Abel Jyn Park



    • NOMBRE COMPLETO: Abel J. Park

    • EDAD: 25 años (17/10/1996)

    • LUGAR DE NACIMIENTO: Los Santos, San Andreas

    • NACIONALIDAD: Estadounidense

    • SEXO: Mujer

    • PADRES:

    Dannyel Louise Park :
    Su madre. Proviniente de una familia de gitanos del sur de Canadá, en un pequeño pueblo cristianizado. Dannyel, destinada a casarse con el hermano de Yhonathan, André, decide confesar su amor a Yhon, quien ya tenía una hija con otra familiar llamada Marye. Ambos, enamorados desde niños, deciden abandonar el pueblo fugándose a Los Santos a la corta edad de 21 y 23 años, puesto que permanecer ahí les haría infelices toda su vida o, les llevaría a la muerte en el mejor de los casos. Un año después nacería su primera y única hija, a la que decidieron llamar Abel Jyn, por tradiciones familiares. A pesar de huir y abandonar a su familia a la que siempre había protegido y a pesar de las atrocidades que ha presenciado, sigue amando a Dios y respetando su cultura, no odia a su familia, simplemente quiere vivir su vida plenamente. Trabaja en un bar de carretera cerca de Paleto, donde vive con su marido Yhon y su hija desde hace más de 20 años, en una pequeña casita. Nunca ha estado a favor de la policía, pues en su pueblo todo tenía unas normas diferentes por lo que no aprueba el sueño de Abel.

    Yhonathan Park :
    Su padre, Yhonathan, normalmente llamado Yhon. Primo de Dannyel, su madre, información que siempre lo ocultó a Abel. Su mayor deseo era ser padre de un hijo fuerte, valiente y perfecto, que pudiera construir su propio futuro y tomar sus propias decisiones, lamentablemente, nació una hija. Yhon no odia a Abel, ama a su pequeña por encima de toda su vida, pero no fue amor al instante, tardó bastante en aceptar tener una hija, en vez de un hijo. Actualmente tiene 48 años y está a punto de jubilarse, trabaja en la base militar como Cabo Mayor, con una carrera profesional desde los 24, unos meses después de llegar a Los Santos. No apoya la decisión de Abel de convertirse en policía y preferiría, igual que su madre, que se casase pronto y tuviese hijos, siguiendo su cultura gitana

    • AMIGOS/AMORES :

    Seth Hughes :
    Su amigo e interés romántico desde el colegio. A pesar de ser el único chico en el que Abel ha llegado a fijarse como algo más que un amigo, es incapaz de decírselo por miedo a no ser perfecta para él, además, teme dejar de ser perfecta si comienza a tener pareja. Comparten aficiones desde niños y actualmente ambos están estudiando en la academia de policía. Seth siempre ha sido un referente para Abel, compitiendo en todo con él para superarle.
    Abel jamás se confesaría por nada del mundo a Seth, lo considera un símbolo de debilidad reconocer algo así, únicamente lo haría si se tratase de una situación de vida o muerte, viendo peligrar la vida de Seth. Es un muchacho que cae bien a sus padres, lo consideran un buen marido a futuro y en cambio, no detestan su idea de ser policía.

    Ethan Connor :
    Mejor amigo de Seth en el instituto, conoció a Abel en el mismo curso que Seth. Es el único que sabe del interés romántico de ambos, pues es recíproco aunque ninguno se ha atrevido a confesarse. Estudió con ellos 3 junto a Angel en la academia de policía de Los Santos, actualmente continúa formándose y espera presentarse a las siguientes oposiciones.

    Angel Brooke :
    Angel vive en los barrios bajos de la ciudad, es amiga de Abel desde su entrada en la academia, comparten el gusto por los deportes y el ejercicio. Actualmente vive cerca de Groove Street en una pequeña casa familia de su difunta madre, su hermana, Hannah Brooke, vive en Las Venturas desde la mudanza de ambas allí. A día de hoy, Angel continúa con trabajos a medio tiempo compartiendo algunas tardes con Abel, ambas se plantean la posibilidad de compartir casa pero a los padres de Abel no les parece el mejor barrio para vivir.

