Biografía de Blake Roland



  • Blake Roland

    Hola, me llamo Blake Roland y os voy a contar mi historia. Mi historia, empieza un 17 de mayo de 1990, en Italia, más concretamente en Tropea, una pequeña localidad en la costa oriental del sur de Italia. Nací en el seno de una familia bastante desestructurada y os explicare el por qué.

    Mis padres se llaman…bueno, mejor dicho, se llamaban Francis y María Roland. Se conocieron muy jóvenes en Tropea, ambos eran listos, guapos, generosos con sus amigos… la pareja ideal como se suele decir. Viajaron por el mundo, se compraron su primer coche juntos, su primer alquilar de casa…pasaron los años y decidieron ir a por hijos, algo que mis padres querían desde hace tiempo. Pues así fue, mi padre le preparo a mi madre una cena romántica, con velas, ¿una pequeña orquesta (ya que a mi madre le encantaba la música clásica) todo esto en un mirador de Tropea…que fue lo que paso? Que la policía los pilló y tuvieron que salir del mirador echando leches…Corrieron hasta la playa hasta poder esconderse detrás de una pequeña barcaza de pescaderos. Ambos estaban felices, se amaban el uno al otro y esa misma noche y en esa playa, lo hicieron, decidieron ir en busca de esos hijos que tanto querían. María afortunadamente quedó embarazada nada más y nada menos que de mellizos, es decir, mis hermanos mayores Francis y Mónica. Nacieron el 18 de marzo de 1972 de madrugada. Ambos salieron regorditos y más grandes de lo normal, Francis estaba casi calvo y Mónica tenía mucho pero que mucho pelo.

    Os contaré la infancia de mis hermanos, aunque tengo poca información de ellos y os explicare los motivos más adelante…

    Francis y Mónica eran los primeros hijos de la familia así que no se separaban de ellos. Todo el día les daban mimos, caricias, los sacaban de paseo, los bañaban…absolutamente todo. Cuando cumplieron 4 años Francis y María decidieron comprarle un triciclo a Mónica y a Francis…posiblemente el mayor error de su vida. Debido a eso, Francis y Mónica desde muy jóvenes se empezaron a interesar por las motos o como decían ellos, las Brun Brun. Cada día Francis y Mónica les preguntaba cosas y cosas y cosas sobre las motos a su padre (ya que Francis trabajaba en un taller mecánico) A todo esto…Francis y Mónica estaban obsesionados por las motos, días tras días, semanas tras semanas, meses tras meses…llego la mayoría de edad de ambos y decidieron abandonar tropea dejando todo de lado.

    Tras esto mis padres perdieron el rumbo de sus vidas, no sabían que hacer, mi padre perdió el trabajo, mi madre en depresión, no llegaban a final de mes…un caos, en definitiva. Todo esto llevo a que mis padres cayeran en las drogas y el alcohol, vagaban por las calles de Tropea sin rumbo de su vida hasta que llego el peor día de la vida de María. Francis se llevó a María a la playa estando borracho perdido y drogado hasta las trancas. María le pedía que por favor se fueran de allí que no quería estar allí. Tras estas palabras Francis se abalanzó sobre ella para desnudarla y violarla. Francis por desgracia tenía más fuerza que ella y acabo desnudándola y violándola al pie de la playa. Tras esto mi madre quedo sola en la playa y quedo embarazada de mí, ósea que no fui alguien buscado como se dice.

    Ahora os cuento mi historia, la historia de Blake Roland.
    Nací el 17 de mayo de 1990, en tropea, concretamente en una de las casas de unas de mis antiguas vecinas…es una larga historia, pero vayamos al grano. Por las pocas fotos que vi del día que nací, fui un chico regordete, muy llorón, con mucho pelito y muy blanquito.

