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Nací el 14 d Mayo de 1987 en Los Ángeles, EE.UU, tengo 33 años. Crecí en un hogar bastante inestable ya que mi madre era una drogadicta y mi padre desapareció al nacer yo. Cuando era tan solo un bebé mi madre no cuidaba mucho de mi y al poco tiempo me separaron de ella y me mandaron a un lugar de acogida. Con los años me fui integrando a la familia que tuve, pero nunca me prestaron mucha atención ya que me pasaba el día destrozando o estando alguna que otra vez en comisaria por resistencia a la autoridad. Con las veces que estuve allí entable amistad con un agente del departamento que se preocupo de mi todo lo que no puedo describir, eso paso en el 2004. Pasado unos meses después de conocerle, pasó un altercado en un barrio peligroso donde de pronto aparecieron 4 furgones blindados que por lo que leí era el SWAT. Me quede de espectador al ver que pasaba y entonces lo vi, el agente que entable una amistad era uno de ellos. Cuando cumplí los 16 ya había redirigido mi vida a una más tranquila y con ganas de aprendizaje, entonces me alisté a la Academia de Policía, donde mi objetivo era entrar en un equipo del SWAT o al menos pertenecer a la división. Conseguí graduarme con una de las notas más altas de la Academia, fueron pasando los meses y mi interés no descendía. Pasados 3 meses empecé a decaer ya que no conseguía ascender en el cuerpo para poder presentarme en las pruebas del SWAT. Entonces ocurrió, un operativo de alto nivel, saltándome todas las cadenas de mando, empecé a ordenar y distribuir agentes, ese día gané una medalla de Juicio y ética. Todo cambio desde entonces, me ascendieron a Oficial III y pudiendo acceder a la división que tanto deseaba. Destaque en muchos operativos del SWAT con una eficiencia del 80%, entonces mi superior se jubiló, dejando un vacío que nadie podía llenar. Toda la división estaba con los ánimos por el suelo, por el miedo que había al no saber quién sería su sustituto. Pasó una semana nadie sabia el quien seria en nuevo líder de la división, entonces se escuchó por megafonía que todos los miembros del SWAT debían presentarse ante el Capitán III para informales del nuevo Líder. Nos sorprendió a todos y es que nombraron a mi persona como el líder de la división entera y más joven que hubiera tenido el departamento. Con el apoyo de todos mis compañeros, conseguimos salir adelante, mejorar nuestro tiempo de respuesta y nuestras estadísticas de éxito en las misiones. Pasó el tiempo y todo fue a mejor.
Soy una persona con una complexión física atlética, mido 1,76 y peso 92 kilos, tengo un carácter fuerte y dependiendo de la situación agresivo. Soy amigable y me adapto a cualquier situación, tengo tendencias a querer resultados inmediatos, pero eso poco a poco va cambiando. A veces tomo riesgos para tener resultados exitosos. Soy bastante extrovertido y muy leal a compañeros y siempre va con la verdad delante.
Dia de escolta de la SWAT para el Capitan de la Comisaria. 25/05/20
Puertas abiertas de la Division Metropolitana