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Abastecimiento a los Dealers
La historia no empezó con bulla, ni con luces. Empezó en silencio. Como empiezan las cosas que de verdad pesan.
Mientras la mayoría se entretenía discutiendo por esquinas, cobrando por gramajes mínimos o dejándose ver más de la cuenta, los PeakyBoys ya estaban mirando el mapa completo. No el punto. No la cuadra. El sistema entero. Durante más de un mes, se trabajó sin descanso en nuestros almacenes INDOOR. Se trató de un proceso planificado desde el primer minuto. Nada se dejó a la suerte. Nada se improvisó.
Desde la preparación de los espacios hasta la selección de los insumos, todo fue parte de una estrategia pensada para durar. Cada cultivo fue monitoreado con precisión. Cada movimiento, cada paso, estuvo calculado.
A nivel de resultados, la producción fue contundente: Se fabricaron más de 1.000 bongs, con acabados personalizados, pensados no para vender al menudeo, sino para mover en volumen.
Se procesaron más de 500 dosis de metanfetamina, purificadas, empacadas y listas para ser enviadas, ente peyotes, dosis de meta rebajada, armamento de altos calibres.
Todo esto sin recurrir a terceros. Todo salió de adentro. Lo que vendemos, lo hacemos. Esa es nuestra marca. Esa es nuestra ventaja.
Pero mientras adentro la maquinaria no paraba, afuera también se estaba moviendo algo importante.
Calles que antes estaban dominadas por el desorden, por grupos que actuaban sin control ni visión, empezaron a notar una presencia diferente.
No llegamos con ruido. No llegamos a gritar. Llegamos con calma, pero con estructura. Y esa estructura es la que ha marcado la diferencia. Hoy, los PeakyBoys están en la calle, día y noche. No solo como presencia física, sino como sistema.
Hay puntos que antes eran un caos, que hoy están regulados. Hay zonas donde el respeto volvió. No por miedo, sino porque la calle reconoce cuando alguien hace las cosas de forma seria.
No imponemos con gritos. Imponemos con hechos. Y en este juego, los hechos son los que cuentan. La distribución, como siempre, sigue bajo nuestro estándar. No vendemos al por menor. No tratamos con cualquiera. Nuestra mercancía se mueve solo en cantidades grandes, por rutas marítimas diseñadas con precisión. Todo lo que sale, sale con papeles en regla —falsos, pero perfectos—, con operadores entrenados y con respaldo. Y cuando la carga llega a tierra, entra MAR, nuestra red aliada. Ellos reparten. Ellos sueltan en los puntos. ( |-VIDEO DEL ROL CLICK AQUÍ-| )
Nosotros nos mantenemos en lo nuestro: producir, abastecer y mantener el control del juego mayorista.
Lo que hace fuerte a los PeakyBoys no es una cara, ni una historia. Es el hecho de que funcionamos como una máquina. Una que no se detiene, una que no depende de nadie más, y una que no busca atención, pero la impone con su sola presencia.
Porque en esta vida, el que sabe, sabe. Y los que están en esto, de verdad, ya tienen claro quiénes están detrás del flujo. PeakyBoys no es una moda. No es un apodo. Es una forma de operar. Y mientras otros siguen peleando por migajas, nosotros ya entendimos cómo se reparten los banquetes.
VIDEO TRANSPORTANDO MERCANCIA CLICK AQUÍ
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Reuniones
Familia por siempre
En esta vida, la lealtad es más importante que el dinero. Por eso, en los momentos que lo ameritan, la Élite se toma el tiempo para reunirse. Nos sentamos a hablar de lo que realmente importa: cómo van las cuentas, quiénes son los nuevos rostros que se suman al juego, qué tan bien están funcionando los negocios y hacia dónde queremos llevar todo esto.
Estas reuniones no son casualidad. Son constantes y fundamentales para mantener la seguridad, el movimiento y la estructura de la organización.
Alianzas
Una de las cosas más importantes en el mundo criminal son los músculos. De la unión nace la fuerza. Teníamos que expandir nuestra influencia, conectar con los grandes del negocio y movernos en ligas mayores. El avance de la organización y la situación lo exigían. Para eso estaban nuestros contactos: los usábamos estratégicamente para llegar a los grupos externos que compartían un mismo propósito con nosotros: el poder. Ya fuera en fiestas privadas o en reuniones, siempre encontrábamos el momento justo para sentarnos a hablar. En este caso, el encuentro fue con una pandilla importante: Los Vagos, recomendados por Babilonia, el núcleo de Grove Street.
Santiago fue claro: “Tú peleas mis guerras y yo te ofrezco lo que todos en esta ciudad buscan” Y comenzaron los negocios...
Carreras
El negocio de los vehículos y las carreras siempre ha movido a mucha gente. Hay demasiadas personas apasionadas por los motores, y nosotros lo entendimos rápido. En cuanto vimos la oportunidad, empezamos a invertir fuerte: quedadas bien organizadas, autos exóticos, competiciones clandestinas a altas horas de la noche, lejos del radar de la policía.
Negocios
Parte de pertenecer a los más altos estándares de esta sociedad ( La Élite ) implica algo más que poder o estatus: implica crear. Desarrollar con tus propias manos. Como una tienda que no solo vende, sino que diseña y produce lo que ofrece.
Nuestros almacenes tenían todo lo necesario: mesas de trabajo, laptops, materiales… pero sobre todo, teníamos manos y cabeza. Inteligencia pura al servicio del crimen organizado. Así fue como nació uno de nuestros ingresos pasivos más rentables: la venta clandestina de planos. Un negocio tan preciso como el narcotráfico, que con el tiempo terminó siendo parte del mismo engranaje.
"Y si me chingan, me los quiebro“