Ernestino Salaberry



  • Nombre:
    Ernestino Salaberry

    Edad:
    34 años

    Nacionalidad:
    Uruguayo

    Historia:
    Ernestino es un ex jugador de fútbol, padre de una niña. Tuvo una infancia complicada, ya que lo abandonó su madre a los tres años. Su padre trabajaba todo el día, por lo que era cuidado por su abuela. A los 13 años tuvo que salir a trabajar con su padre, ya que no tenían plata para comer, solo para pagar las cuentas y la casa.
    Vivían en un barrio muy complicado, por lo que un día decidió que así no podía seguir y decidió probar suerte jugando al fútbol. Se probó en Atlas FC, y allí empezó todo. Los primeros años fueron complicados, y es que no jugaba mucho y hacía un sacrificio enorme para ir a entrenar. Un día, previo a una final por el campeonato, el entrenador le advirtió de que iban a estar en la tribuna representantes del Flamengo, de Brasil. El partido arrancó mal, con un 1-0 de ventaja para el rival y Ernestino no estaba teniendo una buena actuación. Faltaba poco para el final y jugaban con un hombre de menos, hasta que llegó la oportunidad. Un pelotazo al área rival logró conectar con la cabeza de Ernes, consiguiendo que anotara el empate para el Atlas. Luego, casi al final de la prórroga, un tiro libre le permitió hacer el gol de la victoria. Semanas más tarde, y casi como si todo hubiera pasado en un abrir y cerrar de ojos, ya era el nuevo fichaje del Flamengo.
    Con su llegada al equipo brasileño su vida cambió. Pudo hacer que su padre dejara de trabajar y comprarle una casa a su abuela. Pese a ello, su presencia en el equipo era nula, y a duras penas le tocaba jugar de suplente algún partido de poca relevancia. Poco a poco su vida empezó a ser más difícil de lo que esperaba, y la tentación entre mujeres y drogas no ayudaba a que prospere en su carrera. Al año de haber fichado por el club, recibió la dura noticia de que su padre tenía cáncer terminal, lo cual terminó de echar por tierra su futuro. Al fallecer su padre, la droga se volvió su única pasión, y el mundo de la noche terminó acabando con él. A los meses, le rescindieron el contrato y se vio nuevamente en Uruguay, en su viejo barrio, viviendo con su tío y sin dinero.
    Por suerte para él, no terminó todo ahí. Adabela, una bella mujer a la que había conocido en Brasil, se comunicó con él luego de saber lo que había pasado con su carrera. Decidió ofrecerle ayuda y trabajo en una fundación llamada Social Sportivo, dedicada a trabajos sociales para niños residentes en zonas marginales. Ernestino logró recuperar allí su felicidad, y en poco tiempo pudo rehacer su vida y establecer una relación de pareja con Adabela.
    Tiempo después nació su hija, el nuevo motor de su vida y razón de seguir adelante. Por ello, con muchas energías y ganas de salir adelante, emprendió su viaje junto a varios viejos amigos hacia la ciudad de Los Santos, en busca de un futuro mejor para su familia.


Accede para responder