Biografía: Annie Luna



  • Nombre: Annie Luna/Annie Martínez
    Edad: 27 años
    Nacionalidad: Mexicana
    Peso: 52 kg
    Altura: 1.62 mts
    Acento: Mexicano
    Fecha Nacimiento: 14/01/94
    Signo zodiacal: Capricornio
    Virtudes:
    • Compromiso consigo misma y las personas importantes para ella.
    • Capacidad de resolución de problemas y efectividad en ejecutar la solución.
    • Alto sentido de responsabilidad en las actividades realizadas.
    • Es una persona muy entregada sentimentalmente.
    Defectos:
    • Fácil de influenciar
    • Entrega fácilmente su confianza a las personas importantes para ella.
    • Miedo a la soledad.
    • Es una persona excesivamente celosa.
    • Cuando lastiman a las personas que quiere, busca vengarse.
    • El cigarrillo, una posible adicción.
    Carácter:
    • Fuerte e intolerante, es de hablar cuando no tiene que hacerlo, lo cual no lo hace notar al intentar parecer dulce.
    • Amorosa con las personas que quiere.
    • Explota con facilidad.
    Rasgo característico:
    • Su agudo acento mexicano
    • Cicatriz en el cuello
    • Sus gafas para ver (de no tenerlas encima se le dificulta hacer actividades)
    • Cuerpo completamente tatuado (los cuales tienen gran significado para ella
    Gustos:
    • Conducir autos deportivos.
    • Motocicletas deportivas.
    • Detalles especiales de otras personas importantes para ella
    • El gusto por la lectura urbana y escritura
    • Facilidad para cocinar
    • Conocer de información tecnológica
    • Le gusta hacerse respetar dónde quiera que vaya y de la forma que sea.
    • Natación.
    • Una buena cerveza fría
    • La comida picante, especialmente la mexicana
    Disgustos:
    • Falta de palabra, ya que para ella su palabra es lo que más vale de una persona.
    • Fobia a las abejas (alergia mortal a ellas)
    • Temor por una traición.
    • La invasión a su espacio personal, exceptuando su pareja.
    Adicciones:
    • La soda
    • El cigarrillo
    • Su pareja
    Hobbies:
    • Paseo por la playa
    • Bicicleta en montaña
    • Contemplar el atardecer y amanecer.

    Objetivo:
    • Triunfar personalmente sin que eso me cuente perder mi esencia.

    Frase:
    • “Lo importante no es lo que se promete, sino lo que se cumple”



  • Continuación Pt2

    Niñez

    Annie Martínez nació el 14 de Enero del año 1994. En el Distrito Federal, México.

    El nacimiento de la chica fue peculiar, ya que su familia en ese entonces tenía una crisis económica muy difícil, conllevado por la devaluación que sufrió el país años atrás. Las oportunidades eran escasas, las deudas comían completamente los sueños de sus padres, no había como crecer, no había cómo estudiar, no había nada. La madre de Annie, María Ortiz, era una mujer muy independiente, logró en todo momento llevar un plato de comida a la mesa con sus 3 trabajos. Por la mañana dependiente de un supermercado, por la tarde descansaba, por la noche bailarina de un burdel de Iztapalapa y los fines de semana cuidaba de una anciana. No había diversión o descanso para ella, ya que prácticamente María, crío sola a sus 3 hijos. Mario que era 1 año mayor que Annie y Jacob que era 2 años más grande que la menor.

    María había tenido 2 partos naturales, los hospitales gratuitos tenían un programa de ayuda para personas con escasos recursos. Pero en el caso de la pequeña, ese parto no había como ser asistido por un médico o al menos un médico con cédula legitima. Así que, sin más, tuvo a su hija en una mesa de la casa de un médico ilegal. El parto fue doloroso, pero exitoso, sin muchas complicaciones más que el poco cuidado del sujeto que hizo el procedimiento. El nombre de Annie se le fue colocado por su abuela, madre de su madre, Anna. La cual, enfrente de todas sus dificultades, siempre sobresalió y eso deseaba para su hija.

    La pequeña creció con muchas carencias en su primer año de vida, pero rodeada de amor, su madre era una mujer que la llenaba de mimos, cariños y besos. Aprendió a caminar a los 11 meses y hablar un poco antes de sus dos años, todo normal para una pequeña. María siempre intentaba apoyarse de su vecina, Clemencia, la cual en los horarios de trabajo le cuidaba a sus hijos. Si bien Clemencia no tenía hijos, en todo el conocimiento que tenía intentaba cuidarles, no era la alimentación más equilibrada, pero se podían llevar algo a la boca.

    Así fue sus días, hasta que cumplió 3 años, dónde notaba la ausencia de María con mayor constancia. Para un niño, las primeras impresiones marcan su vida completamente, se pueden dirigir en preferencia de uno de los miembros de su familia, en éste caso, de sus hermanos, los cuales siempre compartió juegos y peleas que todo pequeño tenía. Entre los 3 estuvieron compartiendo sus juguetes, la comida y entre más cosas, dónde forjaban una relación más sólida,

    María cuando tenía tiempo libre jugaba con sus hijos, les alimentaba, limpiaba su casa la cual no era muy grande, tenía dos espacios, uno más grande dónde sólo había una cama vieja, al frente estaba una pequeña cocina deteriorada, refrigerador pequeñito, a lado una mesa de madera casi toda, 3 sillas de diferentes estilos y algo rotas, del lado derecho un pequeño librero que encontraron tirado en la calle y el otro espacio, sólo era un baño con estilo muy antiguo y roto. Pero este espacio por muy pobre que fuera, estaba limpio, siempre estuvo organizado en todo lo posible y los muebles con parches que en sus posibilidades podía hacer.

