Your browser does not seem to support JavaScript. As a result, your viewing experience will be diminished, and you may not be able to execute some actions.
Please download a browser that supports JavaScript, or enable it if it's disabled (i.e. NoScript).
LOS COLOCHOS
Las élites criminales de Los Santos están representadas por traficantes internacionales que mantienen el flujo de drogas haciéndose pasar por los "Invisibles", es decir, los negociantes ocultos del comercio de ilícitos, que organizan el envío de cargamentos de varias toneladas de drogas y armas mientras ostentan respetables vidas entre las élites sociales y económicas de Los Santos. Muchos comenzaron como lavadores de dinero o testaferros, Han sabido sobrevivir y prosperar durante décadas, alejándose de los trabajos sucios, ocultos tras fachadas legales construidas cuidadosamente.
Si bien las élites criminales están constituidas por nodos de fluidas redes de dinero y poder, el hampa todavía requiere estructuras que puedan ejercer control territorial, manejar directamente las actividades criminales e imponer reglas y relaciones de forma violenta. En el panorama criminal de hoy, cada vez más fragmentado, este papel lo cumplen diversos actores criminales pertenecientes a los Colochos.
La mayoría de los diferentes integrantes del grupos criminal se dedican principalmente a prestar servicios a narcotraficantes y otras élites criminales. Sin embargo, también han diversificado su cartera criminal, y además del comercio de drogas se dedican a una larga lista de actividades criminales, como la extorsión, el microtráfico y la minería ilegal.
A fines de los años 1990 hasta principios de los 2000, el Cártel de Los Colochos, ejecutó decenas de actos ilícitos, dejando secuelas dolorosas en la sociedad de Los Santos. Este Cártel es una organización ilegal dedicada a la producción y distribución de armamento y droga.
Todo empieza en el 2010, cuando los hermanos Figueroa empiezan a traficar droga hacia Los Santos, siguiendo las mismas rutas que usaron con el tráfico de armas en los años anteriores. Existía mucha demanda de armas en ese entonces en la ciudad.
Nel y su primo Alejo, ya estaban en el negocio de las armas. Se dedicaban a recoger en callejones los cargamentos que llegaba desde otros carteles para después distribuirlos en la ciudad
Valentín, quién ya se dedicaba al robo de autos y contrabando de cigarrillos, se asocia con los hermanos Figueroa, para aumentar su capacidad de producción.
Manejaban los laboratorios y vendían las armas a los distribuidores y controlaban la comercialización en Los Santos, donde las ganancias eran mayores que en otras ciudades.
Al poco tiempo se sumó al grupo Gigi, quien tenía un mapa de una isla en Cayo Perico, donde cargaban droga los aviones y de esa forma aumentaron el volumen de los envíos y por ende sus ganancias
Los integrantes del Cártel empezaron a exhibir sus grandes fortunas provenientes del narcotráfico. Algunos utilizaron sus fortunas para figurar en la política y otros hicieron grandes regalos, como carros y propiedades, a personas que vivían en el basurero de la ciudad.
Mudanza