Francis Hennessey



  • El niño de Vice

    Nacido en una familia conservadora del sur de Vice City, Francis, hijo de Robert Hennessey y Mariah Watson, creció viendo a su padre, un oficial de policía, como su ejemplo de vida. Un día, como recompensa por sus aplicadas notas en clase, Robert y Francis fueron a ver una carrera en el Hyman Memorial Stadium, donde participaban categorías menores desde kart hasta monoplazas pequeños en una categoría llamada Formula Junior.

    El evento transcurrió con normalidad, pero aquel espectáculo despertó el interés absoluto de Francis, el cual Robert observó. Tras finalizarse la carrera y durante la comida hubo una charla padre e hijo, en la cual se convino que Francis participaría en una academia de pilotos y participaría en categorías de kart.

    Pequeño talentoso

    Francis tenía talento, eso se veía. El karting era una recompensa que motivó al muchacho en sus estudios. El padre trabajaba rutinariamente y la madre, preocupada ahora por el padre y el hijo, se mordía las uñas tras cada día de trabajo y día de carrera. Francis se mostraba rápido en los karts, lo que, a los 14 años, lo llevó a debutar en su primer monoplaza de Formula Junior para el equipo de la academia a la que acudía. El debut fue inmejorable.

    El muchacho veía un futuro en las carreras y se lo estaba forjando a puño, dejando el karting definitivamente tras el debut en la FJ y participando activamente de esta.

    A medida que el tiempo pasaba consiguió un par de campeonatos de FJ y muy buenos resultados, lo que, al cumplir sus 18 años le consiguió una oportunidad excelente.

    Profesionalismo peligroso

    Francis había sido invitado a la IMSA Michelin Pilot Challenge, participando en la temporada del 2012 justo pasado su cumpleaños número 18. El auto que conduciría sería un Mazdaspeed 3, el coche favorito para la categoría ST, que era en la que participaba.

    La temporada corría sobre rieles y Francis venía delante sorpresivamente. Dominaba carreras, algunas terminaba detrás, pero los resultados le daban opciones matemáticas de llevarse el campeonato en su temporada debut.

    Llegó la cita en la Mazda Raceway Laguna Seca, carrera de casa para el constructor. Debía presionar, debía ganar. Con presión consiguió llegar al grupo líder tras una salida mediocre, pero cercano al final de la carrera, pasando por Corkscrew, su coche deslizó mas de la cuenta durante la bajada, cruzándose en pista y chocandose contra un Honda Civic Si, que ocupaba puesto de podio. El impacto del coche de Francis fue justo en el centro, llevándose al Honda contra las contenciones y haciendo que este golpee de lleno, hiriendo de gravedad al piloto que lo conducía. La IMSA decidió apartar permanentemente a Francis del campeonato y descalificarlo del mismo.

    Ejemplo de padre

    Francis estaba devastado. Su futuro en la categoría que lo había ilusionado se había derrumbado por un mal fallo. Robert, quien ya había pasado a retiro, le recordó que siempre había caminos nuevos, que no se había acabado el mundo. Intentando guiar a su hijo por su propio camino le recomendó entrar al departamento de policía de Vice.

    Las pruebas no fueron sencillas, menos teniendo que hacerlas en el campo de la guardia nacional en Fort Baxter. Tras mucho esfuerzo lo había conseguido.

    Ni como cadete ni como oficial destacó demasiado en la fuerza, manteniendo un perfil bajo, cumpliendo con el día a día. Si bien sentía eso como una vocación, no podía olvidar su verdadero talento negado. Entrenaba duro y mantenía una forma fisica impecable para su contextura. Midiendo 1,80 y con un cuerpo atlético no tenía nada que envidiar a la forma de sus compañeros.
    De hecho, lo miraban con recelo por la costumbre que traía de su estilo de vida al ser piloto. Era su desquite, mantenerse en forma por si pudiera llegar a volver.

    Vivió 7 años mas renegando de su pasado y presente, hasta que pidió la transferencia de Vice a Los Santos con motivo de buscar instrucción nueva y ampliar sus capacidades. Si, estaba decidido que era momento de cambiar de aires.

    Los Santos era el destino, el viaje fue largo y agotador, pero según el, rindió frutos.


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