Franklin West



  • Nombre del Personaje: Franklin West (Frank)

    Edad IC: 33 Años

    RESUMEN
    Franklin West, a veces conocido como Frank, es hijo de Curtis West y Tanisha Rhoudes. Nacido en Brooklin, Nueva York, donde reside hasta que su padre los abandona. Su familia es obligada a trasladarse al distrito del Bronx, tras ser deshauciados por problemas económicos. Allí Frank pasa gran parte de su vida.

    Con un núcleo familiar desestructurado, dónde el abuelo es la única figura paterna, les provocará una infinidad de problemas. Entre sus preocupaciones, se encontraba su baja estabilidad económica, peleas callejeras, drogas y muchos otros problemas.
    En el colegio, se metía en problemas y su hermano mayor lo protegía alguna vez de llevarse más de una paliza. Su madre comenzó a tontear con la medicación o el alcohol, entre otras drogas. Tras todo esto, fue el abuelo quien realmente los sostuvo económicamente, gracias a su gran don, el Jazz.

    Su madre también tuvo algunos intentos en la música, lo llevaba en la sangre, aunque no triunfó como debería debido a sus muchos problemas. El abuelo en cambio, había aprovechado todo su potencial y aunque ya estaba mayor para dar conciertos, de vez en cuando tocaba en el Club Diamond, en Harlem, cerca del río que separa el Bronx.

    Harlem era otro barrio con mucha historia afroamericana y cultura musical. El abuelo, se llevaba a Frank muchas veces, haciendo que comenzara a conocer la música como una forma de desconectar de sus problemas.
    Tras el fallecimiento de su abuelo debido a una enfermedad, su madre, comenzó a aumentar su consumo y sus adicciones incrementaron, ahora con una nueva relación tóxica en la que habitaba un maltratador, al que ella defendía. Mi hermano mayor se peleó con él más de una vez, pero él era más fuerte y también alguien peligroso.

    Tanisha prefirió a su nueva relación y descuidó aún más a sus hijos, así que los dos hermanos se marcharon de casa.
    Con este acontecimiento, se metieron en asuntos turbios, siendo detenidos en más de una ocasión y acabando en un centro de menores. Ambos vivieron la violencia de cerca en sus vidas. Muchos de sus amigos, al cabo de los años acabaron muriendo por drogas o asesinados por bandas o policías, otros acabaron en la cárcel.

    Más tarde, ambos conocerían el rap como forma de vida, durante los años 2000 en adelante, con grandes influencias como Notorius Big, Big L, Tupac y un largo etcétera. Gracias a ello, Frank y su hermano, comienzan a escribir temas y a involucrarse en batallas de rap como forma de desahogo contra el sistema, siendo tan solo unos adolescentes. Querían ser como sus ídolos, de los cuales muchos ya habían muerto en condiciones parecidas a algunos de sus conocidos en aquellos barrios.

    Años más tarde, tras presentarse a numerosas batallas callejeras y escribir algunas maquetas, Frank tenía claro que no iba a triunfar en el Bronx, dónde la vida no era fácil. A muy pocos les llegaban las oportunidades, así que trató de buscarse la vida de otra forma, con su hermano y unos amigos suyos. Decidieron dar un golpe, atracando una joyería, pero no salió bien.
    Pillaron a su hermano y uno de los integrantes, que acabó muerto abatido por policías. Nunca lo delataron y él, junto a otros integrantes del golpe, se separaron. Frank aprendió a vivir con ello.

    Tras todo aquello, Frank fue a ver a Calvin, en la cárcel y este le recomendó que se marchara de allí cuanto antes, que dejara esa vida atrás. Frank le hizo caso y se marchó a otra ciudad, dónde esperaba encontrar una oportunidad dedicándose a lo que más le gustaba, la música.

    HISTORIA
    Frank entró en la consulta, nunca se había desahogado con tanta gente, su vida siempre fue algo muy personal, pero todos le miraban y parecían estar dispuestos a escucharlo.

    -- Te escuchamos.

