Dembe Mufasa



  • Dembe Mufasa.

    Edad: 04/08/1998
    Nacionalidad: Estados Unidos y Etiopia

    Dembe vive en los EEUU, por parte de madre estadounidense y padre etíope, es una persona la cual se ha criado en los barrios mas humildes de las grandes ciudades norte-americanas; sin pena ni gloria ha pasado por muchos lugares buscando la oportunidad de encontrar su lugar ideal donde establecerse de una vez por todas. Desde bien pequeñito, era una persona grande y corpulenta, la cual intimidaba a los individuos, pero no a los grupos. Su comportamiento presumía de tranquilidad y saber estar, fuese donde fuese, pero eso no hizo que no se fijaran en aquel niño. Fue victima de acoso, racismo y bullying por parte de la gran mayoría de los compañeros de instituto mayores que él. Se cebaron con el de muchas maneras, pero nunca quiso reaccionar de manera agresiva, había algo dentro de el que se lo impedía.

    Con la edad de 14 años, Dembe tenia muy buenas cualidades como estudiante, pero a su vez, la situación que tenia en casa no le ayudaba en ese sentido, sus padres siempre se chillaban, insultaban e incluso han llegado a pegarse en su presencia. Era algo que nunca pudo entender, el porque de toda esta negatividad, por supuesto, a Dembe también le tocaba pagar por los platos rotos, pues cuando su padre llegaba borracho a casa, siempre se reía del carácter de su hijo único, ya que era una persona demasiado calmada y estaba al corriente de la situación que pasaba en el colegio. Pero en vez de apoyar a su hijo, se dedicaba a maltratarlo psicológicamente, ya que físicamente no se veía capaz debido a la gran corpulencia de su vástago. Dia tras día, el niño tenia que escuchar cosas realmente horribles, tanto en la secundaria, como en su propio hogar.

    Cuando ya cumplió los 17, seguía manteniendo ese carácter tan bondadoso que le caracterizaba, hasta que llegó un día en que la vida le hizo cambiar. Mientras caminaba por la ciudad de vuelta a su domicilio, vió en un callejón a un grupo bastante abundante de gente, lo que le llamó la atención categóricamente. Fue entonces cuando vió a un grupo morados de tez negra, estaban acorralando a alguien, pero no llegaba a verlo por lo lejos que estaba y la multitud de gente que había. De golpe, le paso un hombre por al lado, su sola presencia estremeció a Dembe quien se quedo inmóvil sin ni siquiera respirar. El hombre paso de largo y fue directo donde se reunía ese grupo de personas, los cuales al ver que se acercaba dicho individuo, le hicieron una especie de pasillo para llegar donde estaba aquel pobre chico, el cual le estaban metiendo una paliza. En ese preciso instante, pudo ver a ese chico, apenas se le podía reconocer por la cara inflada de recibir golpes, pero sin duda alguna era uno de los acosadores de Dembe, y gracias a eso pudo reconocerlo con facilidad. Insto a salir corriendo hacia el grupo de morados que había, y les pidió que pararan de hacerle daño, que no se merecía todo eso. Todos los morados lo ignoraron, excepto aquel hombre que llego solo pasando por el lado de Dembe. Nunca olvidara esos ojos que parecían que no tuvieran alma, esa mirada penetrante la cual haría estremecer al mas duro de los seres humanos. Aquel el hombre se le acercó para susurrarle al oído "Quid pro quo" y acto seguido se giro hacia aquel pobre chaval que aun seguía recibiendo golpe tras golpe. Lo agarró de los hombros para sacarlo de ahí en medio y lo empujó hacia donde estaba Dembe, fue entonces cuando vio lo que le habían hecho al pobre adolescente que se encontraba en aquel marrón. De alguna manera no sintió ni pena ni rabia, lo miraba de manera indiferente. En aquel momento, un hombre salió de entre el grupo y le explicó el porque de toda esta situación. Ese chaval blanco, pertenecía a un grupo organizado de racistas que se dedicaba a perseguir a los negros en sus ratos libres, denigrando a cualquiera que se encontraran a su paso, lo tenían en el punto de mira desde hace mucho tiempo. Entonces Dembe se quedó sin palabras, el pensaba que simplemente la tenían tomada con el por ser quien era, por ser como era. . . aun así, cogió al joven y lo empujó hacia la salida de dicho callejón para que pudiese escapar. Varios de los morados fueron tras Dembe, pero en ese momento, aquel hombre de mirada tenebrosa, con un solo gesto hizo que se parase el resto de los muchachos, para dirigirse personalmente hacia el pobre Dembe. Pensaba que ese era su final, no sabia como reaccionar, intentaba mantener la compostura porque si la pierdes delante de esa gente, lo pierdes todo. Y eso hizo, mantuvo la compostura en todo momento, pero cuando se le acerco aquel tipo, tan alto y corpulento como el. le dijo "Un negro salvando a un blanco? Al menos espero que te paguen bien" y pasó de largo de él. Debido a eso, Dembe le gritó para llamarle la atención, pero hacia caso omiso de sus señales, hasta que dijo que se quería encargar personalmente de joder a ese capullo racista. El hombre que se iba de la zona, quien parecía de alguna manera ser el líder de esos tipos, se fijo en Dembe y vio algo en el que nunca nadie vio jamás en el, muchísimo odio.

