Lester Evenson



  • Lester Evenson nació en Nevada, pero su familia era irlandesa, de ahí su apellido y su afán por las fiestas y la cerveza. Es moreno de nacimiento, alto, con ojos marrones un poco agrandados y de pelo negro corto. Siempre vivió en la modestia en su barrio de su Estado natal, sus padres, que eran panaderos y muy creyentes, le criaron bajo la palabra de Dios y ganaban lo suficiente para subsistir y para darle algún capricho a su único hijo. Debido a esto, estudió en un colegio religioso a las afueras de la ciudad, lugar donde entabló varias de las amistades que le acompañarían a lo largo de su niñez y adolescencia. Desde pequeño era muy aficionado a los deportes y destacaba en ellos, tenía el físico perfecto para ser uno de los mejores aleros del país de su generación (a la edad de los 16 años media ya 1,93 m y pesaba 86 kg teniendo una complexión de un sujeto marcado (medio fornido)), de hecho, a los 16 años abandonó sus estudios para centrarse en los deportes. Sus padres no le apoyaron nunca en esa decisión, pero siempre se excusaba en que el ganaría lo suficiente para sacar a su familia de la mediocridad; sin embargo, en el peor momento posible, al llegar a los 18 años, sufrió una rotura del ligamento cruzado que no le permitiría volver a practicar un deporte de contacto y se tuvo que dedicar al gimnasio para permanecer en buen estado físico. Y ahí estaba Lester, con 18 años y sin tener estudios y con la carrera deportiva de sus sueños estropeada por un infortunio.

    Tras la lesión estuvo 6 meses que no quería/podía salir de casa, pues esta le causó un gran impacto emocional a Lester, comenzó a perder amigos por la falta de contacto y de descuidarlos.Ante esta situación, sus padres le adoptaron un perro a ver si comenzaba a volver a reir, lo consiguieron. Al principio la relación entre perro-humano era muy fría, Lester seguía muy tocado por la lesión. Poco a poco comenzaron a tener confianza el uno sobre el otro y Lester se la pasaba todo el día con su perro. Como siempre, como si fuera por arte de magia y como si de la misma definición de la Ley de Murphy se tratase, un día, mientras el padre lo sacaba a pasear, un atropello acabó con la vida del perro. La felicidad es pasajera, no habían entablado mucho tiempo juntos, pero lo quería como a un hermano que nunca tuvo. Volvió su miedo, la soledad. Comenzó a beber casi a diario, y la poca actividad física hizo que bajara de forma, sólo salía de casa para ir al hospital. Pero un día, todo cambió. En una de sus sesiones de rehabilitación cruzó una mirada muy apasionada con una fémina muy atractiva, Elaine, la cual se encontraba ahí porque se hizo un esguince mientras iba de caminata con sus amigos, nada grave. Muy decididos se pusieron a hablar y la química surgió de la nada. Tuvieron una relación de un año y medio donde tuvieron altibajos (pues Lester nunca había tenido una relación seria, siempre fue un picaflor).Tenían gustos similares pero veían de manera distinta el significado de la vida, eran dos caras de una misma moneda, por una parte, tenemos a Lester, la vida le había tratado mal y no esperaba nada de ella, siempre veía el vaso medio vacío; por otra parte, tenemos a Elaine, la felicidad personificada, justo lo que necesitaba Lester para vivir. Vivieron juntos muchas historias, pero lo más remarcable de la relación fue el primer momento en el que Lester conoció a los padres de Elaine, los cuales fueron un poco racistas a primera vista, pues deseaban que su hija no estuviera con un chico de color por la cantidad de prejuicios que hay en América. Por ejemplo, siempre sospechaban que robaría algo de la casa y no le dejaban entrar sólo a ninguna habitación (menos al baño, obviamente); no podían estar más equivocados. Lester siempre ha sido alguien ejemplar gracias a la educación que tuvo, y lo demostró con su nobleza en cada acto que hacía. Sin embargo, lo dejaron porque prefirieron tomar caminos diferentes en la vida al Elaine tener que irse a vivir al otro lado del Pacífico por estudios; sin embargo, siempre estará agradecido a ella porque fue el motivo por el cual pudo sobrellevar esa situación y de volver a cogerle el sentido a su vida.

    Volvió a salir, volvió a reír, volvió a disfrutar, volvió a beber; volvió a ser él. Un Lester reformado ahora tiene unos intereses muy específicos, devolverle todo lo que ha recibido por parte de su familia a ellos mismos, se lo debe todo a ellos y “cree” que está en deuda por enseñarle a ser quien es, de ahí sacamos su personalidad, muy humilde por su lugar de origen, agradecido con su familia. Aprecia todo lo que tiene y es fiel seguidor de la palabra de la Biblia, pero es muy mujeriego y muy burlón cuando tiene más de dos copas encima. Se le coge cariño rápido al ser una persona de confianza. Sus gustos musicales siempre fueron en torno al rap, cuya lírica siempre narraba situaciones de desigualdades que veía reflejada Lester en su día a día. Decidido en formar un futuro se fue de casa con el poco dinero que había ahorrado y ganado con el baloncesto a una ciudad que decidió por un simple motivo, ser el lugar de nacimiento de la que fue, en su momento, el motivo de su felicidad.

    Así es como llega Lester Evenson a la ciudad de Los Santos, donde un nuevo futuro le aguarda, buscando contactos y alguna manera de conseguir el dinero suficiente para prometerle a su familia un futuro mejor.


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