GEORGE R. FRANKLIN



  • GEORGE R. FRANKLIN

    George Ross Franklin nació el 26 de marzo de 1988 en Nueva York, Estados Unidos. Durante toda su vida, George estuvo viviendo con su familia en uno de los barrios más destacados de la ciudad: Hudson Square, Manhattan. George era hijo de Michael Franklin, un reconocido empresario que controlaba varias multinacionales repartidas por el mundo, y Luna Franklin, quién se dedicó al sector del modelaje profesional e internacional durante muchos años de su etapa laboral. Además, George es hermano de Amy Franklin, quién es 3 años menor que su hermano. La vida de la familia Franklin desde que tuvieron hijos fue espléndida: su nivel de vida, tanto económico como social, eran más que sobresalientes. Se alojaban en el barrio más adinerado de Manhattan, tenían bastante influencia en el mundo laboral, vivían en un apartamento de lujo, pagaban la mejor educación y calidad de vida para sus hijos, y una infinidad de ventajas más.

    Durante su infancia y adolescencia, George fue un niño que destacaba entre los demás. Desde pequeño, a muy temprana edad, empezó a interesarse mucho por su alrededor, investigando y analizando las diferentes cosas a su paso como si de un experimento se tratara. A medida que fue creciendo y sumergiendo en los estudios de primaria, George empezó a demostrar un nivel muy por encima de su edad. Sus padres, quiénes procuraron que su hijo mayor tuviera los mejores estudios posibles desde pequeño, ejercieron mucha presión hacia él. George, pese a todo, se mantuvo frío y su nivel de conocimientos y aprendizaje estaban muy por encima de la media. Paralelamente, el círculo familiar de los Franklin era muy bueno. Eran una familia muy unida en todos los aspectos posibles, y así lo hacían notar de cara a la otra gente. Dentro de esto, destacaríamos la relación entre George y Amy, la cuál era muy buena.

    George llegó a la adolescencia con unas características personales muy buenas. A nivel académico, era un estudiante de sobresaliente, dejando muy atrás al resto de personas. A nivel social, la labia y capacidad de analizar a las personas que George había conseguido eran de admirar, siendo impropias de una persona tan joven. Por otro lado, a nivel físico, siempre fue una persona que practicaba mucho deporte. Estuvo muchos años entrenando a Futbol Americano y, paralelamente, con su familia solían ir cada fin de semana a su casa del bosque, cosa que hizo que George cogiera mucho gusto a las zonas montañosas y de río. Los años iban pasando, y con ellos la demostración de inteligencia, observación y capacidad de George aumentaban. Terminó sus estudios secundarios con una media sobresaliente, lo que hizo que consiguiera una beca de estudios en las universidades más privilegiadas del estado. Tras semanas valorando el tema, teniendo en cuenta sus cualidades a la hora de hablar, debatir, defender argumentos y dar su opinión, George se decantó por la carrera de Derecho en la "New York University School of Law". A partir de ese momento, empezaría una nueva etapa en su vida.

    Durante su etapa universitaria, George trabajó muy duro para estar entre los estudiantes más destacados de la facultad. Recibía el apoyo incondicional de sus padres y de su hermana, quiénes lo apoyaban siempre en todo lo que hacía e invertían todo lo que podían en él. Aún gastando la mayor parte de su tiempo en sus estudios, pensando de cara al futuro, George fue capaz de mantenerse dentro de ese núcleo familiar tan unido. De forma regular, la familia Franklin solía hacer muchos viajes y excursiones por los sitios más privilegiados a nivel de naturaleza, vista y paisajes del mundo. Además, el nivel de vida de la familia seguía siendo exactamente el mismo de siempre, cosa que impulsaba el estado anímico de George al poderse permitir cosas que, a su edad, solo un uno por ciento del mundo haría. Los años seguían pasando. George seguía destacando en su grado universitario, y consiguió graduarse como el primero de su promoción, obteniendo, de esta manera, el Grado de Derecho en la Universidad "New York University School of Law". Cuando terminó, consiguió una plaza en uno de los bufetes más reconocidos del estado. Los jefes de la organización, al ver tanto potencial en un joven de 22 años, decidieron pagarle un Máster en Contabilidad y Organización de empresas, el cuál conseguiría al mismo nivel que la carrera universitaria.

