Beltrán Toscano



  • NOMBRE COMPLETO: Beltrán Toscano

    EDAD: 33

    LUGAR DE NACIMIENTO: Algún pueblo montañoso de Seattle (Estados Unidos)

    NACIONALIDAD: Estadounidense

    SEXO: Hombre.

    PADRES: Rodrigo Toscano, un duro comisario de Seattle. Margarett Toscano, una amable profesora de filosofía del instituto de la misma ciudad.

    APARIENCIA FÍSICA: Mide 1,87cm, con ojos grises profundos. Su pelo es de un color rubio pajizo. Está tonificado y se mantiene en forma gracias al ejercicio diario. Destaca una cicatriz que le parte la ceja y llega hasta el pómulo, fruto de una pelea durante su juventud.

    PERSONALIDAD: Leal y perseverante, mantiene un código de ética y moral basado en el filosofo Kant "actúa como te gustaría que actuase todo el mundo", gracias a las enseñanzas de su madre.

    INFANCIA: Dura. El comisario Toscano poco o nada sabia diferenciar entre un niño y un recluta, por lo que en la infancia del joven Beltrán se mezcló la vida castrense y unos severos estudios que mayoritariamente, eran impartidos por su madre, de una personalidad mas afable.

    JUVENTUD: La pubertad se materializó con la rebeldía típica de la edad. Crestas de colores, chupas con remaches, y cadenas por todos lados se convirtieron en el santo y seña de Beltrán. Abandonando su casa, se mezcló entre la escena punk y okupa de la ciudad de Seattle, que por entonces estaba invadida por la heroína. Una banda motera salvó a Beltrán de acabar enganchado en una aguja con 16 años, y haciéndolo hijo suyo, le dieron un nuevo rumbo a seguir.

    Con los años, Beltrán acabó dirigiendo el capitulo de The Lost en el sur España, hogar de su ya casi retirado padre. Allí fue donde entabló relaciones con cuerpos paramilitares, bandas de narcotraficantes, otros clubs moteros e incluso mafias extranjeras, como la rusa y la japonesa.

    La visión romántica de la carretera se fue desvaneciendo poco a poco, a medida que las atrocidades se fueron volviendo mas frecuentes y/o atroces.

    ACTUALIDAD: Tras cortar los lazos con su club y borrase los tatuajes, volvió a su ciudad natal, donde un padre achacado al cáncer y una familia rota le esperaba. Los años habían pasado y a pesar de tener dinero, había conseguido pocas cosas, y perdido otras muchas. Su matrimonio también fue un fracaso y tras el proceso de divorcio, Beltrán se ocupa de su hijo, Atila, lo mejor que puede.

    Se gana la vida de forma legal, principalmente en la seguridad privada, pero también da clases particulares de Historia y Geografía en una academia para niños y adolescentes.

    EDUCACIÓN: Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Carrera de Historia, Master en Arqueología.


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