Stephen Liszt



  • Stephen Liszt nació un 4 de Noviembre de 1990 en Salzburgo, Austria. Hijo de Jacob y Alice Liszt.

    Era el mayor de tres hermanos. Dos hombres y una mujer. A los 2 años de edad su familia se mudó a Los Santos, Estados Unidos en busca de mejores oportunidades laborales. Allí, por experiencia anterior de su padre, le dieron trabajo de policía. Durante su niñez fue un chico muy tranquilo, no tenía muchos amigos dado que era bastante introvertido y no era muy dado a socializar. Sus notas en el colegio no eran nada fuera de lo común. No era el primer puesto, ni mucho menos el más sobresaliente de la clase, pero tenía lo suficiente para no reprobar ninguna materia. Su fuerte eran las ciencias exactas como algebra, cálculo, geometría o física, y también era bueno en educación física dado que es bastante atlético. Las materias donde peor le solía ir eran historia, geografía y español.

    Cuando empezó la secundaria se inscribió en el equipo de fútbol americano de su escuela, concretamente en la posición de OT (Offensive tackles). En su primer año en el equipo perdieron el torneo de la ciudad en cuartos de final por 33 - 15. Esto decepcionó mucho a Stephen, sin embargo no abandonó el deporte pues era su pasión.

    Con el pasar de los años se pudo graduar de la escuela, fue un proceso un poco complicado por las notas que tenía pero al final lo consiguió.

    Con el pasar del tiempo, Jacob Liszt ascendió hasta inspector del cuerpo de policía de Los Santos. Para ese punto era ya un respetado agente en el cuerpo con muchos años de experiencia en el campo, Stephen lo admiraba mucho, ya que consideraba que era una profesión que requería mucha valentía y vocación. Cuando su padre llegaba del trabajo, a la hora de la cena, siempre traía alguna anécdota nueva, a veces locos haciendo denuncias estúpidas en comisarías, otras veces persecuciones épicas en las que contaba cosas que eran un poco difíciles de creer para la familia, sin embargo, Stephen siempre escuchaba atentamente estas historias.

    En el 2010, Stephen tenía 20 años y estaba a dos años de graduarse de la carrera de medicina. Jacob se encontraba atendiendo un robo a una joyería. Todo indicaba ser un procedimiento igual a todos los que había atendido antes. Cuando se encontraban en las negociaciones, uno de los dos atracadores involucrados en el robo iniciaron un tiroteo con la policía donde Jacob fue el más afectado dado que era el más cercano a la puerta y estaba desprevenido. Por la gravedad de las heridas fue trasladado de urgencia al hospital más cercano. Sin embargo las balas habían perforado su pulmón y estomago haciendo que fuera muy difícil salvar su vida. El 9 de diciembre de 2010 a las 22:00 murió Jacob Liszt.

    Esta noticia afectó profundamente no solo a Stephen sino a toda su familia. Jacob era más que la figura paterna de Stephen, era su ídolo y ejemplo de vida. Esto provocó que cayera en una profunda depresión que duró un año entero. Con ayuda psicológica y de seres queridos, Stephen pudo salir adelante.

    Tras tiempo sin saber que hacer con su vida, decidió seguir con su carrera y hasta logró terminarla y conseguir su diploma como médico. Consiguió un empleo y todo parecía ir bien en su vida, sin embargo, seguía sintiendo un vacío por la muerte de su padre, sentía que, si estuviera vivo, no estaría orgulloso de él. Así fue como decidió dejar de lado todo. Con sus ahorros inició una carrera en criminología, pues ahora tenía un nuevo objetivo en mente: Entrar al FIB. No quería que algo como lo que había sucedido con su padre se repitiera, pero, a su vez, Stephen no quería ir por crímenes pequeños, tenía una ambición mayor, quería acabar con los problemas de raíz, quería acabar con las organizaciones criminales de la ciudad, aquellas que se dedicaban a más que simples robos y cuyos delitos escalaban a ámbitos federales.

    Pasaron 7 años y se logró graduar de la carrera de criminología y hacer un máster en psicología forense, una vez pasada esta larga espera, Stephen estaba listo para cumplir su verdadero sueño y aplicar al FIB, no tenía ninguna certeza de cumplir su sueño, sin embargo, le sobraban las ganas para conseguirlo. Solo la vida sabrá si tomó una decisión correcta o equivocada.


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