    Lo que George estaba consiguiendo a tan emprana edad era inimaginable. Trabajaba en unos de los Bufets de Abogados más reconocidos del país, dónde consiguió ir aumentando su puesto dentro a medida que pasaba el tiempo y trabajaba en los diferentes casos y trabajo que se le asignaba. Compró un apartamento cerca de la casa de la familia Franklin dónde estuvo viviendo con su pareja durante muchos años. Tenía un buen coche, buenos amigos cercanos, mucho apoyo familiar, capacidades mentales muy altas, una vida genial... Pero eso no fue suficiente para George. Lo que parecía un camino hacia las estrellas, poco a poco fue cambiando su dirección hacia un lado más oscuro. Desde pequeño, George siempre había sido una persona con una capacidad de hablar y manipular a la gente muy fácil. Tras analizarlo muy detenidamente, decidió que podía empezar a sacar más beneficio aún dedicándose a realizar estafas y engaños en contratos. Sin saber cómo, se sumergió en un mundo negro, diferente, dónde las leyes humanitarias eran totalmente desconocidas para él. George empezó a jugar a doble cara: para la prensa, su familia, sus amigos y toda la gente que conocía, era uno de los mejores abogados del estado. Por detrás, George empezaba a hacer contactos con organizaciones criminales que contrataban sus servicios para llevar el tema legal de empresas fantasmas. La cantidad de dinero que George estaba generando era abismal, y su mentalidad poco a poco, aprovechando sus calidades, fue cambiando. A los 29 años George conoció a un contacto bajo el seudónimo de "Bill". Iniciaron una toma de contacto diferente hasta ese entonces. George, quién era conocido cómo Robert Garcia en la otra cara del mundo, recibió una oferta por parte de una organización criminal de Nueva York. La diferencia estuvo en que "Bill", una persona un tanto misteriosa que parecía conocer a la perfección a George, quería al joven Abogado del Diablo para hacer trabajo de campo. Consideraron que las capacidades de George eran más que suficientes para llevar negocios dentro del ámbito ilegal al igual que estaba haciendo hasta ahora. George, dudoso ante la oferta, decidió aceptar.

    Poco a poco Robert Garcia fue metiéndose en más temas ilícitos. Empezó a controlar una red de armas y drogas de todo el estado, repartida también por varios puntos del país. Además, éste fue entrenado física y mentalmente para ser una persona aún más fría, calculadora y sin consciencia. Mientras tanto, engañó a su familia entera y a su pareja, con quién años después cortó, haciéndoles creer que estaba en Europa por cuestiones laborales. Pasaron 2 años en los que George se ganó la confianza de Bill. La organización criminal estaba compuesta de un total de 10 personas, él incluido. Ni la policía ni nadie tenía información sobre ellos. Eran como fantasmas que se movían entre las paredes y hacían movimientos de ajedrez a distancia. George seguía siendo el mismo hombre, aunque poco a poco sus condiciones psicológicas fueron cambiando, hasta tal punto de no saber diferenciar entre el bien y el mal. Cuando cumplió 31, Bill y sus hombres, incluido George, sufrieron una emboscada por parte de una mafia italoamericana en una reunión en Mineápolis, Minnesota, Estados Unidos. Todo el grupo cayó, excepto George Robert Garcia, que acabó en el hospital en estado crítico por un disparo en el pecho.

    George pasó 22 días en coma en Abbott Northwestern Hospital. Cuando despertó, confuso y con muchos Flashes de lo que había pasado, empezó a escuchar a gente preguntándole "Señor Garcia, ¿tiene familia a quién llamar?". En ese momento, analizando la situación y sabiendo todo lo que había pasado, decidió que había llegado el punto de parar. Tras varios días de reposo y observación, George consiguió el alta y cogió el primer vuelo a Nueva York. Cuando llegó, lo primero que hizo fue hacer una llamada a un ex-contacto para que limpiase todo el rastro de Robert Garcia. Una vez hecho, eliminó todas las pruebas que podía tener y regresó a casa, con su familia. Pasó un año y medio más en Nueva York. Montó un Bufet de Abogados a su nombre y empezaron a ganar reputación. En un principio, parecía que George había recuperado su antiguo ser y había dejado atrás todo el mundo que le llevó a ver la muerte pasar ante sus ojos. Poco después, desgraciadamente, la mentalidad oscura volvió a invadir la cabeza del joven George. Decidió empezar a trabajar de forma autónoma solamente en el ámbito legal. Seguía con su reputación dentro del Estado, y era bastante famoso por todos los casos de justicia que se otorgaba y ganaba. Aún así, tenía demasiadas tentaciones de volver a pisar ese terreno pantanoso que tanto disfrutaba. No tenía a nadie a quién comentárselo, y a ninguna persona para buscar ayuda, por lo que nunca decidió sacarlo a la luz.

    A los 33 años de edad, tras muchos dolores de cabeza y una época pasándolo mal tratando de evitar esas tentaciones oscuras, George decidió que era hora de cambiar completamente su vida y empezarla de cero en otro lugar. Tenía un amigo en Los Santos, en la otra punta del país, por lo que decidió hacer las maletas, despedirse de su familia y empezar una nueva vida. En el Estado, consiguió publicitarse como Abogado Licenciado particular y autónomo y ganó clientes incluso antes de llegar. Dejando esto de lado, la pregunta seguía siendo la misma: ¿Volvería George a retomar contacto con una organización criminal para dar esa doble cara al mundo, o se centraría en su especialidad del ámbito legal? La respuesta estaba por ver. Esa persona tan observadora, precavida, inteligente, analizadora y fría de Nueva York tenía mucho que aportar a Los Santos.


Accede para responder