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Ignacio Eduard Vásquez Muñoz, un muchacho de 23 años, vivía una vida muy feliz con sus padres y hermanos, a la corta edad de 10 años sufrió de bullying por gente de mala muerte, tenia una vida muy feliz con su familia, pero se fue por la vía equivocada, a los 14 años empezó a conocer a gente que no lo llevaría a buen camino, empezó a deberle mucho dinero a pandilla, pronto se arrepentiria, paso un año y a la edad de 15 años, pierde a su familia, padres y hermano, después de llegar a casa y ver a su familia muerta y sabiendo lo que había hecho, se desplomo por completo, se metió al alcohol y lo llevo a su perdición, ya a la edad de 17 años decidió buscar algo, decidió juntar dinero e irse de viaje a otro lado, se fue a la ciudad de los santos, sin conocer mucho la ciudad, busco trabajo en una empresa de seguridad de eventos, paso el tiempo y uno de sus encargado empezó a ofrecer si quería ganar un poco mas de dinero, no sabia que su vida iba a empezar dar un vuelco, empezó a recaudar pagos por extorsión para una organizacion criminal que de poco sabia. al perder su familia se centro en su trabajo y adopto a sus nuevos empleadores como su familia porque no le quedaba otra, es un tipo decidido, no tenia ningún tipo de expresión.
Un día un comerciante se negó a pagar por lo que se le encomendó a Ignacio secuestrar junto a otras 3 personas a dicha persona. Se lo llevo a una fabrica abandona donde fue sujetado a una silla con cuerdas. Era la primera vez que Ignacio se encontraba en esta situación y su superior lo sabía por ello le ordenó ser el quien se encargase de llevar adelante la tortura y posterior ejecución del sujeto. Fue el día más difícil de su vida luego de aquella noche donde encontró a su familia muerta en su hogar. Comenzó algo nervioso y tomo un martillo con el que procedió a romperle los dedos de la mano y posteriormente las rodillas. Mientras gritaba de dolor el comerciante, Ignacio sentía que no podía parar y empezó a utilizar el martillo para proyectar toda su rabia reprimida por la muerte de su familia. Esa noche los hombres a su lado no volverían a ver de la misma forma a Ignacio. Algo en el había cambiado, se lo veía mucho más frio que antes, desde aquel día se le encomendaron todas las torturas y ejecuciones a el. Era un tipo que se había convertido en alguien frio y leal.
siguió en la organización para ganarse así la confianza de su jefe.