Jay Jones



  • Apariencia física: JJ es un negro de ojos claros de estatura mediana y pelo teñido de rubio rapado también cuando le crece el pelo se suele hacer unas rastas largas, de vez en cuando se hace maquilla con una calavera en la boca, tiene muchos tatuajes repartidos por todo su cuerpo, suele vestir con ropa bastante de calle y rara vez le vas a ver bien vestido lo que más destaca de su ropa es su gorro de pescador que lo lleva porque le recuerda a su madre.

    Personalidad: Es una persona algo agresiva cuando se enfada pero casi siempre está tranquilo sin no le molesta, es bastante prexistente y hasta que no consigue lo que quiere no parara, cuando lo conoces bien te ganas si confianza y podrás contar con él para lo que sea y jamás te dejaría tirado

    Jay Jones o más bien conocido como “JJ” nació el 1/10/2000 en Scooba un pueblo pequeño de Misisipi con apenas 700 habitantes. Vivía en un parking de caravanas con sus padres y su hermano 15 años mayor. Vivían a base de su padre que trabajaba en un pequeño taller en el centro del pequeño municipio, mientras su madre se ocupaba de cuidar de la casa y de él. Teniendo en cuenta que su hermano Tyler no compartía padre con él, intentaba aportar lo que podía en casa, buscando sus pequeños trabajos y alguna que otra faena para ganar dinero además de que ayudaba mucho en todo lo que podía a su hermano pequeño, pues para él era todo. La razón por la que Ty y JJ no compartían figura paterna fue que el padre de el primero murió a causa de un ajuste de cuentas realizado por unos sicarios que trabajaban para una casa de apuestas. Jasmine, la madre de los chicos, comenzó una segunda relación, esta vez sin casarse, con Dion, el padre de nuestro protagonista, unos 5 años después de la muerte de su marido.

    A los dos años de que esta nueva relación comenzase, llegó JJ, un bebé de piel negra con los labios gorditos y 3800 gramos de peso. La infancia de JJ no fue fácil, empezando por la parte más dura, que fue el abandono de su padre biológico a toda su familia por motivos desconocidos para Jay, a la edad de 3 años. El resto de su tiempo antes de entrar a la escuela pública de educación primaria de su pueblo fue normal, él no llegaba a entender bien porqué no veía a su padre pero tampoco llegaba a darle demasiada importancia debido a la edad que tenía. Con el paso del tiempo JJ se acostumbró a vivir sin su padre. A la edad de 5 años, su hermano que tenía 20 años ya, comenzó a meterse en chanchullos de droga con algunos negros de su barrio para poder llevar algo más de pasta a la casa, lo que a la larga generó muchos problemas en la vida de JJ, pues su hermano entró unas cuantas veces al calabozo por posesión menor de drogas y otros delitos menores como hurtos y peleas, que empezaron a cambiar a Tyler, por lo que la actitud de Jay, siendo este su mayor referente, comenzó a cambiar también.

    Jay entró a la escuela secundaria unos años después, con la idea en la cabeza que su hermnao mayor, que se acababa de ir de casa, le había metido en la cabeza de lo que un instituto es, una maldita celda en la que o haces lo que se te dice o vas castigado, obviamente al ser pública, no había que llevar uniforme, pero si había normas sobre la forma de vestir y apariencias de los estudiantes de la escuela, las cuales casi nadie respetaba pero si te tocaba el profesor capullo, te cambiabas o te echaban de la escuela. Algunas de estas normas eran no llevar ningún piercing en la cara, no llevar los pantalones cagados, no podías llevar nada que estuviera relacionado con la política o ideologías si no era época de elecciones, las camisetas de tirantes solo se podían llevar la primera y última semana de cada curso escolar, que ya hacía calor. Y unas cuantas más. Estas reglas no eran de mucho agrado para JJ pues si a él le apetecía vestirse de alguna forma lo iba a hacer, pero por suerte hasta 3-4 del instituto no tuvo problemas con este tipo, y ya para esa edad JJ casi no pisaba la escuela, pues para poder ir a la escuela tenía que coger un autobús dirección De Kalb, el

    pueblo de al lado. Por esa misma razón no le gustaba mucho la escuela y eso se veía reflejado en sus notas, que no pasaban del 6.

