Phoenix Booker



  • NOMBRE COMPLETO: Phoenix Booker

    EDAD: 26 años

    LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid/España

    NACIONALIDAD: Española

    SEXO: Hombre

    PADRES:

    • Padre : Jones Booker es un hombre de 1.80 cm, 54 años, ojos verdes, cabello castaño y complexión atlética, muy trabajador desde siempre y cariñoso con su familia. Trabaja en una empresa de transportes la cual antaño no le permitía estar en casa todo lo que a él le hubiera gustado, pero gracias a eso podía darles una buena vida, aunque a día de hoy solo se dedica a papeleo. Sufrió mucho la pérdida de su mujer, aunque intentó no demostrarlo en exceso para no preocupar a su hijo.

    • Madre : Shannon Eve era una mujer de 1.64 cm, 49 años, ojos pardos, cabello Moreno y complexión muy delgada, trabajadora aunque un poco rebelde en su juventud, después de tener a su hijo decidió dejar el trabajo como repostera. Fue una madre muy cariñosa y quizás demasiado sobreprotectora con su hijo. Era la cabeza pensante de la familia y la que administraba el dinero de la casa. A los 44 años se le diagnosticó Alzheimer y 5 años después falleció.
      APARIENCIA FÍSICA: Altura 1,88 cm, peso 82kg, ojos pardos, cabello moreno y complexión atlética.

    PERSONALIDAD: Es un persona muy educada, orgullosa, trabajadora, le gusta mucho ayudar, piensa siempre las cosas seriamente, es completamente fiel a sus amigos, no le gusta engañar a no ser que no le quede otra opción, suele tener un cambio de humor brusco si se le intenta molestar aunque es una persona bastante tranquila.

    INFANCIA: Nació en un pequeño hospital de Torrelaguna, un pueblo de Madrid, en donde estuvo viviendo con sus padres y sus abuelos. A la edad de 4 años, debido al fallecimiento de su abuelo y al ingreso de su abuela por culpa de los cuidados que necesitaba, sus padres decidieron mudarse a la capital para cambiar un poco de aires y evitar que todo esto pudiera afectarles más.

    Se mudaron a un apartamento el cual estaba más cerca del trabajo de su padre y del nuevo colegio al que iba a empezar a asistir el pequeño Phoenix. Los primeros años pasaron sin ningún problema mayor, Phoenix era un niño alegre al que le encantaba jugar ya fuera solo, con su madre o, cuando podía sacar algo de tiempo del trabajo, con su padre. Era un niño espabilado y muy curioso, toqueteaba todo y le encantaba preguntar a sus padres o su profesor sobre cualquier cosa que estuviera viendo, además estaba muy contento con las clases en el colegio ya que se lo pasaba muy bien con sus compañeros y aprendía bastante, demostraba ser un niño bastante inteligente.

    Los siguientes años siguieron con normalidad, tenía el curso escolar a lo largo del año, se iba de vacaciones con sus padres en los veranos a la playa, le compraban regalos por su cumple o como recompensa si sacaba buenas notas, pero si le tenían que echar la bronca o darle un cachete porque se lo merecía, lo hacían. En general eran una familia normal, el pequeño realmente no cambió mucho dado que siempre intentaron inculcarle el hecho de ser educado o al menos no faltar al respeto, ser buena gente y siempre ayudar a los demás. Por su parte Phoenix se volvió un poquito más tímido, seguramente a causa del hecho de haberse vuelto demasiado buena gente, tanto que llamaba la atención de esos compañeros de clase a los que les gustaba hacerse notar.

    Uno de los días que más marcaría al pequeño Phoenix sin él saberlo, fue cuando cumplió los 10 años, con el regalo de sus padres de su primer ordenador. Hasta este momento solo había podido trastear un poco con el ordenador de su padre cuando él le dejaba o cuando estaban jugando juntos. El hecho de tener un ordenador propio ahora, le brindaba una cantidad enorme de opciones. Gracias a esto pudo adentrarse mucho más en todo el mundo de la informática, aun sin saber, para bien o para mal, lo importante que sería esto para su futuro.