    Hola, mi nombre es Franklin West, pero todos me conocen como Frank. Me cuesta un poco hablar de mi vida, pero llevo días escuchando a los demás y creo que ya es hora de dar el paso...
    Nací un sábado 9 de Septiembre de 1988, no se a qué hora fue. Creo que mi madre me comentó alguna vez que fue de madrugada, en el Brooklyn Hospital Center. Mi familia había sido siempre de Brooklyn, pero a veces la vida da vueltas.

    Todo iba bien, hasta que mi padre, cuando cumplí 3 años, se fue a por tabaco y nunca volvió. Todo un clásico. No recuerdo apenas nada de él y he pasado quizás demasiados años odiándolo, pero ya no.
    Vivíamos con mi abuelo John, mi hermano Calvin y mi madre, Tanisha. Ella trabajaba muy duro, pero no era suficiente para pagar las facturas, así que un día nos llegó una carta de deshaucio y eso cambiaría nuestras vidas.

    Yo era muy pequeño por aquel entonces, pero mi hermano era algo mayor y me ha contado esto muchas veces. Mi madre en cambio prefiere no hablar del tema, al igual que desvía el tema de mi padre. ¿A dónde íbamos a ir? Sin dinero, pocos barrios o distritos tienen hueco para gente pobre y humilde. El Bronx fue nuestra salvación, aunque también al mismo tiempo nuestra perdición.

    Allí comenzó todo, es un distrito lleno de violencia, delincuencia, drogas, armas y mucha muerte. Fui a una escuela concertada de monjas, gracias a la devoción de mi abuelo; no obstante desde muy pequeño que dejé de creer en Dios. Supongo que con mi vida patas arriba, no iba a creer en alguien que no nos había ayudado.
    En el colegio, de pequeño me fue todo bien, supongo que es cuestión de la inocencia y todo ese rollo. Aunque yo ya era un poco rebelde por aquel entonces. Fue en el instituto cuando comenzaron los problemas.

    Algunos de mis amigos, con tan solo once y doce años, comenzaron a tontear con drogas y a meterse en problemas. Yo, no era menos. Me metía en peleas y a veces mi hermano me protegía, pero otras acababa con algún hueso roto y la cara muy roja.

    Me expulsaron varias veces de la escuela, pero a mi no me importaba. Algo no iba bien conmigo, así que tenía que meterme en problemas. Los estudios se me daban muy mal, ni si quiera me importaban lo más mínimo.
    Mi madre comenzó a tomar pastillas y a seguir tomando alcohol desde que lo abandonó mi padre, sus hábitos y adicciones comenzaron a desmejorar su aspecto y a hacer que se despreocupara de sus propios hijos. En aquel entonces nos mantenía mi abuelo, él siempre fue un hombre digno y respetable. Incluso en el barrio, la gente más peligrosa, lo respetaba y no nos hacían nada. Se podría decir, que era famosillo por el barrio, gracias a su gran talento.

    Mi abuelo John llevaba la música en las venas, a decir verdad toda mi familia la llevaba, aunque mi madre se desviara del camino. Él, tocaba el saxofón y cantaba muy bien, el Jazz era su pasión y aunque ya no era joven y no daba conciertos como antes, tocaba en un club, en Harlem. El Club Diamond, a dónde me llevaba desde que era pequeño.

    Mi hermano venía a veces, aunque él, al ser mayor estaba metiéndose en más líos que yo, a él le gustaba pero a mí me apasionaba. Recuerdo tirarme horas escuchando a mi abuelo sin pestañear. Era un grande.
    Pero en mi barrio, en mi escuela... Se escuchaba otro tipo de música. Algo que abriría mi mente y que más que un hobby, me abriría muchas puertas. Era una forma de vida, de desahogo... El Rap.

    Comencé a escuchar a gente de mi barrio, como el gran Big Pun, que decoraba uno de los muros del Bronx tras su fallecimiento, hace unos años. Cuando era más pequeño había escuchado mucho lo de "Ha muerto Big Pun" y no tenía ni idea de qué hablaban, qué estúpido era. Ojalá hubiera empezado a escucharlos antes. Fat Joe también era un grande.