    Mis padres se hicieron cargo de mi…bueno mejor dicho mi madre, conmigo le volvieron las ganas de ser madre, esa ilusión perdida al marchar mis hermanos de Tropea. me daba el pecho, me bañaba, me sacaba a pasear en brazos (ya que no teníamos los medios para comprar un carro) jugaba conmigo a lo primero que se le ocurria y a todo esto os preguntareis lo mismo que a día de hoy me sigo preguntando, ¿dónde cojones estaba mi padre en ese momento? pues muy fácil, estaba de bares todo el santo día por Tropea. Un día con 3 años, un recuerdo que ojalá olvidarlo de mi mente, mi padre llego a casa borracho como de costumbre, mi madre se le acercó y le pidió explicaciones de el por qué ese pasotismo hacia mí, su hijo…mi padre le miro, sonrió y terminó la conversación golpeando a mi madre tan fuerte que la tiró al suelo. Recuerdo ese día como mi propia fecha de nacimiento. Tras esa noche, evidentemente con 3 años no era consciente de nada, pero, tras ese día el comportamiento de mi madre cambio radicalmente hacia mí. La verdad que desde los 3 años hasta más o menos los 8 me acuerdo de muy pocas cosas…solo que mi vecina venía a recogerme y me quedaba con ella todo el día, me daba de comer, me contaba sus anécdotas de cuando ella era joven. En esos años los cuales mi vecina se había quedado con mi custodia, mis padres fallecieron. Uno de esos días vi a través de la ventana un par de coches de policía y una ambulancia justo en frente de mi antigua casa. Cuando baje de mi habitación y me acerque a la puerta de la casa, vi como Amadea, mi vecina, se acercaba a un policía. Desde la lejanía yo veía la situación, pero no me percataba de lo que había ocurrido, estaba muy nervioso pues era la primera vez que veía tantas sirenas encendidas alumbrando mi oscuro barrio y mas aún, en mi casa. Regresé dentro pues estaba muy asustado, me senté en el sillón y esperé a que Amadea volviese. A la hora volvió y pude notar en su rostro una tristeza la cual envolvió de repente todo el salón, llegándome incluso a afectar a mí. Se acerco a mi agachándose delante mía y apoyando sus manos en mis rodillas, me miró con lágrimas en los ojos y me contó que mis papas se habían ido al cielo… A día de hoy se que ese día hubo una fuerte pelea entre mis padres, la cual terminó con mi madre matando a mi padre y después ella suicidandose.

    En esos años mi vecina se hacía cargo de mí, haciéndose cargo de mi custodia. Desde los 3 años hasta los 8 por lo poco que recuerdo. Me trataba como un hijo, cuidaba de mí, me daba de comer todos los días e incluso me apunto a la escuela… Fui durante esos años a UIL SCUOLA-RUA Calabria se llamaba él puto colegio. No me gustaba mucho ir a la escuela pues relacionarme con chicos de mi edad me resultaba bastante complicado. No solía ser un chico simpático con la gente que no era de mi entorno por así decirlo así que apenas jugaba con los chicos, me sentaba en clase mirando el pupitre las 5 horas al día que iba, en los recreos me quedaba solo sentado en una esquina de el mismo y siempre me fijaba en los rostros tristes de los maestros al verme solo siempre, pero…es algo a lo que ya me acostumbré. Pasarón los años en esa escuela y empecé a sentir pasión por la mecánica. ¿Por qué?, os preguntareis… Uno de mis maestros supo llamarme la atención con esto pues en los recreos cuando ya tenía cerca de los 8 años se sentaba a mi lado y me empezaba a contar cosas sobre coches, motos, aviones… La verdad que sabía de todo, pero obviamente yo no entendía nada de lo que me decía, aunque poco a poco me iba interesando, incluso sin saber nada sobre ello.