    El tercer curso fue una juerga completa para Jay, siempre con sus amigos y sin hacer prácticamente nada que a la escuela se refiriese. Iba 2 días a la semana, 3 con suerte si se quedaba en casa de alguno de sus amigos a dormir pues así no tenía que coger el bus. De todos modos, no todo iba a ser de color de rosa ese año, pues unos de los días en los que JJ salía de la escuela para irse a comer a casa, en la parada del bus se encontraban Jeremy y Peter, dos chicos también de raza negra que iban a su clase pero eran ambos repetidores. Jeremy se fijó en la camiseta verde lisa con cuello de pico de JJ y empezó a reírse con Peter, pues decía que era una camiseta de “marica”. JJ al principio no hizo mucho caso, pues sabía que no eran de buena calaña, y si se pasaba de la lengua podían acabar pegándole. Pero cuando ya llevaban un par de minutos pasándose y gritándole cosas a la cara, decidió reaccionar mirándolos fijamente y preguntando: ¿No crees que es más de maricas meterse con alguien menor que tu, que llevar una camiseta verde lisa?

    Jeremy se calló instantáneamente, pues al principio no sabía bien que responder a eso, pero acto seguido reaccionó formulando una contra pregunta, la cual fue: ¿Me estás llamando marica?, y acercándose a él lentamente con aires amenazadores. La primera respuesta física de JJ fue dar un paso atrás, sabiendo que tenía que tener mucho cuidado, y negar rápido con la cabeza, repitiendo la palabra “no” unas 7 veces a una velocidad asombrosa. Jeremy paró de avanzar y se quedó analizando de arriba abajo con la mirada a JJ con una sonrisa irónica en la cara. Se acercó rápidamente y le quitó la gorra negra de los “Roiders”, una mala imitación de los Raiders, de un tirón.

    Se la puso y decidió llevársela. JJ empezó a intentar recriminarle que la gorra era suya y que no se la podía llevar, pero una mirada asesina fulminante del abusón apagó al instante las pocas ganas de bronca que nuestro protagonista tenía. JJ agachó la cabeza y se subió al bus, sentándose en el primer asiento vacío que encontró en la parte derecha del mismo y sin levantar la mirada hasta que el conductor, el cual ya conocía a JJ, le gritó que esta era su parada, que se bajara. Llegó a casa con una rabia dentro que no podía controlar, por lo que su madre, que no era tonta, y que estaba terminando de preparar la comida para comer rápido y marcharse al trabajo de nuevo, se dio cuenta. Le pidió que le contara qué había pasado, JJ se lo contó rápidamente intentando no saltarse ningún detalle, y ella asintió, replicando que está bien actuar con calma en las situaciones tensas, pero que las cosas no se podían quedar así, que tenía que buscar una solución, como comentárselo a sus profesores o algo por el estilo. Mala idea. Mala idea la de dejar abierta la posibilidad de decir cómo solucionar algo que a JJ le había dado tantísima rabia he impotencia como para que se le notara en la cara casi 1 hora después de haber ocurrido.

    Al día siguiente JJ llegó a la parada del bus después del colegio y se volvió a cruzar con los abusones de su clase. Jeremy, como no, llevaba puesta la gorra de los “Roiders” vacilando a JJ con la mirada y sonriendo cada vez que Peter abría la boca. Lo que estos dos chicos no sabían es que JJ ese día no iba a agachar la cabeza. Sacó su mano del bolsillo, donde llevaba un destornillador robado de la clase de tecnología y se lo clavó sin pensárselo dos veces a Jeremy en la pierna, en pleno muslo. Agarró la gorra que le pertenecía y corrió en dirección contraria al colegio para después esconderse en un callejón, sin aliento y sonriendo entre respiración mirando la gorra que tenía en las manos. Llamó a Troy, uno de sus mejores amigos, para quedarse a comer allí y coger el bus de las 17:00. Este aceptó y fue hacía allí con una sonrisa de oreja a oreja en la cara.