    Cleme, como los vecinos de Iztapalapa le llamaban, no sólo les ayudaba a cuidar a los peques, sino también les llevaba un poco de alimentos, algunas latas, arroz, frijoles, entre otras necesidades que tenían. Lastimosamente, cuando Annie cumplió 4 años y un par de días más, Clemencia sufrió un paro cardíaco que le costó la vida y les costó que nadie más les apoyara.

    María se encontraba completamente devastada, no podía dejar a sus hijos, pero debía trabajar para alimentarlos. Esto se volvía la locura, la desesperación y la angustia que le agobiaban los días a la madre, no había esperanza, no había solución o al menos, hasta un día de trabajo extra en el burdel, dónde María logró que sus hijos les cuidara una amiga de trabajo. En la mesa frente a su zona de baile, estaba un señor quién no dejaba de mirarle, rápidamente el sujeto habló con una mesera y al acercarse a María le dijo “El señor de la mesa 13 quiere que te sientes con él. Toma, me dio esto para animarte a que vayas”, le entregó 100 dlls y ella no tuvo más que ir con él, esperando a que intentara hacer algo, simplemente le ofreció una cerveza y comenzaron a charlar. Ellos sólo hablaron durante toda la noche, cuando cerró el burdel, él se ofreció en llevarla a casa y sin intentar nada, ella volvió a casa.

    A sus 5 años de Annie, un hombre robusto, alto porte, cabellos rubios y ondulados, ojos completamente azules y voz gruesa, comenzaba a visitar con frecuencia su casa. María pasaba prácticamente todo su tiempo libre con él, dejando ligeramente y paulatinamente a sus hijos de lado. Cosas comenzaron a cambiar para Annie, un día cualquiera su madre comenzó a ordenar sus cosas en una valija color dorado, que podría asegurar, brillaba. A su habitación entraron hombres grandes que tomaron sus pertenencias, cama, ropero, entre otros lejos de la pequeña alcoba. Era tan extraño todo y más cuando su madre simplemente le informó “Nos mudamos”.
    La familia tomó las pertenencias y se cambiaron de residencia, específicamente Los Mochis Sinaloa, ciudad al norte del país mexicano, con un clima exageradamente caluroso y muy húmedo al estar cerca de la costa.

    Los Mochis, Sinaloa.
    Una casa de medio estatus, 3 habitaciones y 2 baños, un patio grande y el color de las paredes verdes, muebles rústicos y ventanales gigantes, de techo a suelo, dejando entrar el viento y luz al nuevo hogar de Annie. Ella jamás había tenido una habitación propia, así que le parecía como en sus sueños, un castillo. En las paredes se podía ver algunos detalles en rosa, unas fotografías de la familia en el buró de la pieza, un par de peluches en la cama con sábanas del mismo color a la habitación “rosa”, el sueño te toda pequeña.
    El hombre, Gustavo Luna, amaba a María, tanto que le dio su amor de padre a los pequeños, protección, preocupación, disciplina, entre otras emociones. Los más grandes, Mario y Jacobo, chicos con sueños y muy traviesos, eran los protectores de Annie, siempre iban detrás de ella o le cuidaban en el instituto. Pero sobre todo, María era feliz, no tuvo que trabajar más y recibir toqueteo de otros hombres idiotas.

    A sus 7 años, Annie ya era una pequeña que asistía a la escuela, llevaba otras pequeñas a casa para jugar. Tenía sus propios juguetes, podía convivir con su madre y salir como una familia que eran. Uno de sus sueños de pequeña fue tener su propia fiesta, usar un bonito vestido, comer un delicioso pastel y eso lo logró cumplir, tuvo la fiesta más bonita de todas.

    En una ocasión, los padres planearon un viaje para el cumpleaños número 8 de Annie, viajando a Orlando Florida, específicamente “Disney Land”. Era el sueño hecho realidad de toda pequeña, vestir un hermoso vestido de princesa y visitar un precioso Castillo. El lugar era hermoso, por todos lados figuras de Mickey Mouse, retratos de las princesas, juegos mecánicos, golosinas, restaurantes, era de locos. Jamás se había sentido tan feliz la pequeña y eso le alegró tanto a Gustavo. El hombre comenzó a tenerle demasiado cariño a la pequeña y ese intento de consentirle todo, tiene justificación. Gustavo era un hombre separado, vivía comúnmente con una joven de su edad, llevaban su vida tranquila y en pareja. En una ocasión, la señorita “Diana”, le informó de su embarazo y provocó una gran felicidad en la familia. Lastimosamente cuando nació la pequeña “Danna”, tuvo complicaciones respiratorias y murió. Esto dejó una gran pérdida en ambos que provocó una separación y dos corazones rotos.