    Cuando cumplí 8 años fue entre el día más feliz de mi vida y el comienzo de mi infierno en Tropea. Mi vecina me preparó una fiesta sorpresa en su casa con varios vecinos del barrio. Había globos, confeti, juegos e incluso varios regalos que fue lo que me sacó una sonrisa de oreja a oreja. Era la primera vez que veía algo envuelto en papel ya que mis padres pues bueno, no me hicieron ningún cumpleaños cuando era más chiquitín. ósea que…al grano que me lio, me regalaron una caja de herramientas de juguete con tan solo 8 años, la verdad que me quede extrañado no os voy a engañar. Mi vecina me dijo que me regaló esta caja porque quería que fuese un gran mecánico como mi padre lo fue en su día, asique cogí la caja de juguete y me fui a la calle directamente a fingir que arreglaba los coches de la calle mientras todos me miraban hasta que de repente…Escuche el motor de una moto, más concretamente una Harley Davidson Fat-boy, los ojos se me quedaron como platos admirando la moto de arriba abajo. Me acerque al tipo y le dije si me podría montar en la moto, que nunca había visto ninguna, el tipo estaba serio, me miró y me cogió en brazos montándome en la moto. Cuando me monté en la moto era el niño más feliz del mundo, pero cuando giré la cabeza hacia mis vecinos, vi el miedo en sus rostros, caras pálidas y temblando como flanes. Recuerdo que el tipo llevaba una chupa de cuero negra donde en la parte de atrás ponía: Àngels of Death y una calavera blanca. Yo no entendía nada, pero me agarre a el fuerte y empezó mi viaje en moto. El tipo me llevo a sitios que no sabía que existían en Tropea. Tras horas y horas en esa moto el tipo me llevo de nuevo al barrio y me dijo que me acercase a su taller cuando quisiese y afirme con la cabeza con una sonrisa en la cara. Cuando entre en casa de mi vecina fue cuando me derrumbe…la vi tirada en el sofá, su piel se tornaba en un tono amarillento…había fallecido mientras estaba con el tipo de la Harley. Me acerque a ella, le cogí de la mano y llore toda la noche a su lado. Amaneció y decidí dejar al que seguramente era mi hogar, cerré la puerta, miré hacia atrás y empezaba mi vida de chico sin hogar por las calles de tropea.
    Realmente esos años de chico sin hogar duraron poco pues los servicios sociales me encontraron por las calles y termine en un centro de menores. Esos años los cuales yo tendría de unos 8 a 11 fueron realmente una pesadilla, si en el colegio me costaba relacionarme, aquí con chicos sin hogar y violentos más aún… Me pasaron muchas cosas en ese centro de menores y no tenía suerte ya que ninguna familia quería adoptarme. La gente me conocía como ese chico los cuales sus padres se mataron entre ellos y pensaban que sería un chico problemático por traumas, el abandono de ellos, pero más lejos de la realidad. Tristemente mi juventud en ese centro de menores fue de la peor juventud que un chico puede tener. Sufrí todo tipo de acoso de los demás chicos, no recuerdo un día en esa mierda de centro el cual no lloraba como un niño pequeño. Había un tipo en el centro que me recordaba a ese profesor de primaria que me enseñaba y me decía todo lo que sabía sobre la mecánica así que, lo único que yo hacía era pedirle libros y libros sobre mecánica. Me daba igual no entender nada de aquellas páginas, pero era lo único que me hacía evadirme de todo y todos al cabo del tiempo en mi habitación.

    Llegue a mis 12 años cuando se me vino a la mente el recuerdo de ese motero con chupa de cuero y calavera en su espalda. Me levante del suelo, me limpie y me sacudí el polvo de la ropa y me dirigí hacia el taller que años antes me menciono. Ande como 2 o 3 horas hasta que di con el maldito taller, estaba en las afueras de tropea, cerca de una autovía. Me acerque despacio y me quede esperando horas en la puerta del taller hasta que llegase el tipo que conocí, muchos mecánicos me miraban con cara extrañada y seguían trabajando hasta que de repente escuche de lejos ese rugido de motor inconfundible, era el, el tipo que hace años me dijo que fuese a su taller. Aparco su moto, se acercó a mí y me cogió en brazos abrazándose a mí y me dijo: Chico, pensaba que nunca vendrías por aquí…le mire y dije sin pensar, quiero una chupa como la vuestra, quiero ser alguien en la vida y que la gente me tenga miedo. Cuando dije esto el tipo me miro y me llevo hacia el taller. Me paso unas herramientas las cuales apenas pude coger debido al peso de estas y poco a poco me iba enseñando cosas de mecánica. A las horas llego un tipo al que hacían llamar X, por lo que entendí era uno de los fundadores de ese club motero, me miro con cara seria y me sonrió sin pensarlo, tras esto dijo en voz alta: ¡todos a la mesa ya! Cuando dijo eso todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo y se dirigieron a la mesa.

