Lizy” habló con total confianza sobre lo que quería hacer con su líder con Lorenzo. Ella quería vengarse, por mucho que “Zeta” le quisiera ayudar, quería ser ella quien apretase el gatillo. Lorenzo únicamente debía de conseguir un pasaporte falso para sacarla de la ciudad cuando todo ocurriese, para evitar que la matarán. Y así fue, Mendoza consiguió dicho pasaporte, nada más conseguirlo, llamó a Elizabeth para comentárselo. Sin dudarlo un segundo, “Lizy” fue directamente a donde su líder, matando a este a sangre fría con un disparo entre ceja y ceja. Lorenzo iba a esperarla en el aeropuerto con el billete y el pasaporte falso, para que huyera de Washington lo antes posible. Elizabeth cogió lo necesario, lo metió en una mochila y llegó al aeropuerto donde lo esperaba Mendoza. Ella se marcharía a Los Santos, separándose así de su pareja, Lorenzo… O eso creía ella. Lo que no sabía es que no había únicamente un billete ni un pasaporte, si no que eran dos.
Lorenzo no la iba a dejar sola, “Lizy”era demasiado importante para él. A sus 21 años, comenzó una nueva vida junto a ella en Los Santos, no muy diferente a la anterior, ya que no tardó mucho en meterse en el mundo criminal nuevamente.
DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA: Zeta es una persona bastante peculiar, existen dos tipos de personalidades en él. La primera, una persona capaz de entablar una conversación con alguien, aparentando ser amigable, una persona en la que puedas confiar. La otra, tiende a ser mucho más fría, siendo este capaz de matar sin tapujos a cualquiera que se le ponga delante, torturarlo, sacarle información incluso con una sonrisa en su rostro dependiendo de la persona.