    Hinami Minazawa :
    Hinami es una chica de intercambio japonesa que conoció a Abel durante su viaje de Intercambio escolar en la universidad. Durante esa etapa ambas se volvieron íntimas amigas, pues Angel tomó una carrera diferente y pasaba menos tiempo con Abel. Luego de su estancia en Los Santos, Hinami volvió a Kyoto, Japón, donde terminó su carrera con la promesa de regresar algún día a Los Santos. Hinami y Abel comparten esa presión por ser perfectas para sus padres por lo que forjaron una amistad ferréa rozando casi el amor, ella fue el primer beso de Abel y actualmente lo recuerdan como un momento gracioso en la vida de ambas compartiendo tardes enteras en llamadas por internet para ver series de animación juntas y desahogarse de su presión diaria.

    • APARIENCIA FÍSICA:
      Abel es una chica alta y esbelta, tiene un pecho prominente con unas caderas resaltonas, facciones finas y una tez clara y redonda, heredada de su madre. A lo largo de sus mejillas tiene varias pecas poco notables, los ojos azul claro y almendrados y una larga melena pelirroja, la cual suele llevar suelta o recogerla en una trenza perfecta y en su defecto, en una coleta.
      No tiene ninguna cicatriz ni tatuaje, no suele llevar accesorios solamente un pequeño anillo de compromiso que le regaló su madre, Dannyel. Mide 172cm y pesa 68kg
      Para vestirse prefiere un estilo de ropa sobrio y formal, generalmente usando ropa femenina que realce su figura, aunque, opina que la comodidad debería ir por encima del estilo, su necesidad de sentirse perfecta la lleva en ocasiones a utilizar ropa incómoda, como faldas cortas o tacones altos.

    • PERSONALIDAD:
      Abel, como única hija del matrimonio Park, sabiendo que sus padres esperaban un hijo siente una especial presión por ser la hija perfecta para Dannyel y Yhonathan. Hará cualquier cosa para sentir que es la mejor o que ha ganado.
      En un pricipio era despreocupada en su físico, pues solo se fijaba en destacar académicamente, en los deportes y en su vida social, rodeándose de un falso círculo de amigos, pero, conforme pasaron los años comenzó a interesarse en destacar en su aspecto físico, ser atractiva y atrayente.
      Suele ser una chica algo egocéntrica, sin llegar al egoísmo, Abel jamás negará la ayuda o se desinteresará de sus amigos o círculo cercano, pero sí se preocupará por ella, por la imagen que da y por lo que sus padres opinen de sus acciones.
      Es ambiciosa, quiere ser la mejor en todo lo que haga y le cuesta reconocer sus errores, pues opina que los errores solo los cometen personas imperfectas y ella, debe ser perfecta. Le cuesta tener confianza en si misma cuando no consigue ser la mejor o destacar, lo cual le provoca unos episodios de tristeza momentáneos e íntimos, sin dejar que nadie la vea en ese estado. Desgraciadamente, esa ambición la hace ser competitiva, tratando de competir en absolutamente todo, desde comer hasta un partido de fútbol.
      No quiere que nadie la vea débil, llorando o en una situación que no mantenga esa imagen de perfección.
      Nunca se ha interesado por ningún tipo de relación amorosa, ni con hombres ni con mujeres, lo considera una distracción de sus objetivos, sin embargo, siente especial atracción por los hombres uniformados y con un trabajo autoritario.
      Odia cualquier religión, especialmente el cristianismo por considerar débil a Dios, no obstante, sigue algunas supersticiones y tradiciones de la cultura gitana y el cristianismo por sus padres, ambos gitanos canadienses.

      • Aficiones :
        La gran mayoría de deportes, sobre todo aquellos competitivos, fútbol, tennis, carreras, etc.
        Adora el aire libre, la naturaleza y los largos paseos por la montaña. El deporte forma parte de su vida diaria para mantener su figura.
        Afición por la caza deportiva y la pesca, así como otras actividades competitivas con armamento como tiro al plato.
        Le gustan tanto los coches como las motos, aunque actualmente se conforma con su bicicleta vintage.
        Escucha cualquier género músical exceptuando un par de ellos. Su canción favorita es Warriors, de Imagine Dragons.
        Sus colores favoritos son el blanco, el amarillo, el naranja y el azul, su comida favorita la pizza con extra de queso.
        Videojuegos y en general cualquier actividad en la que pueda competir. Últimamente se está interesando por las series de animación por su amiga Hinami.
      • Defectos :
        Perfeccionista : Necesita que todo sea perfecto en todos los momentos, sino es incapaz de concentrarse.
        Tiene miedo a no ser perfecta, tanto que el simple hecho de no considerar que ha sido la mejor en una actividad le crea una gran inseguridad.
        Teme a sus padres por encima de todo, no a ellos como persona, si no a decepcionarles o a no ser la hija perfecta que ellos quieren.
        Tiene especial interés sexual por los hombres uniformados y sobre todo si estos tienen un trabajo autoritario.
        Desarrolló una especial fobia a las arañas, haciéndola incapaz de ver una.

