Jason Halstead



  • Jason Halstead.

    Jason Halstead, alias Jay, es un chaval de Los Santos de unos 28 años. Alto, moreno y muy en forma. Desde pequeño tenía una pasión. Su padre era policía y le encantaba escuchar cada día las historias que su padre le contaba al llegar a casa sobre como ayudaba a la gente. Eso despertaba en él un sentimiento de alegría. Por lo que desde pequeño decía que de mayor querría ayudar a la gente de cualquier manera.

    Su infancia fue una infancia normal como la de cualquier niño, con una familia estable, amigos y unos resultados excelentes en la escuela. Fue en la escuela primaria donde conoció a su mejor amigo Ian, un chaval de barrio honesto cuyo padre estaba en la cárcel.

    Pasaron los años y la vida de Jay era como la de cualquier persona. Fue en el instituto y con 16 años donde conoció a la que iba a ser su primera novia Erin. Relación que duró dos años y terminó con una infidelidad por parte de Erin. La ruptura afectó demasiado a Jay, pero Ian estaba ahí para apoyarlo.

    Unos meses después empezó la carrera de derecho con mal pie, ya que, todavía no había superado a su exnovia. Pero Ian siempre le apoyaba y le ayudaba con todo. Eran inseparables, siempre iban todos a una. Pero unas semanas más tarde, momento en el que el padre de Ian entró en la lista de confidentes de la policía para rebajar su condena, Ian fue secuestrado por la banda a la que el padre de Ian pertenecía.

    Dos meses después no se sabía del paradero de Ian y Jay estaba devastado, estuvo apunto de dejar la carrera, pero decidió continuar ya que Ian siempre le decía que aunque no hubiesen fuerzas para seguir, siempre hay que continuar, ya que después de la tormenta viene el arco iris.

    Dos semanas de la decisión de Jay de continuar su carrera universitaria, vió algo en las noticias que lo dejó totalmente desorientado. Habían encontrado el cuerpo de Ian con un tiro en la cabeza y una nota que decía: "La traición se paga con muerte". Jay no se lo podía creer, pero no era momento para deprimirse, se levanto del sofá, mirando a la televisión llorando dijo: "Voy a seguir, porque tu siempre me lo decías y porque aunque hoy no se haya hecho justicia, seré yo el siguiente abogado o policía que haga justicia en este país".

    En el día del entierro, Jay llevó una foto de los dos y la dejo en su ataúd, en la foto ponia: "Juntos por siempre".

    Pasaron los años y la vida de Jay volvió un poco a la normalidad, terminó su carrera, en la que el día de su graduación fue a visitar la tumba de su amigo y le dijo: "Lo hice por tí, por hacerme seguir".

    Tras todos estos sucesos, Jay empezó a trabajar de abogado en casos sueltos, siguió haciendo deporte por la playa como solía hacer con Ian, encontró el amor varias veces y se preparó físicamente para ser policía por si algún día decidía seguir los pasos de su padre.


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