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NOMBRE COMPLETO: Alejandro Flórez
EDAD: 25 años
LUGAR DE NACIMIENTO: Bogotá - Colombia
NACIONALIDAD: Colombo-Estadounidense
SEXO: Hombre
MADRE:
LEAH FLOREZ de 51 años de edad es una mujer de 1.58cm de estatura cabello liso de color negro, su cara es redonda cejas pobladas bien definidas ojos chiquitos cafés, nariz pequeña, tiene una boca grande. Su color de piel es claro, es pecosa, su peso es más o menos de 65 kilogramos. Mi mamá a primera vista da el aspecto de ser de mal genio pero al conocerla más a fondo se darán cuenta que es muy fresca y tranquila que me habla y aconseja pero sin consentir, cuando tiene que llorar lo hace sin prejuicios, ya sean por problemas personales o con sus hijos, es sobre protectora pero también es muy directa dice las cosas como son no las adorna sin importar los sentimientos. Jamás a utilizado la violencia para corregirme, piensa muy bien las cosas para no tener que arrepentirse más adelante.
PADRE: Nunca conoció a su padre
APARIENCIA FÍSICA:
Me considero alguien muy tímido, pero que siempre intenta lograr mis sueños, siempre he considerado mis fracasos como impulsores de mis éxitos. Soy responsable, demasiado curioso con ganas de siempre aprender algo nuevo y no me gusta depender de nadie.
Tengo un carácter fuerte y muchas veces hago las cosas sin pensar y después suelo arrepentirme en la mayoría de los casos, después de tener la experiencia en como director general de la LSES esto cambio, claro, cuando mis actos no son favorables para los que me rodean, porque sé que mientras tenga que tomar decisiones más riesgosas, suelo pensar todo más de tres veces antes de tomar una decisión.
En el momento de demostrar mis sentimientos hacia alguien, suelo no ser tan cariñoso, se me hace difícil expresarme. No soy del todo sociable, pues también es muy difícil hablar con personas que no conozco; de igual forma, no coincido mucho con aquellas personas que suelen intentar aparentar más de lo que no son o no tienen, y creo que se debe a que siempre he sido humilde, generoso y me gusta ayudar a los demás cuando no saben algo.
En pocas palabras, sé que tengo un carácter muy fuerte y no soy la mejor persona del mundo, pero intento luchar día a día con lo que me enfrento en el mundo y cumplir mis retos y claro, si me es posible, ayudo a los demás
Los primeros años de Alejandro fueron difíciles: mi madre no tenía demasiados ahorros y tanto ella, como mi abuela tardaron casi un año en encontrar trabajo. Finalmente, mi madre empezó a trabajar en el hospital universitario de la Universidad Nacional, mientras que mi abuela decidió dedicarse a ayudar a su hija y a cuidar de mí.
Con tres años, empecé a acudir al colegio. Desde esa edad tan temprana destaque en los estudios; era un chico muy listo, atento e intuitivo. Mis profesores me elogiaban constantemente...
En lo único que nunca destaque fue en el aspecto social. Era un chico muy tímido, prefería centrarme en estudiar y apenas jugaba con otros niños. Pese a esa pequeña carencia, cualquier que entablase una relación conmigo acababa ganando una gran amistad. Lo compartía todo, nunca rechistaba.
El resto de su etapa infantil fue bastante normal, se desarrolló bien y adquirió un montón de conocimientos. Por el camino no hizo demasiados amigos, pero los pocos que surgieron, duraron muchos años.
Con seis años llegaba la hora de adentrarse en la educación primaria. Las cosas empezaban a complicarse un poco, pero Alejandro seguía demostrando una determinación e inteligencia sin igual. Sus notas seguían siendo sobresalientes, los profesores seguían viendo en el una niño cuyo único límite sería el que el se impusiese. Durante esta etapa de su vida descubrió que tenía hipotiroidismo, lo que le obligo siempre a usar bufandas por su intolerancia al frio que le generaba esta enfermedad además de sus dolores articulomusculares.
Conforme Alejandro se acercaba a la madurez, empezaba a ver el mundo de forma distinta. Cada vez se acercaba más a la realidad, comprendiendo cómo funcionaba todo a su alrededor. Su madre y abuela siempre lo instaban a seguir su propio camino, no le ponían barreras ni le imponían pautas u objetivos. Alejandro empezaba a cuestionarse qué quería ser de mayor... Y en su madre halló la respuesta; era un niño amable, que se desvivía por los demás, nunca esperaba nada a cambio y siempre se preocupaba porque todos estuviesen bien. Quería ser médico o proteger a los demás siendo policía.
Con doce años, era la hora de que Alejandro comenzase la Educación Secundaria Obligatoria. Todos sus amigos del colegio acabaron en su mismo curso, no parecía tan difícil como todos decían y sus notas seguían siendo excepcionales. Todo iba bien el primer año.
El segundo año las cosas empezaron a complicarse un poco. Las asignaturas empezaban a tener temas más complejos y algunos de sus amigos empezaban a acercarse a otros grupos o simplemente se quedaban en el curso anterior.
Fue durante el tercer año cuando las notas de Alejandro empezaron a disminuir. Sin embargo fue el momento del culmen de su bachillerato donde se dio cuenta de un nuevo Hobbie que era la música, encontró un talento que luego de un tiempo lo llevaría a poder pagarse la escuela de medicina de su pais.
Alejandro ya era totalmente consciente del mundo que la rodeaba. Sabía lo que hacía y lo que quería, sabía perfectamente que pese a su enfermedad, debía sacrificarse y esforzarse como nadie más para lograr su sueño. Con tan solo quince años, terminó bachiller y entonces empezó a prepararse para el examen de acceso a la milicia y a la universidad... Ya era considerado un adulto, pero no tenía ni un minuto de descanso.
Presto su servicio militar una vez terminada su carrera en medicina en las afueras de su ciudad natal, en una ciudad fronteriza llamada Arauca, tuvo las experiencias mas sádicas y violentas de toda su vida, al ver caer muchos de sus compañeros al frente de sus ojos, fue en este momento donde quería dedicarse a la medicina de campo y ayudar a los cuerpo de seguridad del estado.
Se licenció en medicina con 21 años y cuatro años más tarde se convirtió en la director del hospital de la LSES siendo la primera primera persona en conseguirlo y la primera más joven en lograrlo. Después de bastante tiempo de ejercer en ese puesto dimite y ahora se enfocara en ayudar en los cuerpos táctico de seguridad estatal como lo es la LSPD o federal como la FIB, aportando todos sus conocimientos médicos en pro de la ciudadanía
Está especializado en endocrinología y en enfermedades infectocontagiosas, tiene un sentido de la responsabilidad que le lleva a continuos enfrentamientos con las personas a su alrededor.
Tiene la fortuna de poder vivir en uno de los lugares mas seguros de la ciudad como lo es Vinewood después de haber ahorrado muchísimo dinero, esto se volvió un plano secundario de su vida en donde solo desea y tiene ganas de seguir absorbiendo conocimiento en cuerpos de ligas mayores.