Gastón Piriz



  • 🎖 Nombre: Gastón Piriz.
    💹 Edad: 25 años.
    🚏 Lugar de nacimiento: Campos del norte en Argentina.
    🏞 Nacionalidad: Argentina y mexicana hecha.
    👤 Sexo: Hombre
    👨‍👩‍👧‍👧 Padres:
    -Antonio Piriz Aréfalo.
    -Elvira Juncártico Benavidez.
    👓 Apariencia física: Jóven, siempre lleva poca o nada de barba. Flaco y apenas musculoso. Siempre se lo ve con un gorro negro.
    👥 Personalidad: Siempre intenta de divertir a los demás. Al tener una vida dura, le gusta crear momentos graciosos y hacer chistes. Esto cuando está en su zona de confort. Cuando lo molestan es mejor alejarse, y más si va un poco pasado de copas.

    👲 Infancia: Nacido en los campos del norte de Argentina, la vida de Gastón se rodeó de simples hojas y animales. Siempre le llamó la atención como tenían tantos lujos siendo unos simples campesinos. Antonio, su padre, tenía las mejores bebidas, los mejores relojes, los mejores autos y siempre con la mejor ropa. Un día el padre de Gastón apuradísimo (el sin saber por qué aun) empacó lo que pudo y se fueron a la Ciudad de Buenos Aires, a un hotel. Gastón preguntaba y no le cerraba nada, ya siendo un simple niño tenía sus dudas. No fue mucho tiempo que pasó en la Ciudad, rápidamente se fueron para México, donde iría al colegio y su papá también se estabilizaría muy bien económicamente.
    Con el pasar de el tiempo se le pegó el tono mexicano. La madre, siempre lo abrazaba y le decía que la vida pega, pero que, si en algún momento hay una tormenta, después saldría el sol.

    💪 Juventud: Llegaron los 16/17 años. Se terminaba la secundaria y Gastón al ser de otro país no se incluía mucho en ningún grupo. Lo molestaban sobre su tono medio mexicano medio argentino. Con los de su colegio había tenido problemas ya que le caían mal los “populares” y le pegaban reiteradas veces, aunque nunca corrió, aunque se veía perdido seguía aguantando los golpes. Llegaron los 18, el papá no aguantó más, recuerda la frase que le dijo el padre: “Ahora sí, a la calle. Aunque tu madre no quiera te dará bendiciones y saldrás. Ahora sos un hombre de verdad”. Y claro, todo cerraba. Su padre en México lo llevaba a campos de tiro, Gastón nunca fue bueno, pero lo intentaba. Se logró especializar más que nada en pistolas, nada de armas largas. El papá le designaba tareas de mover droga y paquetes que él no sabía que tenía. La habilidad de Gastón para mentir, escabullirse y esconderse era increíble. El papá nunca lo había pensado, su hijo era oro. A los 20 años le presentó a un amigo suyo, un mexicano hijo de estadounidenses llamado “Gorgory McKenzie”.

    Era gordo, hablaba mejor ingles que español a pesar de su nacionalidad. Ahí a Gastón se le abrieron los ojos de alegría, entraría a un negocio serio por primera vez en su vida. “Entre granjeros nos entendemos brother” decía siempre Gorgory. Todo iba bien, Gastón encargado del negocio del padre y relacionado con Gorgory, plata para él, mujeres, lujos. Y ojo, Gastón no necesitaba esto para ser feliz. Sin embargo, era algo nuevo y divertido. Solo una cosa estaba mal y era que a la madre no le gustaba, aunque se fue acostumbrando. El problema llegó cuando él tenía 23 años, su padre bajo amenazas de narcos poderosos estaba muy estresado, amenazas de muerte llegaban en forma de cartas a todos los lugares donde iban. El papá de Gastón le caía bien a muchos narcotraficantes de poder gracias a su capacidad de hacer dinero, esto claramente creó enemistades y muchísima envidia. Ya viejo, un poco retirado, sacó todos sus ahorros y sacó dos pasajes para irse de nuevo a la Argentina, solo que ahora a un pueblito del sur. Gastón nunca olvidará cuando vio los pasajes: “¿Y yo que hago, papá?" Gastón sorprendido escuchó a su padre que le dijo: “Vos no venís, es casi seguro que me están siguiendo y no te voy a exponer. Necesito que te vayas, necesito que no vengas conmigo y no te resistas, la vida se dio así y hay que entenderlo. Vos te vas a Estados Unidos. En una semana salís para allá. Mientras tanto te vas a quedar con Gorgory, él te va a dar consejos y te va a decir cuál es el plan. Te deposité algo de plata, aunque a Gorgory le tendrás que dar una buena parte y otra me la llevaré yo. Pero no la vas a necesitar más que yo, necesito escapar hijo, por mi vida y por la de tu madre. Nunca más podré salir a la calle, necesito refugiarme los días que me quedan y disfrutar. Te amo.” Llegó el día, se abrazaron los tres. Su madre llorando y su padre enojado se subieron a un avión privado donde irían a Brasil y luego si a Argentina.

    Gastón estaba solo, así que fue con Gorgory. La semana con el gordo mexicano antes de ir a Estados Unidos fueron increíbles. Le contó sobre sus antepasados McKenzie, que hacían, como se manejaban, etc. Le contó trucos de Estados Unidos, como manejarse y como están las cosas allá. Pero faltaba lo más importante: Que hacer al llegar allá, esa duda estuvo en la cabeza de Gastón hasta el último día. Gorgory antes de salir para el aeropuerto le dio una hoja doblada, “Léela en el avión, no te asustes. Suena loco, pero lo vas a lograr.”
    Así fue, sonaba loco y asustaba. La carta solo decía “Te vas para Los Santos, ve para el norte, tu vas de mi parte, vas a hacer lo que mejor sabes hacer, vivir en campos y hacer ilegalidades. Suerte, tienes mucho talento. Recuerda tener siempre la humildad que tuviste siempre, y nunca agaches la cabeza”

    🛫 Actualidad: Gastón está nervioso llegando a los Santos, solo sabe que lo que lo va a salvar son los McKenzie. Le reza a dios encontrar a alguien con ese apellido y que todo lo que dijo Gorgory sea verdad.
    No sabe con qué se espera y tiene miedo, pero también en su cabeza se imagina en una camioneta, una escopeta y dominando el norte de Los Santos. Nacido en un campo, dominar el norte de Los Santos sería vivir en una serie de Netflix para el. Extraña demasiado a su madre y a su padre. Su madre siempre le decía “Que nunca se te borre esa sonrisa que tenes”, frase que le marcó bastante.

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