    Cuando Annie cumplió 10 años, se llevó una gran celebración en la familia de la pequeña, la boda de María y Gustavo. Era una esplendorosa boda, con gracia vintage y ranchera, la iglesia era majestuosa, era el convento católico del centro de Culiacán. El vestido de la madre era uno muy pomposo, era tipo princesa con estilo corazón en la parte de arriba. Si bien se sabía que María era bastante delgada, pero ese vestido le hacía figura y el maquillaje natural la dejaba ver preciosa.

    La boda en la iglesia fue de lo más preciosa, además, la celebración la hicieron en una hacienda muy rústica, un gran lugar para 50 personas, toda la familia Luna y amigos de la familia. La comida era inspirada en la cocina Italiana, de entrada tuvieron Canelones de Berenjena, un spaguetti Alfredo, como plato fuerte Vitello Tonnato y postre un pastel Tiramisú. Con todo lo organizado, pasaron una hermosa velada a lado de amigos y familia. Luego de eso, los 5 fueron de Luna de Miel a Cancún México.

    Toda la infancia de Annie fue un carrusel de emociones, de pasar de la miseria a llevar una vida “normal”, podía hacer amigos, estudiar, comer, dormir en un lugar caliente. Logró vivir con estas comodidades hasta tener sus 12 años y crecer el resto de su infancia felizmente.

    Sabía que su madre era feliz y sus hermanos no sufrían de hambre, porque sabía lo doloroso que era no llevar un pan de la boca para poder repartirlo entre todos. María siempre se esforzó en darles todo lo que pudiese, pero jamás dejó que el amor de madre faltara para sus hijos, era una mujer en todo la extensión de la palabra y la mejor madre que la vida le pudo dar a Annie. Por su parte, los hermanos muy a pesar de que en ocasiones tenían sus peleas, ellos siempre estuvieron preocupándose de su hermana, defendiéndola ante todo.

    Adolescencia

    La vida parecía hermosa, que todo estaba completamente resuelto para ellos, no había sufrimiento o algo parecido, sólo había visión hacia delante, seguir creciendo y eso, era algo que tenía bien empeñado Gustavo.

    A sus 13 años de Annie, 14 de Mario y 15 de Jacob entraron a una escuela secundaría reconocida de Sinaloa, un colegio dónde la inscripción era difícil de pagar para una persona de clase media. El trabajo de su “padre” les permitía llevar una vida acomodada, estaban teniendo amigos influyentes, fiestas, viajes, entre otros. Lamentablemente fueron involucrándose tanto en relacionarse, que los tres, comenzaron a mal influirse por los demás. Las fiestas ya no eran inocentes, ya estaba presente el alcohol y drogas que inevitablemente probaron.

    La casa dónde vivían ya no encajaba para la estilo de vida que estaban llevando y Gustavo debía permanecer cerca de su lugar de trabajo, así que todos se mudaron a Culiacán Sinaloa. Cuando llegaron a su nueva residencia, la madre y sus hijos, estaba anonadados. El lugar era una hermosa villa, una ampliación de recolección de moras. La vivienda era de 4 pisos incluyendo el sótano, en el cual se encontraba una deliciosa colección de botellas de vino con diferente añejo, más arriba estaba la gran cocina rústica, un recibidor con un enorme candelabro en la parte central, un gran sofá de piel y una chimenea que mantiene cálido el lugar, más al fondo y cerca de la cocina, una mesa de 8 personas hecha de madera de roble. El siguiente piso estaban las habitaciones, 6 para ser exactos, cada uno con su fino baño de porcelana. Todos tenían su propia pieza, con decoraciones extravagantes, camas y sábanas tan delicadas que era difícil sentarse en ellas con el miedo de dañarlas. Pero lo mejor de la casa estaba fuera de ella, una enorme piscina con palmeras a su alrededor, mejor que un centro vacacional.

    Todo eso era la mejor etapa de su vida, ni en sus mejores de sueño de niña habría pensado o imaginado llegar a darse un chapuzón en su propia piscina, creyó que en sus 14 años estaría pidiendo limosna en las equinas, pero no, sus 14 años eran mejor. Todo era perfecto, hasta ese momento, hasta que llegaron esos hombres de sombrero y botas vaqueras, camisas de cuadros y grandes hebillas en sus cinturones, pero sobre todo, grandes cuernos de chivo bañadas en oro puro y con diamantes incrustados (ak7). En ese momento, entendió todo sin problema, debido a que ya había visto como funciona y vestía un cartél. Hace 2 años, estaba yendo a su casa con sus 3 hermanos y su madre, cuando derrepente 2 camionetas negras se pararon 1 cuadra más adelante y 6 sujetos vestidos con ropa militar, enmascarados y con cuernos de chivo, acompañados de 2 hombres vestidos con sombrero, botas, camisa, y cuernos de chivo bañados en oro, acribillaron a 2 hombres aparentemente normales. Enseguida salieron corriendo en la dirección contraria, lograron ponerse a salvo de la balacera y enseguida su madre había entendido que fue eso que pasó más adelante, era un "Ajuste De Cuentas", la madre de Annie conoció a muchos sujetos que vestían de igual forma cuando trabajaba en el burdel, al igual que Annie, por lo tanto, al volver a ver ese tipo de hombres, ese fue el primer recuerdo que se le vino a la mente". Annie por fín entendió de dónde salía tanto lujo, ese cambio tan repentino para bien, al parecer, su padre era narcotraficante.

