Susi Costa



  • Una noche fría de otoño de 1996, justamente la noche del 16 de octubre, en un pueblo italiano llamado Umbertide, nació una niña cuyo nombre sería Susi Costa. Para conocer cómo comenzó la historia de esta pequeña, debemos retroceder unos meses en el tiempo.

    Ella fue fruto del amor entre Covadonga y Alessandro, una pareja formada por dos jóvenes residentes en Italia. Covadonga era una mujer nigeriana que por motivos de trabajo decidió mudarse a Umbertide, donde conoció a Alessandro, un joven italiano que trabajaba como recepcionista en el hostal donde se vieron por primera vez. Es cierto que el amor de la pareja fue de corta duración, acabó a los pocos meses cuando Alessandro descubrió que iba a ser padre, ya que Covadonga se había quedado embarazada. Él se negaba a tener un bebé, pensaba que era demasiado joven para hacerse cargo de un hijo, por lo que abandonó a su novia, dejándola sola y embarazada con tan solo 18 años. Ella entró en un estado de ansiedad y depresión, pensaba que no sería capaz de salir adelante sola con su bebé e intentó abortar más de una vez, pero ninguno de los intentos dio buenos resultados. Pasaron siete meses y llegó el día, la noche en la que nació su pequeña. Cuando Covadonga cogió en brazos por primera vez a su bebé se dio cuenta de lo que era realmente la felicidad, ese fue el mejor día de su vida. Sin embargo, ella era una simple campesina del pueblo y no disponía de los recursos suficientes para cuidar de la niña, por lo que se vio obligada a tomar una terrible decisión... Envolvió a la niña con una manta de terciopelo y la metió en una cestita de mimbre color beige. Se dirigió al río Tiber, el cual pasaba muy cerca del pueblo y, allí dejó la cesta, dejando que la corriente de agua del río se la llevara. En ese momento fue cuando Covadonga vio a su niña por última vez.

    La cesta de mimbre navegó por el río durante horas hasta llegar a otro pueblo llamado Trestina, donde se quedó atrapada entre unas rocas. Fue en ese momento cuando ocurrió un milagro, Florentino, un leñador de 37 años escuchó el llanto de un bebé que provenía de la zona rocosa del río. Allí se dirigió el hombre y encontró a la pequeña, no dudó ni un segundo en llevarla a su cabaña donde le dio un baño de agua caliente y un biberón con leche. Lo único que existía en la cabeza de Florentino en ese momento era encargarse de cuidar a la niña abandonada, a la que decidió llamar Susi Costa. Aquí es donde empieza la verdadera historia de la pequeña.

    Con el paso del tiempo, Florentino y Susi se hicieron inseparables, ella a él le quería como si fuera su verdadero padre, siempre estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ella y la cuidaba un montón, aunque ella siempre echó en falta sentir el amor de una madre. Por otro lado, la llegada de Susi hizo a Florentino sentirse el hombre más afortunado del mundo, ya que él se sentía muy solo desde que falleció su mujer 4 años atrás, pero todo cambió cuando apareció su pequeña.

    Cuando Susi cumplió 6 años empezó a asistir al único colegio que existía en Trestina, el pueblo en el que vivían. Esos primeros años de colegio fueron muy felices para ella, se relacionaba con muchos otros niños, tenía una gran cantidad de amigos y además obtenía siempre buenas calificaciones. Disfrutó de muy buenos momentos en aquel colegio, sobre todo nunca olvidará aquellos descansos en los que siempre iba corriendo a saludar a su mejor amiga Chanel, que fue la chica que conoció el primer día de clase. Por desgracia, todo esto cambió poco tiempo después, exactamente en sexto curso. Susi ya tenía doce años y era más consciente de ciertas cosas, como que fue abandonada por su madre en una cesta y nunca tuvo la oportunidad de conocerla y, probablemente no la tendrá jamás. Ella siempre echó en falta tener una madre o al menos saber lo que se sentía; esto fue una de las cosas que la llevó a sufrir un desequilibrio emocional. Pensaba que era una niña rara por tener únicamente un padre que, además, no era su padre de verdad. Fue aquí donde comenzaron sus inseguridades y su baja autoestima. Los niños puedes ser muy crueles y así demostraron ser, se metían con Susi por ser "rara", de repente se volvió una chica muy tímida y con problemas de comunicación con sus compañeros. Además, a todo esto hay que sumarle que Chanel se mudó a otro país el curso anterior y ya no contaba con ella, perdió el gran apoyo que tenía en el colegio.