    Me quedé por horas intentado reparar un maldito motor de un maldito coche hasta que lo conseguí. Salieron todos de la mesa y x el que era presidente fundador del club, se acercó a mí y me dijo: chico si quieres entrar, tienes que trabajar para nosotros, a lo que seguidamente afirmé serio con la cabeza y me puse al lio.

    5 años me tiré llendo a ese taller para aprender cosas sobre mecánica, iba por las tardes cuando terminaba los deberes de clase pues en ese tiempo si, seguía llendo a las malditas clases…Aprendía también el sentimiento de hermandad que tenían estos tipos y poco a poco, pero que muy poco a poco iban confiando en mí. Me pedían que robase a clubs enemigos, vendiese droga por los barrios bajos, cogiera información de todo lo que oyese en concentraciones moteras… así hasta los 17 años de edad. 5 años pasaron hasta que el presidente del club volvió, el mismísimo x me cogió del brazo y me metió en lamesa se dirigió hacia mi dándome una chupa de cuero en la que ponía en la parte de atrás: Prospect mc. Una sonrisa invadió mi cara y me la puse sin pensarlo. Y ahora os digo, ¿os acordáis del tipo que me dio mi paseo en moto por primera vez?, pues me cogió del brazo y me llevo a la parte de atrás del taller y estas fueron sus palabras: Blake, soy Francis, uno de tus hermanos… lo mire extrañado, se me salieron lágrimas de los ojos y me abrace a el fuerte sin pensarlo. Tras esto me puso una venda en los ojos y me llevo a la parte delantera del taller. Tras esto me soltó de la mano y me quito la venda de los ojos y me dijo: ¿Te acuerdas de la Fat-boy? ¿mi moto?, a lo que respondí si con firmeza, ahora esa moto era mía, me la regalo para poder hacer rutas con la moto por Tropea. Lo que no sabía mi hermano era que no sabía conducir en moto, asique cuando me monte por primera vez, no es que fuera la mejor idea del mundo, estaba dando tumbos por alrededor del taller sin saber frenar, pero bueno, termine chocándome contra la valla y quieras o no paré. Todos se rieron de mi pero lo intente una vez más y esta vez, si fue una ruta en condiciones, aprendí a estabilizar la moto, frenar y acelerar, calentar motor…tras horas de ruta junto a mi hermano me llevó junto a la playa, aparcamos bajo unas palmeras y nos sentamos al borde del paseo y me dijo colocando su mano en mi espalda: Hermanito, x me ha dicho que me tengo que ir a la filial original, en Los Santos, América…te tengo que dejar solo…se me pusieron los ojos vidriosos y empecé a llorar sin fin alguno. Tras esto mi hermano me dio un abrazo y se montó en su querida moto mirándome con tristeza, arranco la moto y se fue sin mirar atrás…Lo peor es que ese día, sería la última vez que ambos hermanos se encontrarían, al menos, de momento…

    1 año después de su partida, yo seguía en el club, dándolo todo por y para él. Pensaba que nunca llegaría a ser miembro oficial de este club hasta que, por fin, nuevamente me convocaron en lamesa todos me miraron fijamente, con rostros serios, con indiferencia o incluso algunos empuñando sus armas. Cerré los ojos apretando los puños pensado que era mi hora, pero de repente escuché risas de todos los miembros del club y gritaron todos a la vez: ¡ABRE LOS JODIDOS OJOS ROLAND, ERES MIEMBRO DE LOS ANGELS OF DEATH!, una sonrisa envolvió mi rostro, cogí los parches sin pensar y empecé a coserlos más rápido que un rayo. Terminé a la media hora creo, ya tenía los parches cosidos, todos y cada uno de ellos…lo que no sabía que a partir de ese día mi forma de ser cambiaría por completo.

