Ermenegildo Sapopeta



  • Ermenegildo Sapopeta – 26 AÑOS.

    Asterio y Antonia, jóvenes que decidieron irse a vivir juntos cuando apenas
    superaban los 20 años. Se convirtieron en una humilde familia que se
    acomodaron en una granja situada en el oeste de Europa. Pasado unos años,
    le dieron la bienvenida a este mundo a Ermenegildo. Desde pequeño, a nuestro
    amigo "Erme" se le enseñó a hacer el bien, basándose en el respeto de toda
    persona, especialmente a su familia y amigos. Desde los 7 añitos, ayudaba a sus
    padres y su hermano en el pequeño huerto y en las tareas domésticas.
    A medida que "Erme" crecía, se le asignaban tareas de más importancia y
    responsabilidad. Al cumplir esos magníficos 15 años, decidió ayudar a su
    padre Asterio en su pequeño y modesto taller mecánico a escasos 2 kms de su
    humilde granja.
    Día a día, nuestro protagonista iba formándose en aquello que más le
    gustaba, la mecánica. Daba igual el tipo de vehículo que fuese, desde un
    ciclomotor hasta los gigantes que hacen "psss, psss".
    Esta pequeña familia, fue avanzando sin novedades hasta llegar a los 25
    años. Una noche, hablando en familia mientras se cenaba, Ermenegildo
    expresó su idea de viajar a una gran ciudad para poder relacionarse
    con gente y encontrar una mujer con la que formar una hermosa familia.
    Como es lógico, la idea se les hacía muy duro que su "pequeño" se fuese
    solo a una gran ciudad. Intentaron mediar con él para que recapacitase,
    pero al escuchar los argumentos que exponía "Erme", se daban cuenta que su
    pequeño había madurado más de lo que esperaban. Habló con su gran amigo de
    la infancia Juanquín Bonaparte para despedirse durante un tiempo pero a este
    le surgió la necesidad de acompañar a su "hermano".
    Allí comenzaron ambos a trabajar duro como repartidores, basureros, pescadores
    e incluso de mineros.
    Un día, desempeñando su oficio de repartidor, se cruzó en su camimo su querido
    primo Arkerito Gonzalez, un joven trastornado por la separación de sus padres.
    El conocer a su primo, harían a dichos viejos amigos cruzar líneas que no
    se imaginaban en ningún momento de sus vidas. Poco a poco, iban conociendo
    gente y ampliando su círculo de amigos, los cuales hacían empeorar la actitud
    de estos jóvenes, convirtíendose en temerarios y sin los principios que partieron
    desde pequeños.


Accede para responder