    Pero el rap no solo estaba en mi barrio, en Brooklyn, dónde nací, también había muerto el gran Biggie. Notorius Big, el Rey de Nueva York y escucharlo hizo no solo que quisiera dedicarme al rap o a la música, si no que también me hizo sentir fascinación por la literatura. ¿Cuándo habéis visto a un negro hablar tan bien?

    -- Frank rio, entre dientes. Pero todos le dejaban hablar. Parecía que le estaban escuchando.
    Seguí escuchando a Tupac, Snoop Dogg, incluso a blancos como Eminem, así que, con doce y trece años, me vino una ola de inspiración. Seguía siendo el mismo chico rebelde que se metía en problemas, pero comencé a leer libros y a escribir temas. Y gracias a mi hermano, me metí en batallas de rap, rapeando en los parques, plazas y clubs con otros chavales, incluso más grandes que nosotros.

    Echaron a mi hermano de la escuela, pero él insistía en que siguiera estudiando, que cambiara mi forma de ser. Con mi madre tan despreocupada, solo mi abuelo nos sostenía y no iba a durar para siempre, él estaba mayor.

    Cuando me dijo eso, me estremecí. No solo me gustaba escucharlo cantar o tocar su música, también disfrutaba viendo las peleas de Tyson, a los Knicks de Nueva York. A veces, veíamos Baseball juntos y recuerdo como mi abuelo se quejaba diciendo que era un deporte de blanquitos, pero aun así, lo disfrutaba. No pude evitar pensar que mi abuelo no viviría para siempre y vi que mi hermano tenía razón, y eso que él es de los malditos Nets de Nueva York.

    -- Frank volvió a reir y al mismo tiempo negaba con la cabeza, nostálgico.
    Así que seguí en la escuela, me metía en algunos líos, pero trataba de evitarlos. Seguí yendo a batallas de rap, incluso ganamos algunas Calvin y yo, ganando algo de dinerillo.

    Mi madre mientras tanto, adicta a veces hablaba con nosotros, pero ya no ejercía como madre. Tuvo varias relaciones, pero mi abuelo los despachaba rápido. Hasta que falleció, en 2006.
    He vivido muertes de compañeros de escuela y de amigos míos. He visto incluso disparos y peleas de la policía, era nuestro día a día. Suena duro, pero eso hace que acabes siendo más maduro de lo que realmente debes ser y además, perdí gran parte de mi infancia. Pero la muerte de mi abuelo fue quizás la que más me dolió.
    Un simple infarto se lo llevó, muchísima gente del Bronx fue a su entierro. Es más, gente de Harlem dónde estaba el club y hasta de Brooklyn, dónde nací y él se crió, a pesar de que llevaba años sin pasar por allí. Todos lo recordaban con gran admiración y respeto.

    Fue difícil superarlo, mi madre seguía en las mismas y mi hermano comenzó a trabajar en un supermercado para ganarse un sueldillo, aunque no era mucho. Tanisha empezó una relación aún más tóxica y al no estar mi abuelo, tuvimos que aguantar el maltrato un tiempo. Mi hermano y yo nos peleábamos con él, no queríamos aguantar sus vejaciones, insultos e incluso agresiones físicas a mi madre, pero el hombre era alguien duro y peligroso.

    Estaba metido en asuntos muy muy turbios, tenía armas y drogas, aquel capullo era peligroso. Mi hermano y yo en una ocasión, nos fuimos de la mano y le dimos una paliza. Él sacó una pistola al día siguiente, a pesar de tener algunos huesos rotos y nos apuntó, pero mi madre se puso en medio, defendiendo a aquel hijo de perra y pidiéndole por favor que no nos hiciera nada.

    Se tranquilizó, pero además de ser un capullo, para quitarnos de en medio, llamó a la policía y nos llevaron a un centro de menores una temporada. Mi madre siguió con ese capullo, ya sabíamos que no podíamos seguir en aquella casa, así que con lo poco ahorrado, mi hermano y yo nos fuimos a casa de un colega y pagábamos a medias.
    Al salir, comencé a ir a la universidad, algo raro en mi barrio. El Bronx Community College, tratando de licenciarme en derecho. Supongo que de alguna manera sentía que podía hacer justicia con mi barrio, ayudar a los necesitados y luchar contra la corrupción. Mi sueño era la música, pero era algo muy complicado, teníamos que comer y lo mismo de esa forma podría haber salido adelante y cuidar de mi familia.