    INFANCIA:

    Me llamo Abel Jyn Park, aunque todos me conocen como Abel. Sí, es un nombre masculino, pero... es lo que tiene criarse en una familia de gitanos católicos, pensaban en una de sus supersticiones que si a tu hija le ponías un nombre de varón el siguiente hijo, sería varón. ¿Gilipolleces, verdad? La religión no es algo que comparta o adore, para mi un Dios que murió, es un Dios débil, y no lo necesito en mi vida, pero, para mis padres, la religión es la base de su vida, junto a la familia.

    ¿Mis primeros años de vida? Supongo que como cualquier otro niño, ¿no? Nací en San Andreas, Los Santos, en un hospital de Paleto Bay cercano a mi casa, era la primera hija de mis padres, creo que el parto duró... unas 7 horas aproximadamente, pero luego de eso, todo alegría. Mi padre, obviamente, se decepcionó, él quería un hijo fuerte y valiente y... pues nací yo. Así que, como dictaba su tradición de borregos religiosos, para que el siguiente hijo fuese varón, me llamaron Abel, un nombre bíblico y esas movidas que no me interesan. Prosigamos, no tengo demasiados recuerdos de mi infancia, lo normal, una niña feliz, alegre, regordeta, todo el día con falditas y los mofletes sonrosados, así fueron los primeros años de mi vida, un paseo por el cielo. Como todos los niños, cuando cumplí creo que.. 5 años, me obligaron a acudir a la escuela primaria, yo no quería, prefería seguir viviendo con mi madre y ayudándola en casa, pero la ley es la ley. Así que comencé mis primeros años de un sistema odioso pero necesario, la escuela.

    Los primeros años, odiaba la escuela, de hecho hoy en día sigo odiándola, no valoran el talento, solo los números. ¿Que cómo he acabado estudiando para entrar en la academia de policía? Bueno, digamos que me di cuenta de que aquello que yo odiaba tanto, ser catalogada por un número, llenaba de orgullo a mis padres, y a más números tuviera, a notas más altas sacase y a más me hiciese notar como buena estudiante, más sonreían. Así que basé toda mi vida, en ello. En ser la mejor, en cualquier asignatura, así empecé y ahora necesito competir cada día de mi vida.

    Así que, con 8 años más o menos, me apunté al equipo de fútbol de la escuela por recomendación del entrenador, fui la mejor del equipo a pesar de ser una chica rodeada de chicos y creo que ese año saqué mi primera matrícula en ciencias y literatura. Era tan feliz viendo a mis padres sonreir, porque era cuando me miraban y se sentían orgullosos de tenerme, mi madre era la que más lo mostraba, se alegraba tanto que me repetía una y otra vez la frase típica de "es que yo nunca pude ir a la escuela, nunca tuve una enseñanza y verte ser tan inteligente..." ¡AHGG! Me tenía harta con esa frase, aunque, ahora que lo pienso, no me ha contado jamás porque no fue a la escuela...

    Consegui ganarme mi mayor logro para aquellos años, la mirada de mi padre. Trabajaba muchísimo en aquellos años, apenas llevaba unos 6-7 años en el ejército o más, y apenas pasaba tiempo en casa, por obvias razones. Al verme esforzarme tato por ser su hija perfecta, comenzó a tener más trato conmigo, a cuidarme algo más, y a interesarse en mi, fue con casi 10 años que me llevó por primera vez a cazar con él. El tener un arma en las manos me hizo comprender la importancia de la vida, un único disparo bastaba para arrebatar años y años, bastaba para borrar a una persona de la existencia y desde luego mi primer disparo, fue el peor. Tardé casi 1 año en volver a ir con él de caza, cuando comprendí el valor real de una vida y el daño que podía hacer un arma, en las manos equivocadas.

