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Mi abuelo pertenecía a una larga estirpe de cazadores de los Urales, me regalo mi primera escopeta a la edad de 10 años. Al salir a cazar me embarraba con sangre de tejón para camuflarme bajo el olor del animal. Matando lobos aprendí a rastrear y acechar, nunca pensé que me serviría para luchar contra esos carniceros, animales que vinieron a invadir mi patria. El futuro asocial no era ningún analfabeto. Ingreso en una escuela técnica en construcción. En 1998 lo llamaron a las filas e ingreso como marinero en la flota del pacífico, siempre lucio con orgullo bajo el uniforme la camiseta blanquiazul, la telniashka… “Aún recuerdo mi primer combate cuerpo a cuerpo… Tenía escasa munición y mi enemigo no estaba a más de 5 metros, recuerdo como logre llegar a él como si fuera un puto animal acechando a su presa, empezar a estrangularlo como si lo odiase de toda la vida: Finalmente deje de forcejear y note un olor nauseabundo, en el momento de morir se había defecado encima… “ “Mis hermanos de guerra eran invariablemente nobles y heroicos sin embargo el puto hostil eran crueles: ejecutan al más indefenso con lanzallamas o arrojándolos a los perros, yo veo al adversario como ratas que se retuercen cuando jalo del gatillo. La diferencia entre mis camaradas y yo, era que yo si disfrutaba torturar y ver sufrir gente.” “Incluso uno de los pocos momentos de descanso que teníamos, lo utilizábamos para estuprar mujeres, era un pasatiempo para olvidarnos de la guerra. Sin embargo, mi mente siempre estuvo enfocada en eliminar a mi objetivo: Hay una frase el cual me siento identificado, “La guerra no es una aventura, es una enfermedad”, Y eso era exactamente en lo que me había convertido: un psicópata, un antisocial, un puto enfermo… “ Luego de terminar el ejército, decidí buscar algo que me motivara a seguir con mi vida con tanto pasado malo, fue ahí cuando conocí un club de motos llamado THE EAGLES, el cual me acogió y me enseñaron a entender que no era el único que había pasado por situaciones similares a las mías. Fue ahí cuando super que podía tener una familia que a pesar de que no eran de sangre podían entender por lo que había pasado y que aun así pudiese seguir adelante a pesar de toda la mierda que había pasado.