    A partir de ese día, dónde los grandes hombres se hicieron presentes en su hogar, esa imagen se hizo constante, hasta que un día ella vio a su padre de la misma forma. Éste era su ejemplo, alguien a seguir, su guía y a pesar de lo que hacía, porque habría que ser tonto para no saber, seguía siendo el padre cariñoso y protector. Aquel que le daba a su familia lo que necesitara y no importaba lo que costara.

    Cuando la pequeña cumplió 15 años, el padre le hizo una fiesta al estilo puro mexicano. Reservó una hacienda con todo y sirvientes, un grupo de música ranchera conocido en todo el mundo tocó grandes éxitos de su carrera, cocteles finos, comida que todo adolescente le gusta, pizza, hot dogs, tacos, entre otros. Parecía una fiesta de ensueño, parecía como toda una princesa en su hermoso castillo, uno hermoso con muchos sujetos fuertemente armados.

    Gustavo siempre quiso que su familia tuviera todo lo que jamás habían tenido, eso incluye lujos, viajes, autos, comida lujosa, entro otros gustos que no podían tener por la pobreza, la cual sólo les traía hambruna, frío, enfermedades, entre otras malas cosas. El padre siempre estuvo orgulloso de los tres chicos, que aunque no fueran sus hijos de sangre, eran hijos de la mujer que tanto amaba, por lo tanto los amó a ellos también.

    La vida era extravagante, era como si todo fuera perfecto, pero perfecto estaba lejos y se percataron de eso cuando tuvieron un ataque. Un día común cuando toda la familia se encontraba en casa preparando sus maletas para hacer un viaje de verano a Miami, dónde toda la familia iría a uno de los hoteles más lujosos y a pie tiene una hermosa playa con un azul precioso. Pero toda su felicidad se consumió, se comenzó a escuchar diferentes detonaciones alrededor de la casa. Inmediatamente Gustavo tomó su cuerno de chivo (ak 47), le pidió a su más fiel ayudante, el “Tigre”, que se llevara a su familia a un lugar seguro y así fue, todos estaban encerrados en una habitación escondida.

    Lamentablemente, Annie estaba muy asustada por la seguridad de su padre, al irse el Tigre a acompañar a Gustavo, ella tomó un cuchillo que estaba en el lugar y salió de la habitación sigilosamente, intentando que su madre no se percatara y que no fuera descubierta por la gente que irrumpía su hogar. Pero no fue suficiente, sólo sintió que alguien le tomó y le colocó una navaja en el cuello, para luego llevarla a rastras al lobby de la residencia. Una vez en el lugar, el sujeto simplemente gritó “Haber cabrón o vienes o le rajo el cuello a tu hija”, luego permaneció en silencio y enseguida apareció Gustavo con el Tigre, para atinar en decir “Qué quieres para que la dejes?”. El hombre que tenía a Annie hacía un poco de presión en el cuello de la chica con la afilada navaja, miró desafiantemente a los hombres frente a ellos “Quiero llevarte con el jefe. Ya sé que mataste a todos mis hombres y personalmente quiero mutilarte” y éste asintió enseguida. Antes de que soltara a Annie, ella de forma cuidadosa rebusco en su chaqueta y tomó el cuchillo, lo pensó por un segundo pero al ver a su padre resignado en entregarse, llevó el objeto directamente a clavarse en el ojo derecho de su opresor, enseguida se acostó en el suelo y para darle fin, el Tigre le acribilló sin piedad.

    Gustavo corrió hacía Annie, la cual se levantó con mucha dificultad y el hombre se paralizó, a su hija le brotaba sangre de forma abundante desde el cuello, cuando ella le clavó su cuchillo a aquel hombre, éste hizo un movimiento rápido intentando llevar su mano a ese objeto, pero alcanzó a cortar por el peligroso filo de la navaja. Inmediatamente su padre le colocó un pañuelo y le cubrió la herida intentando detener la hemorragia, para llevarla enseguida a una de las habitaciones.

    El médico llegó a la residencia y le hizo el procedimiento necesario para sanarle, debía estar en reposo durante ese tiempo para recuperarse y no hacer la herida mortal. Tuvo que trascurrir al menos 6 meses para que volviera a la “normalidad” con una enorme cicatriz que no podía oculta. Para ella su apariencia era algo que cuidaba demasiado, era lo más importante ya que anteriormente no podía ni imaginar portar telas con la calidad que vestía, pensaba que su vida sería miserable hasta el día de su muerte, algo normal para una persona que sólo conocía de pobreza.