    JUVENTUD:

    Vale... cuando conseguí volver a ir con él de caza realmente me sentía orgullosa de mi misma, por fin mi padre me miraba y sonreía, planeábamos salidas juntos, cazábamos, y en cierta forma, se abrió conmigo poco a poco. Mi padre no me odiaba, ni mucho menos, mi padre me amaba y ama, a su única y perfecta hija. Cuando cumplí 11, en uno de nuestros días de caza, me contó algunas cosas que me habían estado ocultando.

    Era su única hija, porque no podían tener más. A mis padres les hubiese encantado tener una gran familia feliz, unos 5 hijos o incluso más, una larga estirpe a la que cuidar y criar, pero, durante mi parto hubieron algunas complicaciones que dejaron a mi madre estéril para el resto de su vida. Probablemente fuese porque tardaron demasiado en acudir al hospital, porque eran demasiado jóvenes o... como dicen ellos... porque así lo ha querido "Dios". En ese momento me odié, a mi misma sin motivo, me odiaba por haber arrebatado ese sueño a mis padres, por haberles quitado esa familia que querían formar, entendía el odio que podía haber generado mi simple nacimiento, pero, en lugar de hundirme, seguí adelante. Mi madre nunca me dijo nada, supongo que, para no hacerme daño, aquel día me dio todo igual, me sentía culpable por haber nacido, pero me decidí.

    Si iba a ser su única hija, debía ser perfecta, más de lo que nunca hubiesen soñado, si querían una gran familia les quitaría esa idea siendo el único objeto de sus miradas, les haría felices desde ahora hasta el resto de sus vidas a cualquier precio.

    Y... sí, así fue. Me esforcé incluso el doble en la escuela, pasando los cursos con matrículas e incluso recomendaciones de profesores para el Highschool, practiqué la caza, estudié minuciosamente la escopeta que utilizábamos para cazar y con... ¿qué serían, 12 años? ¿13 como mucho? Me inscribí a mi primer torneo de caza. Un torneo junior, tampoco era nada importante, pero para mi, ganar ese torneo significaba todo. Así que, llegó el gran día, invité a mis padres unas horas antes del torneo, para ellos fue una total sorpresa, su pequeña y única hija en un torneo de caza contra chicos de 16 y 17, y gané.

    Los años pasaron casi en un parpadeo, antes de que quisiera darme cuenta, tenía una vitrina con 5 trofeos de caza, unas de las mejores notas de la escuela y en el segundo años de Highschool, creo que ese fue uno de los momentos más felices de mi juventud, todo era, perfecto. Y eso era lo que más deseaba, la perfección, ser perfecta, impecable, implacable, aunque, acabé dejando el equipo de fútbol por miedo a las lesiones y comencé a tener un aspecto más... femenino. ¡Eh! No es culpa mía ¿vale? Era una chica joven con 15 ó 16 años, quería verme preciosa, no es cosa mía.

    Fue con esa edad cuando conocí a Seth... mi Seth. Estábamos en el mismo curso desde hace unos años, pero nunca me había fijado en él hasta que me pidió una hoja, era tan descuidado, sus padres eran funcionarios, un policía y una secretaria, con un buen sueldo, era hijo único como yo, y su mayor sueño era ser policía. Para mi sorpresa, coincidíamos en nuestros gustos, tampoco era dificil, los gustos de 2 chicos de HighSchool son parecidos, deportes, carreras, coches, videojuegos.. lo típico.

    Desde los 15 a los 18 forjamos una amistad y para mi... algo más que eso. Seth era, el chico con el que soñaba, con el que quería vivir el resto de mi vida, presentarlo a mis padres, casarnos, tener un futuro por delante. Pero. Tener un novio me haría imperfecta, descuidaría los estudios y dejarían de fijarse en mi, perdería mi tiempo en un amor de instituto. Así que, jamás le dije lo que sentía, ni planeo hacerlo.

    A esa amistad se unió Ethan Connors, un chico unos años mayor que nosotros, mejor amigo de Seth, que rápidamente notó mi interés romántico por él pero, afortunadamente, nunca dijo nada.