    Todo se truncó, pillaron a mi hermano consumiendo drogas en el trabajo y lo echaron. Él no me dijo nada, pero intuí que algo no iba bien y lo seguí. Se metió en una tienda, sacó un arma y apuntó al dependiente de la misma tienda que lo había echado con un calcetín en la cabeza.
    Me sentí impotente aquella vez, pero aquel hombre sacó una escopeta, acostumbrado a los robos de otras personas y no salió bien. No disparó por muy poco, mi hermano escapó sin el dinero. Yo hablé con él y vi lo que estaba pasando, él quería el dinero para seguir pagando mis estudios.

    No estaba del todo de acuerdo con lo que estaba haciendo, pero éramos ingenuos y tampoco dejaría que arruinara su vida por mí. Traté de convencerlo y como no lo conseguía, me uní a él.
    Llamó a varios amigos, nos hicimos con un arma. En el Bronx era muy fácil conseguir un arma, luego robamos un coche. Aprendí a cablearlo gracias a mi hermano, que también estuvo un tiempo ayudando a sus colegas como mecánico y le apasionaban los coches, a mi algo menos, pero aprendí mucho de él. Fuímos a la joyería y tratamos de dar el golpe.

    No salió bien, robamos el dinero y escapamos, pero la policía nos perseguía. El coche pinchó la rueda y tratamos de cambiar a otro coche, fue entonces cuando los disparos alcanzaron a un colega y a mi hermano Calvin. El colega no lo contó, murió en aquel disparo, mi hermano solo lo recibió en el hombro, pero cayó al suelo y fue arrestado.
    Escapamos, pero no podía ni mirar a la cara a los otros. Eran grandes amigos, no solo de mi hermano, también míos y estaban conmigo desde mi infancia. Pero en aquel momento me sentía culpable. No quería ni el dinero, pero pensaba que quizás serviría para pagar la fianza de alguna manera, así que lo repartimos.

    Fui a ver a mi hermano y me hablaba de que la fianza era muy cara, de que me fuera de allí. Ya nada me retenía en el Bronx y si no podía pagar la universidad, que buscara trabajo en otra parte. Me costó, pero me convenció.
    Aun así, yo le prometí que volvería para sacarlo de allí. Dejé la universidad, ni un año duré e hice las maletas, con lo que sacamos de la joyería, ya que no me alcanzaba para su fianza, pagué un viaje lejos de allí. ¿A dónde podía ir? No quería dejar tirado a mi hermano, pero tampoco podía hacer nada, necesitaba más dinero y en el Bronx no lo iba a encontrar.

    ¿Quizás tendría más oportunidades en la música si marchaba al sur? Nueva York había sido duro conmigo, tal vez en California las cosas fueran diferentes. Cogí un avión, fue la primera vez que viajaba en uno y llegué a otra ciudad.
    Aquella ciudad era un poco diferente, pero no demasiada distinta. También había delincuencia y violencia, corrupción y mucha mierda. Pero también era una tierra de oportunidades. Así que aquí estoy, en esta ciudad buscando una vida nueva.
    Necesitaba desahogarme, siento haberos dado la chapa, pero nunca había contado todo esto a nadie. Gracias...

    -- Gracias a ti por contarnos tu historia, Frank. Es bueno que te desahogues y te expreses. Has tenido una vida complicada, pero esperamos que aquí en otra ciudad, tu vida cambie y vaya a mejor. Quien sabe, quizás algún día consigues liberar a tu hermano.

    ACTUALIDAD
    Cuando Frank llegó a la ciudad, conoció a un grupo de colegas, entre ellos: Aaron, Juan y Eufenio, que se conocieron mientras descansaban o en el Billar. Al principio, todo bien, hasta que Aaron traicionó a Juan, vendiéndolo a la policía para librarse de una multa, ya que quería ser Sheriff.
    Más tarde, se dieron cuenta de que Aaron se unió a los verdes; este acto de hipocresía y traición, hizo que se separaran de él. La relación de amistad de Eufenio y Juan con Frank era buena, Frank conocía a más gente, socializaba bastante mientras trabajaba y descansaba, aunque eran colegas, pero no congeniaban como con este primer grupo.