    Una vez finalizada la etapa del colegio, comenzó a asistir a clase en el Instituto más cercano, estaba en Città di Castello, otro pueblo muy cercano al suyo. Las cosas no cambiaron durante los tres primeros años de instituto, incluso empeoraron un poco. Susi utilizaba como medio de transporte para ir a clase el autobús público junto a todos los estudiantes de su pueblo. Todo era igual día tras día y ella no se sentía mejor, le gastaban todo tipo de bromas pesadas en ese autobús, al llegar a clase se sentía observada, todos la miraban como si fuera una chica rara y todo esto era demasiado agotador para ella. Como es lógico, debido a tantos problemas sus calificaciones en clase también bajaron y esto hizo que Florentino se diera cuenta de la situación y se preocupara más por su pequeña. Susi y su padre tuvieron una profunda conversación, y nunca se le olvidará una frase que él le dijo: "no esperes que todos entiendan tu viaje, especialmente si nunca han tenido que recorrer tu camino". Esas palabras la marcaron para siempre, ahí se dio cuenta de que sí, tal vez era una chica rara y sí, tal vez era diferente al resto, pero eso no la hacía ser peor ni debía sentirse inferior al resto nunca más.

    Los problemas de Susi poco a poco fueron desapareciendo, recuperó la confianza en sí misma y ya no estaba tan deprimida. Cuando llegó al tercer curso del instituto con 15 años, en el 2011, decidió comenzar a juntarse con los chicos y chicas mayores del instituto que conocía desde pequeña, dejando de lado a los chicos de su clase que llevaban años riéndose de ella y tratándola muy mal. Todo iba bien hasta que empezó a imitar ciertos comportamientos de ese nuevo grupo de amigos, y uno de los más graves fue comenzar con el consumo de marihuana. En realidad tampoco era un problema tan grande, tomar esta droga a ella le hacía sentir mejor todavía, se olvidaba completamente de los problemas, se concentraba mucho más en sus horas de estudio, en resumen: ella era feliz. Pero claro, pensándolo bien... ¡Tan solo tenía quince años!

    Pasaron unos años, Susi ya tenía 19, y todo seguía como siempre. Terminó de estudiar en el instituto el año anterior, en el que por fin logró aprobar el Bachillerato después de tanto esfuerzo. Se podría decir que ella era muy feliz en esos momentos, seguía saliendo con el mismo grupo de amigos, iban a muchas fiestas, conocía a mucha gente nueva cada fin de semana, en resumen... estaba disfrutando de la vida. Sin embargo, no era consciente de lo que estaba a punto de llegar.

    Todo iba a cambiar aquel dia, un lunes, el 9 de noviembre del 2015. Eran más o menos las 15:00 PM, justo Florentino y Susi habían terminado de comer unos macarrones con tomate, que aunque eran del día anterior, seguían estando buenísimos. Florentino se tumbó en el sofá y empezó a sentir un dolor cerca del ombligo, por la parte inferior derecha del abdomen. Al principio no le dieron importancia, pero los dolores se incrementaron muchísmo y tuvieron que acudir rápidamente al hospital del pueblo. Una vez allí, le diagnosticaron apendicitis y procedieron a realizar una cirugía de urgencia. Durante la operación hubo ciertas complicaciones, intentaron solucionarlas pero a los cirujanos les fue imposible. Aquí acabó la vida de Florentino Costa a sus 56 años, el hombre que salvó a Susi de una muerte segura en el río aquella noche. Ella comenzó a sentir una angustia terrible, su mundo se derrumbó por completo, acababa de perder a la persona más importante de su vida y la que más había podido querer hasta el momento. Esto hizo que Susi entrara en un estado de ansiedad, otra vez con un grave desequilibrio emocional... La única solución que ella encontraba era la droga, el cannabis, fue su nuevo vicio: todos los días, día y noche, no podía parar. Además al perder a su padre, que trabajaba como leñador, dejó de tener una fuente de ingresos en casa y necesitaba encontrar un trabajado rápido y fácil. Lo primero que se le ocurrió fue vender marihuana por su pueblo, mucha gente la consumía, y seguro que podría montar un buen negocio a sus 19 años. Así fue, comenzó a cultivar marihuana en casa y la vendía a mucha gente de Trestina. De esta manera, ganaba mucho dinero y podía permitirse todo lo que ella quisiera.

    A sus 21 años, todo cambió. Pasó de vivir en un mundo triste para ella por la gran pérdida que sufrió dos años atrás, a vivir en un mundo lleno de ilusión una vez más. ¿Que cuál era el motivo de eso? Un chico. Conoció a Biagio, un chico de 23 años, estupendo, atento, respetuoso, optimista y, además, era guapísimo... ¡Lo tenía todo! Poco a poco se fueron conociendo más y más, y decidieron empezar una relación juntos. Ella estaba segura de que él era el amor de su vida y por él era capaz de hacer lo que fuera. Por eso, decidió dejar el mundo peligroso de la venta de drogas, incluso poco a poco dejó de consumir también. Susi quiso empezar una "vida nueva" y decidió que quería ser cirujana, así podría intentar salvar vidas y evitar que le pasara a más gente lo mismo que a su padre Florentino: ella estaba segura de que su padre falleció por culpa de los cirujanos del pueblo, que no estaban bien formados.

