Biografía de Mia Vasíliev



  • Mia Vasíliev nació un 18 de agosto de 1998 en Rusia en la ciudad de Moscú, un viernes a los pies de la salida del sol. Era una pequeña preciosa, sacada de libro con unos ojos celestes (casi grises) y una melena colorina como ninguna otra. La pequeña Mia conoció solo a su mamá, la señora Minerva Vasíliev, ya que su papá nunca se hizo cargo de ella por lo poco que sabe de él es que es chileno, pero no heredó su apellido, al parecer solo fue un amorío de un día por lo cual la niña vivió toda su infancia con su madre, La señora Minerva era bastante solitaria, pero aun así veía a sus familiares de vez en cuando… La señora Minerva escondía muchas cosas, Vasíliev vivía en un mundo de mentiras, creció siempre tratando de encontrar la verdad, sus ojos estaban llenos de curiosidad y todo lo preguntaba… A veces por sus orejas entraban mentiras y muy pocas verdades, pero ¿Qué importaba? Quizás la pequeña Mia no se daba cuenta. A pesar de que el papá de Mia no estuviera tan presente sus abuelos paternos fueron un amor con ella ya que sabían lo pésimo que era criar a una niña en solitario, la visitaban de vez en cuando, aunque esto desencadenó un horrible miedo en ella, con el cuál combate hasta hoy: El miedo al olvido y a su corta edad de 5 años, siempre se preguntaba ¿Me irán a dejar como mi papá? ¿Me irán a olvidar? Un miedo irreparable y muchos problemas por delante tuvo que enfrentar Mia por el abandono de su padre y a pesar de que nunca le hizo falta, una parte de ella claramente faltaba… Necesitaba una figura paterna.
    La madre de Mia trabajaba en muchas cosas para poder mantener a la pequeña, se decían muchas cosas de la señora Vasíliev, pero nunca se supo la verdad sobre sus trabajos. Eran de clase media-baja, aunque no se quejaban de eso, siempre valoraron lo que tenían y vivieron bien con los pocos recursos que contaban.
    Mia siempre tuvo muchos fantasmas en su cabeza, desde el miedo a la oscuridad hasta ese ligero miedo por los globos… Pero no sabía que su mayor miedo, el de perder a su madre iba a ocurrir a una edad tan temprana… La señora Minerva era una persona muy silenciosa y la mayoría de las veces era para no dañar a su hija, salía muy temprano por la mañana y llegaba a altas horas de la noche, la pequeña poco sabía de lo que hacía su mamá y tampoco preguntaba mucho ya que sabía que a pesar de todo su mami iba a llegar con comida y una gran sonrisa para abrazarla y contarle cuentos, la pequeña vivía en una pequeña burbuja, a pesar de que vivían en uno de los barrios más bajos de Moscú, se sentía segura y protegida, siempre y cuando su madre estuviera ahí… Era su guía, su pedacito de cielo y la única persona que entendía como se movía Mia. La señora Vasíliev estaba metida en asuntos delictivos… Era una “camella”, como suelen llamarlo vulgarmente… Pero lamentablemente ella solo hacía las entregas; lo cuál le jugó una mala pasada, nunca nadie va a defender a alguien que no tiene tanta importancia en un negocio y siempre son las personas humildes las que cobran por la gente con más poder.
    A la edad de 15 años Mia perdió a la única persona que tenía cerca en ese momento, la vida de la joven cayó completamente, su madre, la persona que entendía sus manías y sus silencios había muerto a manos de 2 asesinos… Solo la fueron a tirar a la puerta de su casa con un corte en la yugular. Desde ese momento Mia no deja de pensar en la imagen de su madre… Muerta. Todos sus miedos fueron reflejados a su corta edad, el miedo a la soledad, el miedo al olvido y el miedo a perder a la única persona que la conoce de pies a cabeza. Mia hasta ese momento era una niña super tímida y reservada, la cual no le hacía daño a nadie, pero toda su sed de venganza se reflejó en esos pequeños ojos celestes que sollozaban aquel día cuando su madre se encontraba muerta al frente de ella… La policía no tardó en llegar a tan desastrosa escena y la pequeña solo supo lanzarse a los brazos del oficial al mando y llorar, llorar y soltar la pena que claramente no iba a sanar con nada, porque quizás la pena pasaría, pero ¿Quién te saca las ganas de ver por lo menos una vez más a tu madre y poder decirle lo mucho que la amas? La respuesta es clara… Nadie.
    Desde ese día la joven Mia de 15 años comenzó a buscar respuestas en todos lados, en sus vecinos, metiéndose a lados peligrosos e incluso tratando de escabullirse a la fuerza en la policía. Sus tíos, los cuales apenas conocía se hicieron cargo de ella, la silenciosa Mia apenas hacía acto de presencia con ellos, simplemente cumplía con sus quehaceres del hogar y se encerraba a pensar en como destruir a su enemigo: El asesino de su madre. Pasaban los años y Mia tenía dos cosas en su cabeza: Las plantas, quienes fueron sus amigas en esos años de tristeza y la idea de tratar de destruir al asesino, pero poco sabía que hacer ya que nunca encontró un rastro y cómo no, si eran gente peligrosa la cual vivía en las sombras.
    Al cumplir 18 años para poder realizar su mayor sueño: Estudiar botánica, se fue de intercambio a Estados Unidos a una provincia llamada Muncie, comenzó a estudiar en Ball State University, desde que comenzó en esa universidad empezó a trabajar en su tiempo libre en una pequeña reserva botánica de la misma ciudad, dónde aprendió bastante. Mia es una persona que ama bastante la naturaleza y también a los animales, y a pesar de que es una chica bastante desorganizada y un poco inestable logró mantener su trabajo y sacar su carrera sin complicación alguna, no le pasó mucho en esos años… Su primer amor la rechazó y sufrió pocas perdidas amorosas ya que poco le gustaba encariñarse con la gente porque su miedo al rechazo y lo que había pasado con su madre hacían que no quisiera tener vinculo afectivo con nadie. Pero, apenas había entrado a la universidad, la mandaron al psicólogo y este le había recomendado transformar toda su rabia e ira en cosas buenas, y Mia a los 20 años ya había madurado un poco y siempre se acordaba de la vocación del oficial que la había cuidado las horas en que le hacían la autopsia a su madre y qué mejor que encontrar y reformar el mundo dentro de una institución que sirve y protege a los ciudadanos…
    A los 22 años Mia sale de la universidad y empieza a tener gustos variados, a pesar de que amaba la carrera le costó bastante trabajo encontrar un empleo decente pero aún así logro tener trabajos part-time para cubrir sus gatos además que su familia paterna, de la cuál no le gustaba hablar mucho, tenía bastante dinero y de vez en cuando le ayudaban ya que nunca le gustó andar pidiendo dinero y era una de las enseñanzas de su difunta madre. A pesar de tener estos trabajos Mia empezó a buscar instituciones de policías que estuvieran abiertas para opositar… Mia no sabía nada de ese mundo, pero se le dio la oportunidad de ir a Los Santos, sabía que ahí estaban recibiendo alumnos en la LSPD pero no sabía cuanto le iba a costar llegar al cuerpo, Mia solía equivocarse mucho y ser un poco muy exaltada y temperamental. Pero aún así con un poco de miedo comenzó su nueva vida en esta gran ciudad… Claramente le iba a costar arrebatar sus miedos y encontrar un propósito en su vida, pero lo único que quiere es hacer justicia y no mancharse las manos con personas inocentes, su objetivo es y siempre será convertir su ira en cosas buenas para no transformarse en los asesinos de su madre.


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