    Aunque Frank quería huir de la delincuencia por recomendaciones de su hermano, la llegada a la ciudad fue complicada. La influencia de Juan Paniagua o de Eufenio, influyeron mucho en él. Más tarde conocería a Mackenzie, que se uniría al grupo y harían buenas migas.
    Al cabo de los días, Frank se dió cuenta lo difícil que era la vida en la ciudad, a pesar de las muchas oportunidades en la presa, en el mercado central o en el punto de reciclaje, no le llenaba bastante y no le servía para pagar las deudas y mucho menos para pagar la fianza de su hermano. Una cosa llevó a la otra y pasaron de jugar al billar, a acabar robando coches.

    No pasó mucho tiempo hasta que Eufenio citó a todos con una chica llamada Ancora, un tipo llamado Yun y otro hombre llamado Liam. Con estos dos últimos congeniaría, aunque no tanto con la primera. Ancora quería crear algo así como una familia, pero era demasiado impulsiva y quería todo muy rápido, solo eran colegas, no tenían tanta confianza.
    Pero una cosa buena trajo esta unión, y es que, se conocieron todos mucho más y empezaron a trabajar en conjunto. Todos menos Ancora, quien iba más por libre y en otro horario, por eso no tardaron en explicárselo y separarse de ella.

    La idea de trabajar en conjunto seguía ahí, aunque no bajo ningún nombre, cada uno por su cuenta, con sus contactos, al menos en aquel momento...
    Juan, a quien suelen llamar el viejo, daba muchas ideas extrañas y las llevábamos a cabo, tenía dotes de liderazgo y muchos contactos. Algunos días, hicieron de funerarios y robaron un coche fúnebre, en otra ocasión hicieron de fontaneros para buscar trabajo y hasta afiladores de cuchillos en una fiesta. Ya fuera por pasarlo bien o por alguna argucia que les diera dinero, aunque no es que salieran muy bien. De hecho, una de ellas, acabó en un secuestro por parte de los verdes para una licorería, en el cual Frank por consejo del viejo, se golpeó en la cabeza fingiendo que le había pegado para que rompieran negociaciones, no sirvió de mucho, aunque se libró de la multa por no llevar DNI.

    Gracias a los contactos de Juan y al grupo, que se sabía mover siguiendo alguno de los rumores que escuchábamos, conocimos diferentes puntos de interés, tales como el ácido, los robos de coche y más tarde la soda cáustica o un tipo que a cambio de dinero negro te ofrecía un trabajo de robo de coches un poco más peligroso. También tuvimos un trato una vez, con un tal Jacinto, que junto a un tal Ed Corripio casi timan al grupo a cambio de una pistola; esto fue la primera vez que Frank tuvo que esconderse y lo pillaron, por lo que tuvo que correr. Fue la primera vez que pasó tanto peligro en la ciudad, aparte del secuestro para la licorería.

    Viendo que la soda cáustica era peligrosa y que el ácido podía ser un negocio rentable, comenzaron a reunir todo el ácido que pudieran día tras día, además de robar chatarra para venderla, buscando cada día nuevos contactos para todo tipo de negocios por la ciudad. En ese momento, Frank se llevó el primer disparo por parte de un residente, en un pueblo del norte, en el que acabaron por casualidad.
    En ese momento Mackenzie consiguió contactar con los verdes, con un tal Frank y aunque teníamos razones para odiarlos, podían ser un contacto útil que utilizar. Gracias a este contacto, conseguimos información valiosa y un contacto para conseguir armas, lavar dinero y vender el ácido.

    Fue entonces cuando Frank se llevó dos disparos por meterse dónde no debía, en el mismo punto del ácido. Gracias a esto aprendería otra lección muy importante. Mackenzie, a quien Frank llamaba y llama Kenzie por confianza, les dijo que vistieran de blanco como le dijeron los verdes y así no tendrían problemas. Eso solo duró la primera semana, que además fue muy productiva, ofreciendo 650 unidades de ácido a los verdes a cambio de mucho dinero negro, que más tarde prometió limpiar.