    Era un miembro más de los Àngels of Death, asique ahora empezaba a saber más cosas que hacia el club: venta de armas, droga, extorsiones, asesinatos…mi forma de ser no era esa justamente, pero tuve que cambiar debido a que ahora yo, era todo por y para el club. Asique deje de ser ese chico inocente que todo el mundo conocía. 8 años pasaron hasta que mi forma de ser cambio por completo, en 8 años hice cosas por el club que nunca pensé que haría en mi vida, torture a muchísimas personas en esos 8 años, tanto que he perdido la cuenta, tras eso empecé a amar las torturas, cada tortura que hacía me la curraba más, ideas más locas, más sangrientas. Asesine a gente muy importante de tropea, concejales, directores de empresas, jefes de banda…todo eso 8 años seguidos, mi cabeza no daba a más, por las noches soñaba con todas y cada una de las voces que pedían clemencia por su vida… Todo esto en parte acabó con una simple redada de la policía. Recuerdo que me fui de ruta yo solo, ese día necesitaba despejarme ya que cada asesinato que hacía me reconcomía por dentro. Me fui lejos de Tropea por unas horas para relajarme y lo peor estaba por llegar, cuando decidí volver al taller todo estaba patas arriba, lleno de furgones policiales…estaban deteniendo a los que eran mis hermanos y en vez de mirar por ellos, mire por mi bien…me aleje de la zona lo más rápido posible y me acorde que mi hermano estaba en América, asique fui a mi casa, cogí los pocos ahorros que tenía y me dirigí hacia Los Santos.

    26 años tenía cuando llegue allí, a Los Santos.
    Estaba muy perdido, la gente no era tan simpática como en Tropea, las costumbres eran distintas, la comida…vamos, estaba muy pero que muy perdido por Los Santos. Conseguí trabajo de obrero en un edificio que se estaba construyendo, me despidieron y pedí trabajo como camionero, me aceptaron, pero era muy pero que muy agotador. Tras unos meses en Los Santos llegaron a mi unos moteros los cuales se me hacían familiares, eran Angels, ese club que hace años deje abandonado allí en Tropea. Hablaron conmigo porque me habían seguido en esos meses y les gustaba mi actitud, la idea me convenció, pero les puse una sola condición, entrar como nómada, aceptaron sin pensárselo 2 veces. Ahora formaba parte nuevamente del club, aquel que hui por miedo hace años, no tenía mucha ilusión de formar parte nuevamente de club por miedo a que se acordasen de mi o alguien de Tropea les contó lo que pasó conmigo en Tropea, pero…echaba mucho de menos el hacer rutas yo solito por la ciudad. Me tire semanas sin hacer nada, nada de votaciones, nada de extorsiones, nada de asesinatos…nada de nada. Hasta que llego lo que hizo que cambiara mi vida por completo, os lo cuento más detalladamente. Me convocaron en sede para por fin hacer ya un trabajo, salimos de reunión y ahí estaba ella, una chica peli naranja, con unos ojazos preciosos y una mirada penetrante, me derretí en milésimas de segundos, me acerque a ella al segundo y me dijo con esa voz que a día de hoy sigo enamorado: hola rubito, cuando me dijo eso, la cogí, la subí a mi moto y me la lleve a los sitios más bonitos que conocí en Los Santos…el observatorio, las playas, las montañas de Paleto…
    Pasaron semanas e incluso meses hasta que pude conquistarla, le hice todas las sorpresas, todos los detalles y me puse lo más romántico que pude hasta conquistar a esa belleza peli naranja. Cuando decidimos ser pareja, tuvimos que llevarlo en secreto ya que las normas del motor club decían explícitamente nada de relaciones internas, asique cada vez que queríamos hacer cosas juntos, nos íbamos a los sitios más remotos de la ciudad. Pasaron meses de relación y hubo de todo, llantos, peleas, besos, abrazos… pero lo que yo no sabía, es que mi amada peli naranja estaba haciendo cosas a mis espaldas, se intentaba camelar por así decirlo al presidente y todo para que yo me quedase con el club. Mientras todo esto pasaba. llego el posiblemente el futuro mejor amigo que una persona puede tener, Neo O’Connor, mi Prospect. Yo era su mentor, le enseñaba cosas del club, pero mi Prospect me enseñaba a cómo afrontar cosas de la vida. A todo esto, salió una maravillosa amistad que a día de hoy sigue durando. Llego el posiblemente la peor decisión que tuve que tomar en mucho tiempo, disparar a Neo debido a que había traicionado al club, asique quede con él y le dije que el tiro que se llevaría en la espalda no sería real, sería una pistola de fogueo. Llego la noche ese mismo día, todos los miembros del club estaban allí para la ejecución de mi mejor amigo. Asique lo lleve a la orilla del rio, le puse de rodillas y le dispare, todos me dijeron que buen trabajo, que era lo que tenía que hacer y se marcharon, pero yo decidí quedarme con él. Cuando vi que ya no había nadie le dije: levántate del suelo y Neo se levantó de inmediato. Le di las llaves de mi moto y le susurre al odio que se fuera al norte de la isla y buscara a un hombre llamado x que él le ayudaría y que nos encontraríamos allí. Tras esto llamé a Eyra para encontrarnos en sede y acabar con el club entero, fui andando hasta sede ya que mi moto se la llevo Neo, tarde como 40 minutos en llegar hasta allí y por suerte estaban todos. Le dije al presi que teníamos que hablar con algo respecto al asesinato de Neo. Una vez todos dentro dije estas palabras textuales: Os he reunido a todos aquí para ser vuestro verdugo, ninguno de los que estáis presentes saldréis con vida…tras estas palabras Eyra y yo desenfundamos rápido nuestras armas y matamos a todos y cada uno de los miembros, los motivos no solo eran esos, sino que también no sabían hacer nada de lo que representa un MC o al menos, eso no me enseñaron en Tropea y los Àngels que veía…dejaban mucho que desear. Al terminar esto, cogí de las manos, le mire a la cara dándole las llaves de mi moto junto con las armas que yo utilicé para esta matanza y le dije que huyera de allí antes de que llegase la policía, que se fuera al Norte de la isla y se escondiese hasta que yo fuera a buscarla. Ella asintió con lágrimas en la cara y se marchó llena de pena. La policía tardo segundos en invadir la sede de Los Santos y acorralándome, me tuve que entregar.

