Jaden Brown



  • Biografía

    Hola, soy Jaden Brown y esta es mi historia de cómo acabé en este lío.
    Nací en Las Vegas, la conocida ‘ciudad del pecado’. El caso es que a decir verdad nunca llegué a conocer a mis padres, por lo tanto me crié en un orfanato. La vida allí no estaba tan mal, simplemente era la ley del más fuerte o caen los demás o tú. Desde que entré allí a los 6 años ya empecé a aplicar dicha ley. Casi siempre acababa perdiendo y en la enfermería, pero un día todo cambió, el día que me arme de valor cuando me robaron el poco dinero que conseguía, cerré mi puño y amenacé a aquel matón con que si no me daba mi cartera vería lo que es bueno. Obviamente acabé otra vez en la enfermería, pero aprendí tres valiosas lecciones aquel día. la primera es que desde aquello nunca más tuve miedo de lo que me dijera o hiciese alguien. Lo segundo: descubrí que tengo IDE (Trastorno explosivo intermitente) por lo tanto soy un puta bomba de relojería andante y tercero que se me da bastante bien robar cosas, no tiene nada que ver pero dejar que os explique. Después de queme robaron el poco dinero que tenía, tuve que ingeniármelas para conseguir más. Por lo tanto empecé a robar pequeñas cosas para practicar, alguna moneda de los bolsillos de la gente, chocolatinas, etc… Con 16 años ya estaba robando carteras y relojes. Por lo tanto se me podía considerar carterista ¿No? pues no, porque con lo que no cuenta uno son las armas y errores. Resumidamente me dieron mi primer trabajo serio, robar un reloj valorado en 3500$, obviamente cuando mi cabeza escucho esa cifra solo pensó en una cosa ‘Libertad’ por lo tanto acepte. Iba a ser fácil como todos los demás así que me dispuse a ello, pero cuando le iba a coger el reloj el tipo me agarró del brazo como si supiera ya lo que iba a hacer antes de que pasará. Y me dijo: Creo que deberías perfeccionar tu técnica, chico. Después de eso el tipo sacó una maldita pistola y me la puso en la frente. Me lo hice encima para engañarnos, pero en ver de pegarme un tiro me ofreció algo diferente, trabajar para él. Me lo explico con detalle y resultaba tentador así que acepte. A partir de ahora, llamaremos a este señor señor X, pues el señor X al día siguiente de aquello ya sabía casi todo de mi, incluso que era una bomba de relojería andante. Me dijo que lo que tenía era lo mejor que podía tener una persona, ya que si lo aprendía a controlar lo podía utilizar como un arma en ver de como una debilidad. Así que aprendí a controlarlo con el tiempo, cambiando de tema el señor X me dio mi primer trabajo unos 3 días después de conocerlo. Resumido, recoger una entrega y darsela a el, lo que no me dijo él, es que ese dia iba a ser la primera bala que impactara en mi cuerpo, lo que pasó es que al parecer era una trampa y se torció todo un poco, el caso es que me dieron un tiro en el brazo. ¡Joder! sigo recordándolo como si fuera el primer día, la sangre saliendo, el dolor y la sensación de ardor. El caso es que no fue tan mal, desde eso el señor X me dio mi primer arma, una navaja de acero, muy práctica. Avancemos unos años, con 18 años empecé a ver al señor X como un padre en ver de cómo un desconocido, ya que él fue el único que se preocupó por mi y me enseñó todo lo que se hoy en día. Para aquel entonces ya sabía controlar mis ataques de ira y perfeccione mis métodos de robo, por mi 18 cumpleaños me regalo una cosa un tanto extravagante, estaba dentro de un maletín de acero, como esos de las películas. Dentro de aquel maletín estaba mi primer arma de verdad, una pistola, exactamente una .380 automática de 9mm, me quede flipando ante aquel regalo si es que se le puede llamar así. También después de varios trabajos que hice con él me dio el primer trabajo importante de verdad, robar un loca alejado de la mano de dios que en la caja fuerte tenía joyas y cocaína, con un valor total de: 150.00$. Como os podéis imaginar acepté, también fue la primera y última vez que el señor X me acompañó a un trabajo. Días después de planificar aquello, nos dispusimos a hacerlo. A ver, el plan era fácil: Entrar, apuntar al gerente con el arma, coger el botín y huir. De lo pensado a lo que ocurrió hay un paso, cuando apuntamos al gerente y abrió la caja fuerte, no había nada, ni un solo collar, NADA, por si fuera poco el local pertenecía a una banda famosa de allí o sea que iban armados, conclusión escapamos de allí, pero mientras íbamos al coche uno de los cabrones de allí le metió un tiro al señor X en el estómago. Cuando íbamos de camino al hospital, me dijo que ni se me ocurriera ir porque entonces le estaría traicionando, aún sigo sin entender el porqué de aquello, de todas maneras por mucho que hubiera querido salvarle no hubiera podido llegar a tiempo, ya que el hospital más cercano estaba a 1 y media en coche. Entonces en ese mismo coche desangrándose me dijo quien era. Uno de los hijos de Frank Costello, uno de los mafiosos más importantes del mundo, por lo tanto el tío era famoso de cojones y no el buen sentido, le buscaba todo dios por los crímenes y robos que había cometido, supongo que siguió con lo que le enseñó su padre, También me dijo que siempre estuvo solo porque no llego a confiar en nadie del todo, menos en mi, supongo que vio lo prestigioso que era en el arte del robo. Antes de caer muerto en aquel coche me dio una dirección a la que ir. Semanas después de aquello, sin un padre que me enseñara y una rabia de las más grande que había tenido jamás, me dispuse a ir a aquella dirección, lo que había no era mucho, 1500$ y un par de billetes con destino a Los Santos, ¿Los Santos? nunca había escuchado hablar de aquella ciudad. No sé porque mi mente pensó que era buena idea ir a aquel lugar, total, tenía a la única persona que me importaba muerta, una mafia buscandome para hacerme a saber que y ningún propósito para quedarme allí. Cuando llegué a aquella ciudad me resultó todo tan extraño, pero me acostumbré, así que alquilé una habitación en un Motel y me puse a hacer lo que mejor se me da, robar. Pasaron tres años tenía 21, ya tenía bastante dinero ahorrado y un sitio donde vivir, pero me faltaba algo, poner lo que llevaba aprendiendo durante todos estos años otra vez en practica, es lo mejor que se me daba hacer, robar, matar y huir. Nunca os he contado la historia de cómo maté a mi primer hombre, pero eso es otra historia. El caso es que conocí a un grupo de gente bastante talentosa en lo suyo y que me acogieron como uno más de la familia, nunca antes he trabajado en equipo pero presiento que con los conocimientos que ellos tienen y los míos, seremos jodidamente imparables. Al fin y al cabo con ellos puedo hacer lo que mejor se me da, y eso para mi es lo más importante.


Accede para responder