    Y me gradué. Matrícula de honor, mejor estudiante de la clase, con ¿7 premios de caza creo? Lo que no esperaba es que llegase el día, que fallaría, y dejaría de ser perfecta.

    ADULTEZ :

    Mi baile de graduación fue maravilloso, no me encargué de organizarlo, odiaba ese tipo de celebraciones, pero... Seth insistió en ir, ambientado en un páramo tropical. Llevé un precioso vestido blanco que había cosido mi madre, pronto empezaría a estudiar Ciencias médicas en el sur de Los Santos, y realmente, mi vida iba... mejor que nunca.

    Con 18, unos meses después de la graduación me inscribí en otro torneo de caza, esta vez, de jóvenes, algunos me doblaban la edad, otros eran menores, pero detrás mía estaban mis padres, orgullosos y sonrientes, Seth y Ethan. ¿Qué más podía pedir? No fallar el disparo. En la última prueba, mi arma se desvió apenas un milímetro al disparar, no estaba bien calibrada, pensaba que la había revisado el día anterior, pero no fue así, el día anterior estuve despierta hasta tarde fantaseando con el último baile que compartí con Seth en la graduación. Y perdí.

    Fue la primera vez que perdía en mi vida, la primera vez que no era perfecta, en cuanto me giré y vi la decepción en los ojos de mi padre, fui incapaz de sostener la escopeta y la dejé caer al suelo. Tantos años de entrenamiento y preparación, tantas noches, tantas horas, tanto tiempo, y todo se había perdido en un minuto. Me fui a casa con el trofeo de 2º puesto, ni lo puse en la vitrina ¿para qué? era el recordatorio constante de que no habia sido la mejor, solo la número 2. Me encerré en mi cuarto, quedaba un mes y algo más para empezar la universidad, durante ese tiempo, no salí de casa. Me sentía inútil, una perdedora, una segundona. La única hija de mis padres y la culpable de que jamás fueran a tener más hijos, no era perfecta. En ese tiempo si que me hundí, hasta el punto de pensar en el suicidio, si no iba a ser la mejor, ¿qué sentido tenía seguir viviendo? ¿decepcionar más a mis padres?

    Falté el primer día de la universidad, el día de la presentación, pero fui al segundo. Bajé las escaleras con el poco ánimo que me quedaba, no quería ir a la universidad, quería desaparecer. Pero, pensé en Seth, y me levanté. Al bajar las escaleras, giré mi cara hacía el salón con todos mis trofeos de la vitrina, y allí estaba. Mi trofeo de 2º puesto. No lo comprendía, no era un trofeo de celebración, ¿para qué ponerlo en la vitrina? ¿qué sentido tenía?

    "Porque eres mi hija, Abel. Siempre vas a serlo, seas perfecta o no, por eso, este trofeo y todos los que sigas trayendo, seguirán entrando en esa vitrina." Respondió mi padre al verme, notó al momento mi asombro.
    Abrí la puerta y salí. Estaba llorando, no de tristeza sino de alegría, mis padres me amaban a pesar de no haber ganado el concurso, seguían estando orgullosos de mi. Puse mi pie en el suelo, en el camino de mi futuro, que aunque no fuese a ser perfecto, se asemejaría lo más que pudiese a ello.

    Hasta los 23 estuve en la universidad cursando Ciencias médicas, un horror, no lo recomiendo a nadie, 5 años de carrera interminable con demasiados tecnicismos y palabrería, al menos, conseguí formarme en mi objetivo, Ciencias médicas enfocadas al deporte y rehabilitación de lesiones. Me gustaría poder contar algo de estos años, pero realmente... No pasó nada interesante, me fui a vivir al sur, a un piso de estudiantes con otras 2 chicas, Martha y Joselyn, iba cada fin de semana y cada día libre a visitar a mis padres y las fiestas las pasaba con ellos. Conocí a una de mis mejores amigas, Hinami, era una chica de intercambio de Kyoto, Japón, e hicimos migas rápidamente porque ella también sentía esa presión de ser la mejor para sus padres, desgraciadamente, luego de 1 año, regresó a su país pero, no perdimos el contacto. Nos mantenemos incluso a día de hoy en llamadas, mensajes, cartas y bueno, aunque me cueste admitirlo... puede que me esté aficionando a las series de animación por su culpa.