    El tiempo que me tiré en la cárcel realmente…no fue tan malo, me recordaba aquella casa de acogida de Tropea en la cual estuve años…estaba todo lleno de subnormales y gente violenta, ¿la diferencia de hace años?, que ahora nadie me achicaba y le echaba cojones a cualquiera que se quisiera hacer el listo conmigo. Uno de esos días conocí a unos chicos de Àngels los cuales habían encarcelado por delitos menores y empezamos a conversar. Nos contamos nuestras historias y forjamos una buena amistad en poco tiempo, aunque…realmente ya éramos hermanos en el momento que me dijo que formaba parte de mi MC. Tras una gran conversación salió el nombre de X a lo que respondí a ese nombre poniendo los ojos como platos, comenzamos a hablar sobre aquel vejestorio y tras horas de conversación dijo que estaba en Los Santos, sonreí de manera leve y me dirigí a mi celda. Dia después de esa conversación ese chico salió en libertad pues como ya he dicho, sus cargos eran leves. Me quedé solo en la cárcel nuevamente, tenía que aprender a vivir dentro de ella con las normas de aquella prisión de mierda.

    Vi una forma de ganarme la vida allí dentro…peleas, si exacto, peleas. Por lo que escuche un día en el comedor había una liga de boxeo o peleas clandestinas entre los prisioneros de aquella prisión las cuales a el ganador se le pagaba con comida, ciertos privilegios dentro de la prisión…pero a mi nada de eso me saciaba, lo único que buscaba en aquella oportunidad era ganarme el respeto de aquellos presos los cuales se lamian la boca nada más verme. Decidí ir al patio donde se juntaban unos chicos y empecé hablar con ellos, le comenté que me gustaría participar en esas peleas, que me veía con potencial y agallas para ellas, pero al segundo, empezaron a reírse como cosacos. La ira me comió por dentro y me estaban dejando en evidencia delante de todo el patio asique respondí de la única manera que veía posible. Empecé a pegarles uno a uno montando un jaleo de dos pares de cojones en aquel patio, uno a uno y con dificultades he de decir. Los policías vinieron rápido a separarnos y a mí me llevaron a una celda de aislamiento. Cuando estaba allí todo era oscuro, frio, pequeño y olía a mierda a mas no poder. Tras unos minutos allí en paz y armonía escuché gritos en los pasillos, parecía que esa noche no la pasaría solo. A el tiempo empecé a gritar, el silencio me era super incomodo y empecé a hablar con ese chaval, al principio era raro, pero conforme avanzó la conversación ese tipo merecía la pena. Se llamaba Ryan Coleman, era irlandés y formaba parte del MC Sons of Anarchy. Escuché hablar de ellos en Tropea, pero no le di mucha importancia pues era muy joven para entender aquello. A las horas nos sacaron a ambos de allí y por fin nos pusimos caras, la verdad que el hijo de la gran puta era feo de cojones, pero yo tampoco es que fuese un Sex simbol por decirlo de alguna manera. Pasamos varios días los cuales no coincidimos, patios solo sin hablar con nadie, comidas y cenas solo también, apenas intercambiaba palabras con alguno de la prisión pues realmente el único que me transmitió la suficiente confianza para hablar fue Ryan y tras ese día, no lo volví a ver más.

