Wade Willson



  • Nace el 13 de noviembre de 1999 en la ciudad de Santiago, (hijo de Sara y de Juan, un ex militar retirado)
    Su infancia la pasó mayormente en colegios pobres de la ciudad, ya que la madre quería que fuera una persona de bien, mientras que el padre quería que fuera un militar al igual que él.
    A los 18 años su padre lo envía obligatoriamente al servicio militar, donde comenzó como una persona bastante tímida, muchos de sus compañeros lo trataban a punta de insultos y golpes; mientras fueron pasando los días como militar aprendió a defenderse, a pelear y a utilizar armas con un alto desempeño; aparte que también se desenvuelve de manera bastante progresiva en el área de la salud, siendo parte del equipo de enfermería donde es certificado también por la institución; durante esos 2 años se convierte en alguien fuerte y seguro de sí mismo.
    Al salir del servicio militar se dirige a su casa, donde al llegar se encuentra con una gran sorpresa, no había nada más que cenizas que quedaron de un incendio, al ver tal sorpresa se dirige a la casa de su abuelo Ernesto, por parte de su padre quien era el único familiar cercano que le quedaba aparte de su hermano a quién no veía hace mucho tiempo; su abuelo con mucho pesar le cuenta del accidente donde sus padres quedaron envueltos por llamas al parecer por causa de ladrones que incendiaron el lugar completamente luego de haber golpeado a Juan que intentó detenerlos. Wade se muda con su abuelo e intenta seguir su vida a pesar de su pérdida.
    Durante 2 años Wade se convierte en un empleado, trabaja manteniendo a su abuelo, hasta que lo despiden, segado por la rabia, la frustración, comienza a pelear por dinero, debido a su preparación física en el servicio se desempeña muy bien en la pelea, hasta un día muchos de los peleadores derrotados y sedientos de venganza, ya que en el lugar donde se llevaban a cabo éstas peleas era un lugar de mala muerte lleno de personas que harían lo que sea por dinero; éstas personas buscan al abuelo de Wade y a modo de venganza le dan fin de la misma forma que a los padres, incendiando el lugar.
    La noche del incendio Wade llega al lugar donde encuentra la casa en cenizas, sin palabras y lágrimas corriendo por su cara no piensa nada más que en la culpa que siente al haber causado la muerte de su abuelo y como un castigo vivir lo mismo de sus padres.
    Al pasar unos meses Wade es empleado en un centro de salud donde logra mantenerse progresivamente, busca un lugar para vivir, logra juntar suficiente dinero para dejar esa ciudad, con desgracias, pérdidas y decide ir a la ciudad de Los Santos a recomenzar de cero, reinventándose y dejando todo atrás.
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