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Nombre: Raymond Reddington
Apodos: Red, El conserje del crimen, Mr. Holman
Oficio: Informante, facilitador en huidas
DESCRIPCIÓN
Reddington es un hombre de mediana edad y complexión media. Pesa 86,2 kilogramos (190 libras) y mide aproximadamente 1,76 metros de altura. Tiene piel clara, ojos verdes y cabeza calva. Como criminal profesional, Red es una persona despiadada, está dispuesto a matar a cualquiera que lo detenga. Odia profundamente la traición, precisamente porque es un hombre que valora mucho la lealtad, quien lo traicione o rompa el contrato establecido asesinará. Se le cataloga como "vieja escuela" porque no es bueno en la modernización y prefiere llevar un traje de los años 80 con un sombrero característico de la misma época.
Suele ser una persona impredecible, que aparece inesperadamente en una posición clave frente al enemigo, tomándolos con la guardia baja. Además, también le gusta contar anécdotas de la vida, muchas de las cuales van acompañadas de una ironía desalentadora; a menudo la usa para que el destinatario pueda inferir en sus pensamientos.
Debido a su personalidad, él se ha armado de muchas enemistades y por el contrario, pocas amistades. Sin embargo, cuando establece una relación afectiva de cualquier tipo con alguien, puede ser cariñoso y predispuesto a proteger a esa persona.
TRASFONDO Raymond Reddington nació el 7 de febrero de 1960 en un pequeño pueblo de Massachusetts, Estados Unidos.
Estudió en la Academia Naval y se graduó con el primer lugar de su promoción a los 24 años. Mientras se preparaba para convertirse en almirante, desapareció mientras visitaba a su familia durante la Navidad de 1990. Cuatro años después, apareció nuevamente para vender documentos confidenciales a delincuentes.
Durante los siguientes 20 años, se estableció una red de contactos que incluía espías, ladrones, piratas informáticos y asesinos. Durante este tiempo, los activos estadounidenses ubicados en Moscú, Islamabad y Beijing resultaron comprometidos.
Red acabó infiltrado en el sector privado, sin existir industria que no pudiera alcanzar; incluyendo tecnología, navíos, comunicaciones y fármacos. Finalmente vendió información secreta que podría usarse para iniciar guerras, derrocar al gobierno e influir en la geopolítica según fuera necesario. Estas actividades le valieron el apodo de conserje del crimen debido a su capacidad para comerciar entre las diversas facciones en el mercado negro.
Ocupó el cuarto lugar en la lista de los más buscados del FBI y como fugitivo bajo el estado de "arresto inmediato", lograron este objetivo cuando él personalmente visitó sus instalaciones y se rindió.