    Desde entonces Dembe empezó a trabajar con esa gente y ya no pasaba por su casa, ya que aparte de cumplir con su trabajo inicial, empezó a encariñarse con ese grupo de gente, no sabia lo que era tener un grupo con el que pasar el rato y reirse, nunca lo tubo antes. . . pasó a ser miembro de esa banda de Illinois, caracterizado por su frialdad y vocación por la causa.

    Poco duraron esos días, pues al cabo de unos pocos años, la banda fue interceptada en una gran operación por parte del cuerpo policial IPD, fue una maniobra a gran escala, acabó con muertos y detenidos. Pero Dembe logró zafarse de ahí gracias al susodicho, jefe de la banda, quien se sacrificó para que escapará Dembe, ya que de alguna manera, apadrino a ese chico en la banda. Entonces, sin dudarlo dos veces Dembe se precipito hacia su exitosa huída.

    Con el tiempo, Dembe intentó volver a su vida normal, a recuperar esos años de instituto perdidos, pero ya nada volvería a ser lo mismo. Todo el instituto sabia con quien se movía, pues se hizo de notar cuando era miembro de aquella banda. Tampoco el mostraba el mismo interés hacia la educación, llegó a entenderlo como una perdida de tiempo.

    Un día al llegar a su casa, solo estaba su madre, quien hizo caso omiso a Dembe como de costumbre. Se encerraba en su cuarto escuchando el rap de el "hood" de aquellas épocas hasta quedarse dormido. Pero aquel día no iba a dormir como siempre lo había hecho.

    Llegó el padre muy borracho después del trabajo, a unas altas horas de la noche. Iba tan borracho, que se dedicaba a dar golpes por la casa sin ton ni son. Dembe, asustado por si estaba pasando algo, salió rápido hacia la cocina donde se encontraba su padre pegándole al horno. Al ver en el estado en el que se encontraba su progenitor, le dedicó tal mirada de desprecio que el padre no pudo ignorarlo. El padre se acercó por la espalda de Dembe rápidamente, con intenciones obvias de golpearlo, y en aquel entonces se giró velozmente para encajar un golpe directo en la cabeza de su padre quien cayó desplomado al suelo. Se agachó rápidamente para comprobar en estado de las heridas de su padre, para comprobar que no respiraba, ese hombre había perdido el aliento. Fue entonces cuando apareció la madre quien se dirigió donde estaba el padre, y al comprobar también que no respiraba, empezó a llorar y acusar a Dembe de asesinato, porque realmente había matado a su padre de un zurdazo. Dembe se fue fugazmente hacia su habitación, cogió una mochila con las cuatro cosas que podía llevar y se fue rápidamente por la puerta de casa.

    En aquel preciso momento, la vida de Dembe Mufasa iba a cambiar para siempre, pues aparte de haber asesinado a su padre, estaba en búsqueda y captura en el estado de Illinois, lo que causó que escapara de aquel estado norte-americano mediante el coche de su madre. Es entonces cuando Dembe llega por primera vez a la ciudad de Los Santos, sin saber lo que le deparará el futuro. . . pero una cosa tenia clara, su objetivo era llegar a ser alguien importante en la ciudad, por si llega el día en el cual tenga que encontrarse con su antiguo jefe, y demostrarle que al salvar a él, salvó los valores de su banda.


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