    Tras los dos disparos de Frank, Juan Paniagua no fue el mismo, hacía tiempo que sufría de depresión y trató de suicidarse. Esto unió mucho más al grupo: Kenzie, Eufenio, Yun, a quien llamaban Chino y Liam, quienes se desvivían por la salud del viejo.

    Gracias a esto, conocieron más a este señor, los motivos por los cuales se tiró y conocieron a algunos de sus amigos de los que nunca hablaban. Juan fue muy importante para unir al grupo y de hecho, sin él, Frank estaría muy perdido, ya que le dio muchos consejos importantes que le salvaron la vida. Entre los muchos contactos, conocieron a una buena chica llamada Sandra, que hizo buenas migas pero estaba muy al margen de todo esto, ella estaba cuando el viejo de intentó suicidar y, preocupado por el viejo, pasó muchas horas en el hospital con el grupo.

    Tras despertar, se fue de vacaciones y no volvió a estar tan unido al grupo, se fue por su cuenta, pero para ellos siempre será un amigo con el que contar cuando vuelva de sus viajes.
    A la semana siguiente comenzaron los problemas. El punto de ácido no era seguro. Hombres de negro aparecían por allí y disparaban a la mínima. Para Frank que lo robaran o secuestraran en el yellow, al igual que a sus amigos, ya no era el mayor de sus problemas. Esos hombres de negro, chantajearon a Liam y lo usaron para robar una licorería y más tarde a coger ácido para él.

    Ahora había un conflicto, Mackenzie trabajaba para los verdes directamente y aunque ellos sabían que había gente de blanco trabajando para ella, no se metían mientras cumpliera con los pagos. Los verdes sabían que Frank trabajaba con ella, era al único al que habían visto campando por allí junto a ella cogiendo ácido. Por otro lado, los de negro conocían a Liam y ninguna de las dos bandas podían relacionarlos o estarían muertos.

    Por esa razón, se aprovecharon de que gracias a esto, la información era mayor, pero esto traía más peligro. La mayor parte del tiempo vestían de blanco, pero con los Sheriff campando más tiempo por la zona y con los hombres de negro purulando aquel lugar, solo Liam estaba siendo realmente productivo, aunque le pagaban mucho menos que los verdes por el ácido y además era por chantaje. Lo único bueno que sacaba, era que el pago era en blanco.

    En los siguientes días, si bien conocieron a más contactos como los azules, a los que venderle chatarra o comprarle diferentes cosas, o los naranjas, que a pesar de estar desaparecidos parece que tenían armas largas y movían el negocio de la soda cáustica, también conocieron nuevos contactos que vendían otro tipo de armas a mejor precio. Igual que con la chatarra, estuvieron semanas buscando el mejor postor. Entre esos amigos, una chica, Hannah, también parecía de confianza y enseñó a Frank a coger corales y a cambio, él, sin contarle demasiado le enseñó lo del ácido para que se ayudaran mutuamente.

    Mackenzie fue secuestrada por alguien, Frank y el resto pensaban en los de negro, aunque no tenían, ni tienen ni idea de quienes han sido. Le sacaron información del número de dos Franks relacionados con el ácido: el verde y su amigo Frank, al que llamaron en anónimo y trataron de sacarle información. A Kenzie la liberaron sin hacerle mucho más; ya tenían lo que querían. Eufenio y Sandra tenían muy buena relación y aunque esta última no supiera todo lo que hacía el grupo por las noches, sí que acabó enterándose de algunas cosas, para finalmente Eufenio contarle todo. Aunque le costó aceptarlo, parece que su preocupación por el estado de Kenzie y todo lo ocurrido, le forzó a aceptar la situación.