    Un día antes de su cumpleaños número 16, tomó a su padre de sorpresa cuando veía una transmisión de futbol por televisión, tomó asiento a su lado derecho y suspiro con fuerza, para luego decirle “Quiero ser Luna”, éste le miró con sorpresa y antes que pudiera refutar algo, ella continuó “Eres mi padre y por lo tanto, debo llevar el apellido de mi padre. Además, sé lo que haces y a lo que te dedicas, sé acerca de esos hombres y los traslados que dicen hacer de materia prima”. Gustavo se quedó un poco pensativo, pero seguía diciéndole al hombre “Quiero ayudarte”. Su padre se puso de pie y dijo un decidido “NO”, ella sabía que iba a ser su respuesta, por lo tanto objetó, “No puedo simplemente aceptar un No, sé lo que haces y eso ya me pone en riesgo, que mejor ayudar a mi padre, a la persona que me ha dado todo junto a mi madre, eres quién me dio un hogar, un futuro, una vida feliz y si de alguna manera puedo ayudarte compensando el trabajo que has hecho, yo seré feliz”. Gustavo se encontraba preocupado y desconcertado, pero logró atinarle “Es tan peligroso que podríamos morir”, sin más sólo ella asintió y le respondió “Lo pensaré”

    Gustavo amaba tanto a Annie como si fuera de su propia sangre, la a visto crecer de a poco, sus victorias se volvieron de él y sus derrotas, se volvieron objetivo de convertirlas en victorias junto a ella. No había nada que no le consintiera, ya que quería que tuviera todo lo que no tuvo antes de que él llegara, quería que sintiera el amor de padre que muchos años se le negó, quería que siempre sintiera esa protección y cariño. Lo que ella le solicitó, era algo muy complicado para él, pero muy cierto era que saberlo y sin la protección necesaria, correría mas peligro de lo normal. No tenía mucha alternativa, además, podía tener a la niña de sus ojos cerca y protegerla ante nada.

    Días más adelante, Gustavo le dejó involucrarse en planear con él, pero intentando que lo hiciera lo menos posible y que de alguna forma ella se pudiera retirar. Annie tuvo que dejar sus estudios, ya que eso la pondría en peligro, debía estar en todo lo posible expuesta, además, de qué el mismo trabajo lo tenía que llevar a otros sitios del país y fuera. Al principió intentó en una escuela online, pero por las múltiples salidas y enseñanzas por parte de los estrategas de la organización, se le hizo muy difícil continuar con esto . Luego intentó tener un tutor que viajara con ella, pero su atención ya no era a sus estudios, dejaron de interesarle una carrera, su mentalidad ya estaba cubierta por la situación del Cartel y poder ser alguien que aporte en conocimiento a esta. Su tiempo lo dedico plenamente en aprender estrategias de esos profesionales

    Una de las oportunidades que tenía para demostrar todo lo que había aprendido era buscar el mejor camino para transportar cocaína desde Colombia hasta México. Si bien el control no era estricto en las fronteras de Colombia y en el aeropuerto, pero las múltiples detenciones de paquetes sospechosos por causa de otros carteles, ocasionó que los vuelos al norte del continente americano fueran revisados. Por lo tanto, comenzaron a usar a las mulas, personas colombianas con problemas económicos transportaran la cocaína en su equipaje, cuerpo o en el interior de éste a cambio de dinero. Esto era sólo una fachada, darle al gobierno colombiano algunos huesos para calmar su hambre, de ésta manera el transporte terrestre de la droga era menos detectado o simplemente no les interesaba, para ellos era menos drogas en su país.
    De esta manera se corría el poco riesgo de perdida de producto, básicamente era darles una pequeña cantidad de droga, algo que no afectaba a los bolsillos, para enfocarse en traspasar mínimo un par de toneladas.

    Annie recién cumplía sus 17 años cuando su padre le mandó llamar con el Tigre ir a su despacho, por lo cual se dirigió sin cuestionar. Una vez ahí, Gustavo dejó lo que hacía y la miró fijamente, para luego decirle “Tengo que ir a Argentina, en ese lugar hay clan delictivo que se encarga de distribuir cocaína y metanfetamina en ese país. El patrón me encargó acordar un trato con esos tipos y comenzar a exportarla a México” se levantó de su asiento de piel “Mi vuelo sale en 5 horas y estaré un par de años, vienes?”. Annie se sorprendió un poco, pero era parte del trabajo y si su principal motivación fue ayudar y acompañar a su padre, debía acompañarlo, sin más le respondió “Iré a empacar” Gustavo le dijo antes que se fuera “En Argentina te daré tu regalo de cumpleaños” ella río un poco y se dirigió a su habitación.
    Ambos viajaron por la noche desde el Aeropuerto de Culiacán hasta el Aeropuerto Ministro Pistarini Ezeiza, ubicado en Buenos Aires, Argentina. Una vez ahí, una gran camioneta les recibió, Claudio “El Pajaro” Cantero y sus hombres. El sujeto era líder del clan delictivo “Los Monos”, los cuales eran los encargados de la distribución de la droga en el país. Básicamente, su centro de operaciones se encontraba en el “Rosario”, una ciudad portuaria, la cual usaban el canal de Paraná para transportar droga de forma ilegal a Paraguay y parte de Brasil.

    La relación entre el Cartel de Sinaloa y el clan de Los Monos, dónde sus negocios se unificaron rápidamente y las ganancias se comenzaron a ver en los pequeños trabajos de exportación que hubo, dónde las ganancias para Los Monos y el Cartel, era totalmente notoria. Un par de meses, la llegada del jefe del Cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loeira “El Chapo” estabilizó el negocio de ambas partes y fortaleció la relación entre las organizaciones.

