Mamoru Takamura



  • NOMBRE COMPLETO: Mamoru Takamura

    EDAD: 27
    LUGAR DE NACIMIENTO: Japón - Kamogawa

    NACIONALIDAD: Residente en los estados unidos

    SEXO: Hombre

    PADRES: No se sabe mucho de sus padres ya que se le fue abandonado desde muy pequeño.

    APARIENCIA FÍSICA: 187 cm de altura, color de pelo negro, ojos oscuros, blanco, curpulento, peso de 70 kilogramos.

    PERSONALIDAD: Es alguien bastante duro y franco, serio y egocentrista.

    INFANCIA: De chico tenía problemas callejeros, metiéndose en peleas con tipos malos.

    JUVENTUD: De joven decide entrenar boxeo y sigue una extensa carrera convirtiéndose en campeón de peso medio de la WBC.

    ACTUALIDAD: Viajó a estados unidos para una mejor vida y busca incorporarse en el cuerpo policial para servir a la ciudadanía.

    EDUCACIÓN: Bachiller completo, estudios universitarios en la universidad de Stanford.

    Takamura desde muy pequeño se metía en peleas con otros chicos de su edad y a veces otros bastante grandes, por eso mismo se convirtió en un excelente boxeador entrenando duro día tras día pero desde que llegó a los estados unidos ha dejado el boxeo de lado para dedicarse a servir a las personas, su abuelo le pudo enseñar técnicas de lucha y masajes japonesas que luego emplearía para abrir su propio negocio de masajes independiente en su apartamento para ganarse la vida por el momento hasta esperar la noticia de si fue aceptado o no en el cuerpo de policía.
    Takamura aunque es Japonés admira mucho a un artista marcial fallecido, Bruce Lee, en su mente todos los días se repite las reflexiones que pudo dejar este ícono histórico.
    “No te establezcas en una forma, adáptala y construye la tuya propia, y déjala crecer, sé como el agua. Vacía tu mente, sé amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza, si pones agua en una botella se convierte en la botella, si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede aplastar. Sé como el agua, amigo, el agua que corre nunca se estanca; así es que hay que seguir fluyendo”.


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