Miguel Fernandez Rodriguez. A.K.A. Mike el cabra



  • Es por la noche y es la hora del cierra un grupo de hombres con pinta de moteros son los ultimos que quedan en el bar.
    Un hombre con el pelo oscuro, de entorno a 1,95 metros, y con barba, le dice al camarero:

    Camarero, acercate, deja que te cuente mi historia...

    Nací en Córdoba hace unos 35 años... dame... dame un momento que me acuerde de que día nací, podría ser el 5 de mayo, si... el 5 de mayo de 1985, mi madre Julia, casí la espicha en el parto, y mi padre, bueno... vete a saber, ese cabrón desaparecío cuando se enteró que dejó preñanada a mi madre.
    Crecí como cualquier otro crío de barrio, viendo Dragon Ball, dandome de pedradas con los chicos de los otros barrios, una buena vida, no era muy buen estudiante la verdad, pero me lo pasaba bien.

    Con 13 años me puse a trabajar con mi padrastro (Iván Trujillo) en su taller, ahí fué donde la ví, por primera vez, una harley, me enamoré de ella, la moto más bonita que había dentro del taller, le pertenecía a un tal Roberto miembro de una banda de moteros, siempre que venía, para hacerle un mantenimiento a la moto, ahí estaba yo, intentando hacerme su amigo, y al final lo conseguí, tanto yo como mi padrastro.

    Pasarón los años y me metí en el grado medio de mecácnica, para ayudar de una mejor manera, tendría unos 16 años más o menos, en esos momentos, ya me había comprado mi primera moto, y me acercaba al club de moteros de Roberto, pidiendo día si y día también que me aceptarán en él, durante ese tiempo conocí a la que sería mi pareja Juana de 16 años también, y a mis mejores amigos, con lo que rápidamente, empezamos a dar palos a viejas y atracar en pequeños comercios para sacar dinero para droga y me mantuvé así hasta los 18 años en donde mi padrastro se "jubiló" y me dejo el taller para mi, un par de meses después de eso, terminé mi grado medio y me compré mi primera harley. Unos meses más tarde hablé con Roberto, me dijo que tenía un trabajillo para mi, tenía que llevar un paquete de un punto A a un punto B y si lo hacía bien, me ganaría el parche de prospect, así que lo hice, no pregunté nada y lo logré.

    Pasaron unos años, me hice miembro oficial del club, y tuve un hijo al que llamé Franscico, fueron unos buenos años, trabajando para el club con mi "taller"...
    Pero claro, todo lo bueno se acaba, y los problemas surgieron, Roberto por aquel entonces presidente del club lo pillo la policia en un "trabajo" y lo metieron preso, el pobré aún está comiendo barrote, y las bandas rivales, ver la situación de debilidad, nos declararón la guerra, y tuvimos que huir, teniendo que abandonar a mi familia, a mi taller y mis seres queridos, y viviendo como nomadas, pero ahora estamos resurgiendo de las cenizas.

    ¿Qué por qué te cuento esto? bueno, digamos que tengo un trabajo contigo y los cadaveres no pueden contar los secretos.

    Acto seguido, mike le mete un cabezazo en la frente y lo deja k.o. tras eso lo remata de tiro en la frente.
    Chicos, nos vamos.


Accede para responder