    Un día de la nada, Gustavo se acercó a Annie mientras revisaba la ruta portuaria para la distribución de materiales y la elaboración de Metanfetamina para Paraguay. Su padre no dijo nada, sólo le colocó en la mesa unas llaves de vehículo y le dijo “Ese es tu regalo”. Annie se sorprendió mucho que enseguida ambos se dirigieron a la parte delantera de la gran casa que tenían en Buenos Aires, lo que la dejó totalmente sin palabras, frente a ella había un hermoso vehículo convertible, para ser exactos, un Felón GT convertible de color lila. Ella se puso muy feliz, ya que era su primer auto y algo muy especial, el regalo de su padre. Pero no era la única sorpresa, él le dijo sin más “Mañana tendremos una fiesta para celebrar tu cumpleaños muy atrasado y para que conozcas gente de tu edad”. Esto era algo nuevo, desde que ella dejó la escuela para ayudar a su padre y protegerse, no se había relacionado con muchas personas o más bien, con nadie que no fuera del Cartel.

    Al día siguiente Annie llamó a su casa de Sinaloa, era muy común las llamadas que hacían tanto ella como su padre a México. La ausencia de su madre y sus hermanos era algo triste, si bien se conocía que Annie no era muy sociable, en Argentina no era muy diferente, sólo conoció a un chico llamado Tomas, el cual era hijo del hombre que se encargaba de hacerles visitas médicas a ellos cada que se enfermaban. Ese día que Annie llamó a María, ésta sin más le dijo “Te amo”, algo que estrujó el corazón de la chica, su madre sabía como hacerla flaquear ante todo. Cuando María se enteró lo de Gustavo y que Annie tuviera que involucrarse en ese “negocio”, ésta se opuso inmediatamente ya que no permitiría que su hija a una corta edad estuviera relacionada con ese tipo de sujetos. Lastimosamente, así es como funcionan los Carteles en México, los sicarios, manos derecha, cualquier cargo que ocuparan, debían de tener un sucesor, un hijo, primo, sobrino o cualquier miembro de la familia que siguiera apoyando al Cartel. De esta forma, se evitaban llevar más gente que no estuviera involucrada en la familia y si se negaba en continuar, toda la familia era asesinada.

    Es muy conocido, que el Cartel de Sinaloa se levantó gracias a la inspiración que tuvieron por el Cartel de Medellín, con el cual llevan una relación estrecha de negocios. Pero una de las frases de Pablo Emilio Escobar Gaviria, fue: “Al que me falle, le mato le mato al papá, a la mamá, al hermano y a su abuela y si ésta ya está muerta, la desentierro y la vuelvo a matar,”. Pablo Escobar era uno de los narcotraficantes más conocidos en el mundo, pero no era de su agrado los carteles mexicanos, sólo ese, el Cartel de Sinaloa, el único que le generaba plata.

    Días adelante, La fiesta que montó su padre era muy extravagante, hijos de familias ricas se divertían en el lugar y algunos de ellos intentando ligar con la chica, la cual no le interesaba en lo absoluto, no era algo que le interesaba mucho en ese momento. Ese verano en Argentina era bastante extraño, jamás había tenido una fiesta de alberca a mediados de Diciembre, el Sinaloa era muy común que en ese mes el frío abundara la ciudad y algo de nieve cayera en las montañas más altas. Pero todo eso gracias a que se encontraba en el Hemisferio sur, dónde en esa época del año el país recibe más energía del sol.

    El lugar estaba lleno de risas, agua dispersándose en el suelo debido a los chapuzones, chicos fumando y bebiendo aún así a su corta edad. Pero algo que llamó la atención de Annie, era un chico que se veía bastante común, alguien que no vestía prendas de marcas ostentosas y sobre todo, era el único en la fiesta que no bebía alcohol, algo que despertó la curiosidad en la chica. El muchacho era de buen porte, algo de barba y un peinado que le hacía ver más estilizado, facciones delicadas, el chico era bastante guapo. Para Annie era algo imposible dejar de mirarle, ocasionalmente ambos chocaban miradas, lo que provocó que ella se sonrojara ligeramente.

    Ella intentó despejar de su mente aquel chico apuesto que se encontraba en la fiesta y decidió irse a su auto, tomar un cigarrillo y fumarlo, por que si, se estaba volviendo una adicción, todos esos momentos de estrés la orillaron a conocer ese pequeño objeto blanco y que se consume con algo de calor. Desafortunadamente o afortunadamente su plan fracaso, el joven había llegado a ella con una sonrisa encantadora, dispuesto a hacer un poco de contacto entre ambos, lo que le provocó un ligero escalofrío y nervios. Intentando disimularlo, tomó del auto el cigarrillo y lo encendió, mientras él se recargó en el auto a lado del de ella y dijo con una varonil voz “Hola”. La charla comenzó a fluir fácilmente y amenamente, era como si lo conociera de tiempo atrás, era una conexión maravillosa. Si bien se sabía que Annie era una chica un poco fría, difícilmente confiaba en las personas y sobre todo, tenía un carácter complicado, se enojaba con mucha facilidad. Todo eso parecía que no formaba parte de ella, se le veía sonreír, sonrojarse, algo que toda chica de su edad debía experimentar y ella lo estaba haciendo. El joven dijo llamarse Ión Marturano, imposible de olvidar, éste le tomó la mano y nuevamente los escalofríos llegaron a su cuerpo. Inmediatamente se percató de los hombres que protegían su casa y la cercanía de varios, por lo cual, instantáneamente él soltó la mano y con un tono sarcástico dijo “Al parecer no les caí del todo bien”, lo que provocó una risa nerviosa y una mirada asesina a los guardias que inmediatamente entendieron el mensaje.

