Juan romeriño



  • Juan romeriño creció en una pequeña ciudad del oeste de Texas, en una familia de clase media. Sus padres, Roberto y Ana romeriño, eran propietarios de una pequeña tienda local. A pesar de no tener un gran patrimonio, Juan nunca se sintió privado de nada. Sus padres siempre se aseguraron de que tuviera todo lo que necesitaba y más.

    Desde una edad temprana, Juan mostró un gran interés en el trabajo del gobierno. A menudo se sentaba frente al televisor viendo documentales sobre las fuerzas del orden y los servicios de inteligencia. Pero no fue hasta que tuvo 18 años que tomó la decisión de seguir una carrera en esa dirección.

    Después de graduarse de la escuela secundaria, Juan decidió que quería explorar el mundo y tomó un trabajo en una compañía de camiones. Durante los siguientes dos años, recorrió el país, conociendo a gente nueva y viendo nuevos lugares. Aunque disfrutó de su tiempo en la carretera, siempre supo que su verdadero objetivo era unirse al gobierno.

    A los 20 años, decidió que era hora de volver a casa y concentrarse en su objetivo. Se matriculó en la universidad local y se especializó en ciencias políticas. Durante su tiempo en la universidad, Juan trabajó duro para mantener su promedio y al mismo tiempo, ser un miembro activo de la comunidad. Trabajó como voluntario en una variedad de proyectos comunitarios, desde la recolección de alimentos hasta la limpieza de parques.

    Después de graduarse, solicitó un trabajo en el Departamento de Policía local, pero fue rechazado debido a su falta de experiencia. A pesar de la decepción, Juan no se dio por vencido y continuó trabajando duro para alcanzar su objetivo.

    Encontró un trabajo en una pequeña empresa de seguridad, donde trabajó durante tres años. Durante ese tiempo, se concentró en mejorar su físico y su formación en defensa personal, y tomó clases nocturnas para obtener una licencia de conducir comercial.

    A los 26 años, Juan decidió que estaba listo para dar el siguiente paso en su carrera. Se presentó para unirse al U.S Marshal Service. Aunque aún no ha sido aceptado oficialmente, Juan está seguro de que está en el camino correcto para alcanzar su objetivo.


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