    Cumplí mi respectiva condena la cual iba a terminar pronto. Decidieron reabrir mi caso de asesinato múltiple, pues como ya conté maté a varios miembros. Días y días pasaron desde que me dijo mi abogado que mi caso se volvía a investigar, policías, forenses, detectives…de todo se metieron en el caso para descubrir si realmente yo era culpable. Gracias a Dios, recuerdo que le di las armas a Eyra las cuales ella se llevó sin pensarlo y si, había muchas pruebas ese día. Pelo, huellas mías en algunas barandillas, a mi lleno de sangre, pero… se manejaron varias hipótesis y hubo una la cual un juez vio verídico y… ¿Cuál fue el resultado?, el juez el día de el juicio dijo: este chico no e culpable, estuvo en el momento equivocado en el sitio menos indicado, además…no tiene sentido que mate a miembros de su club sino este chico ya habría muerto en la cárcel. Esas palabras me dieron la libertad y se dio veredicto de que yo, era inocente.

    4 años pasé en esa cárcel en la cual se me sentenció a muerte…no creo en Dios ni mucho menos, pero creo que ese día, el día de el juicio, se me apareció un ángel y nunca mejor dicho. Al día siguiente del juicio me soltaron y estaba asustado pues ya solo tenia mi chupa y poco más…Tenia que ganarme la vida de nuevo y es algo que se que no será nada fácil.

    -Forma física actual- Un chico con ojos verdes, 1,89 de estatura, pelo moreno aunque de joven era rubio, pelo engominado hacia atrás, ligeramente musculado, una nariz poco pronunciada y cicatrices por todo el torso.

    -Forma de ser- Debido a su pasado y a sus actuaciones más recientes es un chico bastante inseguro con la gente que no conoce y a la gente que conoce da su vida por ellos. También es un chico que suele decir las cosas de cara sin importar las represalias. Independientemente de sus cosas buenas, las malas son muy extremas, es un apasionado de la sangre debido a la pasión que tiene gracias a sus torturas pasadas.

    -Aspiraciones- Realmente a día de hoy son pocas. Una vez sale de la cárcel sus principales aspiraciones son encontrar a Eyra, encontrar su moto y posicionarse nuevamente con alguna filial de los Àngels. A largo plazo buscar a esos chicos que conoció en la cárcel, buscar a sus hermanos o al menos descubrir si están vivos o muertos y sobre todo estabilidad en su vida.

    -Miedos- Su miedo principal es la soledad, no se imagina una vida marginada y sin nadie a su alrededor debido a los años que pasó en aquella casa de acogida. Otro miedo serio no recuperar a Eyra ya que ella lo es todo para Blake, miedo a la muerte ya que en varios tiroteos en los que ha participado alguna bala que otra le toco de lleno, ahí el motivo de las cicatrices de su torso.

    -Virtudes- Una de sus mayores virtudes es su inteligencia en situaciones peliagudas, suele pensar bastante rápido en como salir de situaciones las cuales este en riesgo su integridad o cualquiera de las personas que estén en su alrededor. Es una persona la cual si ganas su confianza dará todo por ti independientemente de si el saldrá bien o mal parado.

    -Flaquezas- Una de sus múltiples flaquezas es su pasado, los errores que comete son debido a que alguna situación que otra hace que se remonte a su niñez y se debilite. Suele cometer errores por sus sentimientos y en lo referente a Eyra…haría cualquier cosa por ella dándole igual sus valores por el club.


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