    Después de ese encuentro que tuvo con ella, ambos se siguieron viendo constantemente durante todo un año. Ión se dio cuenta que era una chica con carácter fuerte, viciada al cigarrillo a su temprana edad, su gusto por los tatuajes y su extravagante vida, pero había algo en ella que no podía explicar pero le atraía fuertemente. Quizá la belleza que le caracterizaba entre tantas o su forma cariñosa de ser únicamente con él y Annie, se percató de su gran gusto por el café, aquella tranquilidad que le destacaba y sobre todo el amor a la comida dulce, algo que ambos compartían. Si bien sus personalidades eran diferentes, ambos conectaban armoniosamente, era tan sencillo charlar y comunicarse. Pero lo que bien sabía ella, era que se había enamorado.

    En una ocasión, en una salida de ambos, su cita se desarrolló en una hermosa cafetería en Buenos Aires, con su especialidad en pancakes extra dulces y ambos al ser fanáticos de ese tipo de comida ordenaron a la vez. Lo que no sabía Annie es que ese pancake tenía una carga enorme de miel y lo que provocó que algunas abejas se hicieran presenten en el lugar. La chica al percatarse se levantó precipitadamente y gritó desde su corazón “QUIEN ESTA PUTA ABEJA DE MI VISTA!”, enseguida múltiples comensales comenzaron a reír por la escena cómica protagonizada por la chica. Ión por su parte, recordó el temor de la chica por las abejas y la alergia que la miel le provocaba. Sin más el chico se levantó, tomó el plato de la mesa y la llevó hacía un mesero “Podría cambiar ésto por algún pancake sin miel, a menos que quiera un muerto en el lugar,”, luego de eso río un poco. Si bien era cierto, Annie no toleraba a la gente que se riera de ella, odiaba que le vieran débil y frágil, si fuera por su decisión, todos ellos estarían con una bala en la cabeza, pero estaba él, Marturano, la única persona que no quería que conociera ese lado horrible de ella.



  • Continuación Pt3 Final

    Adultez

    Unos meses más transcurrieron y ella asistió a la graduación de Ión, lo cual como regalo, le dio un hermoso reloj de oro, demasiado costoso, pero con mucho significado, ya que ella nunca había dado un regalo a alguien que no fuera de su familia. Por lo cual, él se volvió tan especial para ella que debía protegerlo de su realidad, no quería que él supiera que ella formaba parte de un Cartel que era bien conocido como uno de los más peligrosos y sangrientos de México, el Cartel de Sinaloa.

    Sus nervios se acumularon cuando Ión quiso acompañarlos a una cena con su padre, en todo lo posible lo evitó, pero por dentro quería que se conocieran. Así que sin más lo llevó, antes de llegar le envío mensaje de texto al “Tigre” dónde decía “Voy con alguien, que no se pongan los idiotas con las armas en la entrada, él no puede ver eso” y la respuesta fue “Él?”. Así se hizo su solicitud, ninguna arma visible por el lugar, a lo que se adentraron y toparon con el Tigre, el cual miró de una muy mala pinta a Ión, a lo que dijo “Sigo sin caerles bien”. La cena con su padre se llevó de lo más tranquila, a Gustavo le agradó mucho conocer al chico del que su hija hablaba tanto, aquel lindo chico, de ojos hermosos, cabello negro brillante, muy inteligente. Durante la charla, Ión simplemente soltó una pregunta, una muy inocente hacía Gustavo “¿Y usted a qué se dedica?”. Como si de agua fría sobre sus hombros cayera, Annie se levantó precipitadamente dirigiéndose fuera del comedor y se metió a la cocina, dónde el chef se le quedó viendo extraño. Tenía miedo de que Ión se enterara y se alejara de ella, que eso provocará que la odiara e irse de su lado. Volvió con ellos y continuaron con la pequeña reunión.

    Durante un mes, las visitas eran recurridas de Ión se hicieron muy frecuentes. Ión se había vuelto una cara muy conocida de la vivienda, se llevaba muy bien con unos y con otros, como el Tiegre que se lo notaba que aún no confiaba en él. Pero sobre todo, Gustavo le recibía con un fuerte abrazo, un par de palmadas en la espalda y una amena charla.