    JUVENTUD: Recién terminados los estudios obligatorios con 14 años, tocaba pensar cual era el siguiente paso y en qué dirección irían sus estudios a partir de ahora. Sin mayores problemas eligió rama de ciencias dado que le resultaban mucho más atractivas y se le daban mucho mejor.

    Por otra parte, su relación con sus compañeros de clase se redujo bastante, se llevaba bien con todos en general, aunque como es más normal tenía un grupo con el que se llevaba mucho mejor y otro grupo con el que prefería no mediar palabra.
    Su pasión por la informática fue aumentando conforme iba pasando el tiempo y avanzando en sus estudios, hasta el punto en el que decidió que era la carrera que iba a cursar, y puesto que llevaba unas notas bastante buenas sabía que no iba a tener muchos problemas para entrar. Pero al igual que aumentaban sus ganar de estudiar, también lo hacia su extraña suerte.

    Un día como otro cualquiera estando con sus amigos en la hora de descanso, se alejaron un poco del instituto para poder estar más tranquilos, y como siempre hacían pues algunos se comían un bocata, otros se tomaban alguna bebida y otros aprovechaban para fumar en este rato. Phoenix no fumaba e igualmente intentaba que sus amigos más cercanos tampoco lo hicieran, y aunque tampoco era muy pesado, siempre tiraba alguna indirecta referente a ello debido a la educación que había recibido notaba que era algo que tenía que intentar hacer por ellos. Se acercaba la hora de terminar el descanso y volver a clase, cuando uno de ellos tiró la colilla del cigarro al suelo y no la apagó. Phoenix se dio cuenta de esto, así que se acercó, la pisó para apagarla y la tiro a la papelera más cerca, sin haberse fijado que no estaba del todo apagada.

    En mitad de las clases se empezaron a escuchar las sirenas de los bomberos, lo cual alerto a todo el mundo cuando el camión se paró al lado del instituto, puesto que el camión no estuvo mucho y el ruido de gente se dispersó rápidamente, decidieron seguir con las clases como si nada, y al salir, Phoenix decidió acercarse a donde se había escuchado el camión de bomberos, puesto que llevaba un rato con la mosca detrás de la oreja, preguntándose el porqué del revuelto de antes. Se llevó un buen susto al darse cuenta que la papelera donde que había tirado la colilla antes estaba en el suelo, medianamente derretida y quemada, llegó a la conclusión de que posiblemente haya sido culpa suya y pese a que no había causado ningún problema grave, el hecho de haber hecho algo bueno y haberle salido bastante mal el resultado, le dejó bastante mal cuerpo.

    Y sin el saberlo, este sería el primer suceso de una larga lista la cual terminaría achacando a su suerte tan extraña, puesto que tan pronto le pasaba algo malo, tan pronto le sucedía algo bueno, una especia de compensación por el karma, aunque nunca era totalmente equitativo, normalmente siempre tiraba la balanza hacia el lado malo. Se fue acostumbrando a estas cosas, y tan pronto el pasaba algo se auto-convencía de que era por su suerte, puede que todo esto fuera una forma de aliviarse mentalmente o intentar justificarlo de alguna forma. Podía ir desde algo tan tonto como librarse de exponer un trabajo de la universidad o una cagada de un pájaro en la chaqueta nueva, hasta cosas como el ruido que hacían todo el santo día sus nuevos vecinos, los cuales se acababan de mudar al piso de arriba de su apartamento.