    Frank no se tomó esto bien, a pesar de que sabía que no debían ir solos, se sentía inútil y trató de ir, aunque lo hizo a bastantes metros, con prismáticos, escondido en un arbusto. Intentó que no lo vieran y no quería actuar, tan solo quería vigilar para contar cuantos eran y si volvían a pasar por allí, pero no salió bien. De alguna manera lo vieron, el sigilo no era el don de Frank y lo dispararon dejándolo bastante tocado.
    Liam, que ya había discutido con Mackenzie, discutió con Frank y actualmente están un poco peleados. Frank se siente culpable por lo ocurrido y quiere hacerlo mejor, teme fracasar y cometer otro fallo que ponga en peligro al grupo.

    Por último, Kenzie se enteró de que los verdes perdieron su contacto de lavar dinero y aprovechó para comprar algunas pistolas con dinero negro, al mismo tiempo Frank y el Chino fueron a un cumpleaños de contactos conocidos de Yun que parecían de confianza, para terminar comprando también armas por otro lado. Ahora, el grupo está armado con pistolas pesadas, de 50 milímetros y vintage.
    Al final, Eufenio con ayuda de Mackenzie y Liam trataron de robar una joyería, aunque salió mal el bloqueo y terminaron encerrando a Eufenio unos meses. Algún día tendrán que volver a intentarlo y no fracasarán.

    Liam se enteró de que los de negro no tienen contacto de armas y sabiendo que tampoco hay contacto de lavado de dinero, el grupo cree esto una oportunidad perfecta para dar un golpe y posicionarse. Ahora, con armas, tienen un duro entrenamiento para estar listos para disparar antes que sus enemigos.

    Pasó el tiempo y ambos entrenaron, Frank conoció más contactos y se integró más con todos ellos, entrenando y mejorando sus habilidades. Entonces su hermano le llamó, había tenido problemas en la cárcel, así que decidió ir a Liberty City un año y unos meses

    Para cuando volvió, todo había cambiado, la ciudad no era la misma, así que decidió mudarse a otra ciudad, dónde no esperaba encontrarse ningún conocido, aunque Frank se llevó una grata sorpresa.

    Hobbies

    • Le gusta escribir temas, pero aún más improvisar o echar batallas de rap.
    • Le encanta la adrenalina. Sobre todo la carrocería, la velocidad y disparar armas. Aunque trate de evitarlo para no meterse en líos.
    • Le encanta escuchar rap.
    • Hace Graffittis y le gusta el arte urbano.
    • Le gustan las carreras de coches.
    • Le encanta el NBA. Es de los Knicks de Nueva York y su jugador favorito es Carmelo Anthony.
    • Hace basket a veces.
    • Le gusta el boxeo y el MMA sobre todo. También las peleas callejeras. Veía con su abuelo las peleas de Tyson.
    • También le gusta un poco el baseball, es de los New York Yankees. Aunque no es su pasión, piensa que es un deporte más de blanquitos.
    • Su comida favorita es la comida basura, entre ellos la pizza. Aunque también le apasiona un buen chuletón.
    • Entre sus artistas favoritos está Big Pun, Eminen, Biggie o Tupac.

    Adjetivos

    • Con sentido del humor.
    • Honesto con sus allegados.
    • Muy leal.
    • Un poco calculador a veces, aunque también le gusta improvisar.
    • Es algo impaciente.
    • Algo perezoso, excepto con lo que le gusta.
    • Es bastante lógico
    • Es empático con los que le rodean.
    • Puede llegar a ser muy frío con desconocidos o sus enemigos.
    • Vengativo, sobre todo si le tocan a sus familiares.
    • Honesto y generoso con los suyos, pero al mismo tiempo es avaricioso. Todo para él y los suyos.
    • Suele hablar con jerga urbana.

    Objetivos
    Frank intentaba huir de la delincuencia y centrarse en su música, aunque su avaricia hace que lo más importante para él, sea salir de la pobreza, además de poder sacar a su hermano de la cárcel con un buen abogado, disfrutar de un buen coche y una buena vida, que nunca ha tenido.
    Pero al llegar a otra ciudad, con su nuevo grupo de amigos, se volvió a meter en la delincuencia. No obstante, no quiere ser un pandillero más, si ha de hacerlo, lo hará sutilmente y de la forma más discreta posible.


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