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En los años 80, Los Santos era una ciudad tranquila y próspera en la costa oeste de los Estados Unidos. Sin embargo, a medida que la economía de la ciudad comenzó a declinar, muchas personas de bajos recursos comenzaron a establecerse en los barrios más pobres de la ciudad. En este contexto, una pandilla latina comenzó a tomar forma.
La pandilla se llamaba "Los Camorra" y estaba formada principalmente por jóvenes latinos que habían nacido y crecido en Los Santos. La mayoría de ellos eran hijos de inmigrantes que habían llegado a la ciudad en busca de una vida mejor. Muchos de estos jóvenes habían crecido en barrios empobrecidos y tenían muy pocas oportunidades.
Los Camorra comenzaron como un grupo de amigos que se protegían mutuamente en el barrio. A medida que el grupo creció, comenzaron a involucrarse en pequeños delitos como robos menores y vandalismo. Pero pronto se dieron cuenta de que podían ganar más dinero vendiendo drogas.
La pandilla comenzó a traficar con drogas en los barrios más pobres de Los Santos. Su negocio floreció rápidamente y se extendió a otros barrios de la ciudad. La pandilla se convirtió en una fuerza a tener en cuenta en el mundo de la delincuencia de Los Santos.
Con el tiempo, Los Camorra comenzaron a tener problemas con otras pandillas que también estaban involucradas en el tráfico de drogas. La violencia aumentó y Los Camorra se encontraron en medio de una guerra de pandillas. Fue entonces cuando su líder, un joven llamado Luis, decidió que era hora de que Los Camorra se unieran y formaran una organización más estructurada.
Se creó un sistema jerárquico dentro de Los Camorra, cada miembro de la pandilla tenía una función específica y las órdenes eran claras y precisas. Con este nuevo sistema, Los Camorra comenzaron a expandirse por toda la ciudad de Los Santos.
A medida que la pandilla se hacía más grande, también se volvía más peligrosa. Los Camorra se involucraron en grandes operaciones de tráfico de drogas y comenzaron a tener fuertes lazos con otros grupos criminales en la ciudad. A pesar de la creciente atención de la policía, la pandilla logró mantenerse a flote gracias a su organización y lealtad mutua.
Hoy en día y a pesar de la creciente presión policial y la competencia de otras pandillas, Los Camorra siguen siendo una fuerza a tener en cuenta en la ciudad. Aunque su origen puede haber sido humilde, su determinación y astucia los han llevado a ser una de las pandillas grandes en Los Santos.
Lealtad: La lealtad es fundamental en una pandilla latina. Los miembros deben ser leales entre sí y ante todo a su líder.
Respeto: Los miembros deben respetar a los demás miembros de la pandilla, así como a su líder. El respeto también se extiende a las personas mayores y a las mujeres.
Secreto: Los miembros deben mantener en secreto todo lo relacionado con la pandilla, incluyendo sus actividades ilegales y sus miembros. Nunca se debe hablar de la pandilla con personas externas a la organización.
Disciplina: Los miembros deben cumplir con todas las reglas y órdenes que se les den, y deben ser disciplinados si no lo hacen.
Venganza: Si un miembro de la pandilla es herido o asesinado por una persona ajena a la pandilla, los demás miembros deben tomar venganza.
Protección: Los miembros deben proteger a su familia, amigos y comunidad, así como a los intereses de la pandilla.
No cooperar con la policía: Los miembros nunca deben cooperar con la policía o las autoridades. Si son capturados, deben permanecer en silencio y no delatar a otros miembros de la pandilla.
Respeto por los territorios: Las pandillas latinas tienen territorios específicos que consideran como propios. Los miembros deben respetar los límites de estos territorios y no invadir el territorio de otras pandillas.
No traición: La traición es vista como un acto muy grave dentro de una pandilla latina. Si un miembro es sorprendido traicionando a la pandilla, puede ser castigado e incluso expulsado de la organización.
Participación en actividades ilegales: Muchas pandillas latinas están involucradas en actividades ilegales como el tráfico de drogas y armas, el robo, y la extorsión. Los miembros deben participar activamente en estas actividades para contribuir al éxito de la pandilla.
LIDER: Es el líder de una facción de la pandilla, responsable de dirigir las operaciones criminales y supervisar a los miembros de su equipo.
SUB LIDER: Es el consejero y asesor del jefe de la pandilla, y actúa como intermediario entre los capos.
ORIGINAL: Es el segundo al mando de una facción de la pandilla, y asume las responsabilidades del líder en su ausencia.
SICARIO: Es un miembro experimentado de la pandilla, lo caracteriza la sangre fría a la hora de cometer crímenes.
ROTTWEILER: Son los miembros de la pandilla mas agresivos, dispuestos a dejar su vida para ayudar a sus amigos.
GATILLERO: Es un miembro de la pandilla que ha sido iniciado en el grupo y está dispuesto a cometer actos criminales en beneficio de la organización.
PANDILLERO: Es un miembro no iniciado de la pandilla que está al servicio del grupo, pero aún no ha alcanzado el rango de gatillero.