    Al terminar el instituto Phoenix se puso a cursar la carrera de ingeniería informática, la cual terminó con pereza pero sin mayores problemas y fue donde conoció a su novia Sophia, a quien conoció gracias a unos apuntes que le hicieron falta para un trabajo, y al que sería su mejor amigo Liam, al cual conoció porque fue uno de sus compañeros de piso, al menos durante todo el tiempo que estuvo en la universidad.
    Después de terminar la carrera estuvo de prácticas durante unos meses en una empresa de desarrollo de aplicaciones, al principio no hacía mucho más que revisiones, pero más tarde lo tuvieron programando, aunque al terminarlas lo echaron, puesto que solo querían gente que les sacara trabajo de gratis. No conseguía encontrar ningún otro trabajo y por ello estuvo a punto de meterse de repartidor, pero justo le salieron un par de ofertas donde estuvo trabajando en más del mismo estilo que la anterior, básicamente solo querían alguien que les sacara el trabajo mientras estuvieras de pruebas, por suerte el padre de Liam tenía una empresa la cual necesitaba a un informático, para mantenimiento de sistemas y puesto que Liam no podía dado que la primera empresa a la que fue lo contrató, le dijo a Phoenix si le interesaba.

    La vida de Phoenix durante los siguientes 4 años, mejoró bastante en todos los sentidos, su relación con Sophia se afianzó más, tanto que incluso habían hablado sobre el matrimonio. Su trabajo en la empresa del padre de Liam le resultaba muy cómodo y aunque no fuera el mejor pagado, le permitía vivir de él y poderse dar algún capricho de vez en cuando. Y su amistad con Liam pese a que se enfrió un poco durante un tiempo después de terminar la universidad, el hecho de trabajar donde su padre, ayudó a que se acercaran otra vez.

    Pero todo su mundo dio un vuelco, el día que se enteró de la relación que estaban teniendo en secreto Sophia y Liam, fue una traición que realmente lo destrozó. Liam había sido un buen amigo desde que se conocieron, o eso pensaba él, pero Sophia era el amor de su vida, la persona con la que quería pasar el resto de sus días, no es algo que pudo asimilar fácilmente.

    Debido a todos los acontecimientos decidió cortar toda relación con esos dos y mudarse con su madre Shannon. Phoenix siguió yendo al trabajo, aunque cada día con menos ganas, además estaba el tema de su madre, la cual desde hacía unos años había desarrollado Alzheimer, y aunque iba empeorando lentamente, desde hacía un tiempo se había acelerado bastante el proceso. Desde el primer momento que empezó a empeorar hace ya bastante tiempo, habían contratado a Abigail, una mujer joven con estudios en enfermería, para que entre ella y su padre la pudieran atender correctamente. Aunque ahora ya no hiciera falta, ya que él podría ayudar mucho más en la casa, decidió no despedir a Abigail, dado que le sabría muy mal, echar a alguien que había ayudado tantísimo a su familia.

    Al cabo de cuatro meses sucedió lo inevitable y su madre falleció. Literalmente estos años había perdido prácticamente a todas las personas importantes de su vida, solo le quedaba su padre Jones. Él estaba al tanto de todo lo sucedido últimamente alrededor de la vida de su hijo, y puesto que él se encontraba bien y podía estar perfectamente solo, le aconsejo que diera un cambio de aires a su vida, que se refrescara un poco e intentara olvidar todo lo sucedido, que visitara lugares lejanos y conociera gente nueva, que aproveche ahora que es joven y tiene esa libertad de poder hacerlo.

    ACTUALIDAD: Phoenix está en un avión de camino a Los Santos. Decidió hacer caso a su padre e intentar experimentar algo nuevo en su vida, darle una vuelta de tuerca. Jones le acompañó al aeropuerto para despedirle y Phoenix le prometió que seguirían hablando a menudo. Puede que Los Santos no sea la mejor ciudad para empezar, la más tranquila o la más amigable, pero teniendo en cuenta como tiene el contador de suerte ahora mismo, espera que aquí todo no vaya a acabar igual.

    EDUCACIÓN: Graduado en Ingeniería Informática.

    OTROS: Por todo el problema con su suerte, tiene la costumbre de aprovechar sus rachas de mala suerte para ir a apostar, por lo que sufre un poco de ludopatía. Sabe controlarse, pero a veces se le puede ir de la mano.


Accede para responder