    Al día siguiente expulsaron 3 días a Jeremy y a Peter por los comportamientos abusivos contra JJ y otros chicos que después de lo ocurrido se reportaron también en contra de estos chicos. A JJ

    también le cayeron 3 días, pero con un plus, pues la policía llegó a su clase a tercera hora a llevárselo a comisaría a declarar. Con la declaración de JJ, la del resto de niños y la situación económica que sufrían los Jones, solo quedó en el expediente de este que era un chico agresivo, pero no tuvo más repercusión ni sanción económica.

    JJ terminó el instituto por los pelos, con dos asignaturas suspensas, pero los profesores le pasaron la mano conociendo su situación. Su madre se encontraba regular, por lo que tuvo que reducir el número de horas que cubría, y casi no tenía relación con su hermano mayor pues este no visitaba casi a su madre ya. Tenía ya 18 años y JJ no sabía bien que hacer, había terminado los estudios, pues no tenía pensado estudiar nada más, pero menos mal, porque un día que salió de fiesta con sus amigos de su antiguo instituto, tuvieron una gran trifulca entre unos chicos que parecían ser una pandilla de gente de raza negra, todos con algún distintivo en la ropa de color amarillo. Saliendo de la discoteca Troy se chocó sin querer con uno de los chicos de la pandilla provocó que este derramara la copa en la camiseta de otro de los chicos de la pandilla, impregnándole un fuerte olor a alcohol en la ropa y una mancha enorme. Por desgracia para nuestros chicos, los otros no parecían ser muy amigables. Lo primero que hizo el chico con la camiseta manchada fue encararse con Troy, pegando su frente contra la de él y sin parar de repetir cosas como “¿Acaso no sabes quién soy?” “Te voy a partir la cabeza” “Esta camiseta la vas a limpiar con la lengua negrata”. JJ se hartó de escuchar al fanfarrón vestido de amarillo y entró a separar, pero antes de que pudiera hacer nada, otro de los chicos de la pandilla le pegó un tortazo con todas su fuerzas en la cara, tirándolo casi al suelo de la fuerza y dejándolo atontado durante un par de segundos. Cuando JJ se reincorporó y volvió en si, sacó una navaja de su cinturón y sin pensárselo dos veces apuñaló en el costado al que le había pegado, empezaron a volar puñetazos, patadas, codazos, y algún que otro navajazo entre los posiblemente 8-10 chicos de amarillo y JJ y sus 5 amigos. Cuando empezaron a sonar sirenas provenientes de la policía, la pandilla cogió al chico apuñalado y se lo llevaron corriendo de la escena. El grupo de amigos de JJ y este se quedaron allí, pues tanto a JJ como a Troy les había caído una puñalada. La policía dio el aviso para que otros patrullas fueran en busca de los chicos que habían huido, se quedaron ayudando a nuestros chicos para que no se desangraran, cogieron declaración de casi todos los testigos que quisieron hablar mientras la ambulancia se llevaba al hospital a los apuñalados y se fueron.

    JJ se recuperó bien, aunque lentamente. Sin embargo, Troy no sobrevivió a la puñalada. Al haber apuñalado a aquel chico, JJ fue sentenciado a dos años de cárcel, pero le dieron permiso de ir al funeral de su amigo Troy. La muerte de el que probablemente sería su mejor amigo, provocó un cambio en Jay. Su estancia en la cárcel de Misisipi fue corta, pues intentaron apuñalarlo un par de veces amigos de la pandilla de chicos con la que tuvo la trifulca, por lo que le trasladaron a la cárcel de Los Santos, una cárcel bastante segura y fuera del alcance de sus agresores. Una vez allí, JJ hizo unos cuántos amigos, conoció a bastantes chicos de raza negra con los que estuvo el resto de su condena, los cuáles hicieron que esta fuera bastante más apacible y se le hiciera más corta. No tuvo muchos problemas fuera de unas cuántas discusiones y alguna que otra pelea con, sobre todo, latinoamericanos, por lo que en cuanto terminó su condena le soltaron, ofreciéndole devolverlo a Misisipi y este rechazando la oferta, para descubrir cómo era la vida en Los Santos, fuera de la cárcel. Su madre le pasó algo de pasta que tenía ahorrada y se decidió a comenzar su aventura.


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