    Además, Hinami fue mi primer beso, sin haceros ideas equivocadas que os veo, fue un beso tonto entre amigas, el típico de... no te atreves a... y te atreves. Pero, no pasó a más, ambas recordamos ese día como algo gracioso y no me arrepiento de que mi primer beso fuese con ella, no vamos a mentir. La relación con Seth pues... fue un poco a distancia, él estudió administración de empresas y Ethan fue directo a la academia de policía, al final, los 3 queríamos formarnos como policía, pero... bueno, esa idea no agradaba a mis padres.

    Así que, me graduó de la universidad siendo la primera de las listas, unas notas expectaculares... y... ¿ahora qué? No quería dedicar mi vida a la medicina, eso lo tenía claro, pero... ¿policía?

    Estuve el resto de ese verano indecisa, Seth iba a entrar a la academia y prepararse para ser policía y presentarse en las oposiciones, pero, mis padres no aprobaban mi idea, era mi sueño desde pequeña, proteger a la gente, destacar, ser perfecta, cumplir la ley, pero... ¿decepcionar a mis padres?

    Y... si. Aquí me véis, 2 años después a punto de presentarme a las siguientes oposiciones. ¿Por qué? Bueeeeeno... digamos, que fui al día de presentación de Seth a informarme, no tenía planeado entrar finalmente en la academia, iba a resignarme a una vida de caza competitiva, trabajar en algún local de Paleto y vivir una vida tranquila, ser madre joven, casarme y listo. Ese día conocí a Angel, era una chica de los suburbios del sur, vivía cerca de Groove Street, una calle... bueno, conflictiva, tenía el pelo afro y una melena negra azabache. Su familia entera había tenido problemas en algunas ocasiones con los típicos alborotadores de turno. Ella, quería ser policía, para defender a su familia, a sus amigos, a los que más amaba y a aquellos que no podían defenderse, quería ser su heroína, y no, no de droga.

    Heroína.

    Esa palabra retumbaba en mi cabeza. Quería ser la espalda que protegiese a todos, quería que su vida tuviese un sentido y puede que en cierto modo me dejase llevar por Angel, nos hicimos amigos, ella, Seth, Ethan y yo, los 4 formamos nuestro pequeño grupito, Ethan entró ese mismo año, era algo mayor y llevaba más tiempo en la academia, actualmente creo que es oficial. Seth y yo planeamos presentarnos con Angel en la siguiente oposición y, bueno, a mis padres no les quedó otra que aceptar a su perfecta e imperfecta hija.

    El principio de la academia fue duro no, durísimo, exigían una forma física mayor incluso a la mía, me costó admitir que necesitaba ayuda en algunas ocasiones y... bueno, reconocer mis errores era todavía peor, apenas tuve tiempo en esos 2 años de visitar a mis padres, necesitaba concentrarme completamente a la academia, y el resto... quedó en un segundo plano en mi vida. Pero, continuaba yendo a verles siempre que podía y aunque al principio fue dificil, solo miraba a mi futuro, a ser, la mejor. Así que... aquí volvemos, qué, ¿interesante, no?

    Mi consejo favorito siempre será... "apunta al cielo." Porque, si apuntas a lo más alto, serás capaz incluso de superarlo, me llamo Abel, la perfecta imperfecta hija de los Park.

    ACTUALIDAD:

    En la actualidad Abel está terminando sus estudios en la academia de policía para presentarse a las oposiciones y entrar en la academia de la comisaría, trabaja en algunos lugares a media jornada y vive en una pequeña habitación alquilada. Tiene el coche de su padre para moverse por la ciudad, pero prefiere utilizar su bicicleta vintage. Continua participando en torneos de caza y pesca y bueno, en general, en cualquier ámbito que pueda competir y ser la mejor, apuntando el cielo.

    Sueña con ser la heroína de todo el mundo, poder enorgullecer aún más a sus padres y quién sabe... ¿tal vez formar una familia?

    EDUCACIÓN:

    • Estudios primarios
    • Estudios secundarios (Highschool)
    • Carrera de medicina, Ciencias médicas.
    • Academia de policía durante 2 años
    • Trabaja a medio tiempo en un pequeño supermercado
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