    Los siguientes años de su vida la hicieron realmente feliz, tenía al hombre de sus sueños a su lado. Susi y Biagio hicieron muchos viajes juntos por Europa y se mudaron a una casa más grande a las afueras del pueblo, todo era muy bonito, los dos estaban profundamente enamorados.

    A sus 23 años, Susi tuvo que aceptar una dura decisión que quiso tomar su chico: él comenzó a formar parte de una de las bandas criminales más conocidas de Italia. Ella no quería que él se uniera a dicha banda porque sabía muy bien que pertenecer a ese tipo de personas podría provocarle graves problemas, pero claro, le hicieron una buena oferta y sería una buena fuente de ingresos para su hogar... Así que aceptó sin dudarlo.

    Ese primer año de Biagio en la banda fue algo duro para Susi, él pasaba muchos días fuera de casa trabajando, y ella se quedaba sola en casa para seguir estudiando, aunque estaba muchas noches sin dormir preguntándose si su novio estaría bien o podría estar en algún problema grave. A pesar de todo esto y de todo lo que estaba sufriendo Susi, ella le seguía amando igual que el primer dia, sus sentimientos hacia él no iban a cambiar nunca. Ambos sabían que la banda a la que Biagio pertenecía llevaba un tiempo metida en problemas, sobre todo con la Camorra, una mafia muy peligrosa con la que ya se habían encontrado más de una vez. A pesar de todo, ellos no eran conscientes de lo graves que eran esos problemas con la mafia.

    Un día, el 21 de junio de 2020, Susi asistió a la Universidad para realizar sus últimos exámenes del curso, estaba a punto de terminar el tercer año de carrera. Biagio se quedó solo en casa preparando el almuerzo, tenía una semana de descanso y quería aprovecharla al máximo junto a su chica. Ella por fin terminó el último examen de ese día, eran las 14:30 PM y ya se dirigía a casa. Llegó cerca de las 15:00 PM, abrió la puerta del jardín y se quedó mirando a la puerta unos segundos... ¿A qué esperaba? Siempre que Biagio escuchaba las llaves abriendo la puerta del jardín, iba corriendo hacia la puerta principal de casa para recibir a Susi, pero esa vez, algo pasaba, él no abría la puerta. Finalmente Susi decidió abrir la puerta para entrar a casa. Al entrar, pudo oler el almuerzo que había preparado su chico para ella, una buena paella española. Se dirigió hacía la cocina y se encontró algo que una vez más, hizo que su mundo se derrumbara, provocando que se quedara sin aire. Allí estaba Biagio, tirado en el suelo con un charco de sangre alrededor, con tres tiros en el pecho. Ese momento quedará grabado para siempre en la mente de Susi, nunca será capaz de olvidar esa imagen, el cuerpo del amor de su vida tirado en el suelo y sin vida. Lo ocurrido fue un asesinato y, además, obra de la siniestra mafia italiana: la Camorra.

    Tras ver aquella escena en la cocina, Susi supo rápidamente que ella también podría estar en peligro, por lo que decidió desaparecer del pueblo. Subió a la segunda planta de su casa, abrió su armario de ropa y de alli sacó un par de botas. Una de esas botas, concretamente la bota del pie derecho, escondía unos fajos de billetes con un valor de 15.000 euros que estuvieron ahorrando juntos durante los últimos años. Se subió en el primer autobús que se dirigía hacia el aeropuerto de Roma, y allí llego tras viajar durante unas tres horas y media.

    Una vez allí, eligió un nuevo destino: una pequeña isla que formaba parte de un archipiélago, cerca de Noruega. Allí se encontraba ella el 5 de febrero de 2021, a sus 23 años, a punto de subirse a un avión para desaparecer por fin del pueblo en el que vivió desde pequeña.

    Llegó el momento, se subió al avión, se abrochó el cinturón y estaba lista para ese viaje que cambiaría su vida por completo. Susi se sentía completamente preparada para todo lo que conlleva un cambio tan repentino, estaba segura de que será capaz de afrontar todos los problemas que tendrá en su nueva ciudad, su nueva casa. Estaba muy nerviosa por todo lo que estaba dejando atrás al abandonar el sitio en el que creció. Se le pasaban muchas cosas por la cabeza en esos momentos, quién sabe... quizás esas personas que le hicieron daño a Biagio encuentran a Susi en su nueva ciudad y ella tendrá que defenderse... quizás sea capaz de continuar con su vida, con sus estudios o retomar su antiguo trabajo. Pero qué más da, todo eso no importaba ya, ella solo quería dejar atrás todos esos malos recuerdos y, empezar así a ser una nueva Susi, una que logre por fin alcanzar la verdadera felicidad…


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