    Al día siguiente, se llevó a cabo la fiesta de cumpleaños número 19 con piscina y lujosos cócteles dedicada a Annie. Durante el festejo ambos se encontraban en la habitación de ella. Annie rebuscaba en sus cosas algo que le deseaba mostrar a Ión, le había comprado un kit de herramientas para cirujano, ya que él deseaba ser un gran cirujano reconocido en el mundo y antes de encontrarlo, Ión pronunció su nombre provocando que girara ante el llamado. Apenas se gira, él le toma de la cintura, lo atrae hacía él y la besa inesperadamente, sin pensarlo ella le correspondió el beso. Lentamente rompieron la unión de sus labios y sin soltarle de la cintura, le dijo “Te amo”. Aquellas palabras retumbaron en su cabeza y su corazón de Annie, este tomó de las mejillas con ambas manos y antes de volver a besarle ella respondió “Tardaste una eternidad en decirlo”. Sin más, continuaron el beso que se quedó pendiente, dónde las manos traviesas se hicieron presentes, no pudieron evitar sus deseos esa noche.

    Así pasaron casi 2 años. Entre visitas fortuitas, comidas en familia, fuertes apretones de manos y múltiples noches con Annie, se había convertido en un miembro más de la familia Luna. Ión habría conocido muy bien a Gustavo, Annie, al Tigre y a los demás trabajadores de la casa, pero aún no sabía nada de sus hermanos o su madre que vivían en México. Lamentablemente la tranquilidad se convirtió en preocupación, Annie le había informado que debía volver a México para pasar Navidad con su madre y hermanos, debido a que los negocios de su padre terminaron en Argentina. Esto le causo mucha tristeza al chico, ya que él consideraba compartir varios años junto a ella, pero la realidad le golpeo fuerte. Luego de eso se le vio desanimado, cabizbajo, sin ganas de hacer lo común que hacía.

    En dos años los negocios se fortalecieron y el negocio de ambas organizaciones dieron grandes frutos, la relación de ellos contribuyó una fiel alianza y distribución en el sudamerica. Por lo tanto, ya no era tan necesaria la presencia de ellos dos en Argentina, pero lo que provocó que se le solicitara estrictamente a Gustavo volver, fue por la captura del Jefe de la organización, El Chapo Guzmán. Esto dejó deprimida a Annie, la cual le expresó la situación a Ión, debía hacerlo, él se encontraba estudiando Medicina, intentando realizar su sueño y no podía limitarlo, claro que no le haría abandonar sus sueños.

    El 12 de Diciembre del 2014. Ión se encontraba en su habitación estudiando para un examen, pero su atención no fue interrumpida a pesar del sonido del timbre de su casa. Varios minutos después tocaron a su habitación, era su madre, la cual le solicitó bajar ya que había una visita para él. Sin más, guardó sus libros y descendió las escaleras hasta la sala de su hogar. Ahí se encontraba Gustavo, con su gran sombrero que siempre llevaba a todos lados, pero con una mirada seria. Se imaginaba el porqué de su visita, pero después de una charla sólo pudo escuchar “Tengo buenas noticias para ti Ión, un amigo mío trabaja en la mejor universidad de Sinaloa, así que te ofrecieron una beca del 100% para estudiar medicina. Es una buena oportunidad, nosotros debemos volver por unos problemas con nuestro Patrón y puedes venir.” tomo un poco de agua que su madre le había ofrecido y continuó “Esta escuela es reconocida internacionalmente, podrías colocarte en un buen hospital en cualquier parte del mundo. Simplemente debes aceptar, te irías con nosotros y comenzarías en Enero. Pero lo mejor, es que ustedes seguirían juntos” y como si de un gran peso le quitaran de encima, todo estaba resuelto, su carrera y su futuro con la chica que amaba. Marturano se giró y vio a su padre, el cual sonrió y le dijo “Sigue tu sueños, si eso deseas, ve”

    Ión estaba un poco confundido sobre que hacer, era una gran oportunidad y que mejor con la persona que ama, pero eso implicaba alejarse de su familia y demás seres queridos. Luego de charlar una hora con sus padres y Gustavo, dónde su padre le alentó en hacerlo y su madre le hizo entender que seguirían estando para él aún en la distancia. Justo en ese momento, el picaporte giró y apareció Ramón , el tío de Ión, detrás de la puerta, saludó a los presentes y tomó asiento a lado de Marturano. Vanesa le explicó la situación, quién era Gustavo y la gran oportunidad que había, pero en lugar de felicidad se le notó un gesto dudoso de su parte, seguido de eso miró al chico a los ojos y le cuestionó “¿Vos querés ir?”. Ión le explicó a detalle los pros y contras, pero antes de que terminara Ramón le interrumpió y preguntó de nuevo “¿Vos querés ir?”, así que respondió enseguida “Me gustaría ir”. No había más que hablar, su tío asintió con la cabeza y permaneció en silencio sin quitarle la mirada a Gustavo, era obvio que no era de su agrado.

    Gustavo se percató de la tristeza de ella y al siguiente día, sorprendiéndola en demasía, llegó con Ión y éste con varias maletas. Su amado padre, le pagaría los estudios de medicina en una de las mejores universidades de Sinaloa, así los tres volverían juntos a su casa y con su familia en México.

    Esto trajo felicidad a María, Mario y Jacob. Los cuales resintieron en demasía la ausencia de los dos miembros de la familia. Enseguida una gran fiesta se desató en la residencia de los Luna, llena de baile, comida, bebidas con y sin alcohol. Pero era obvio que el lugar estaba llenos de sujetos con ak47, las cuales tristemente por la situación del país, si un sujeto lleva arma larga siendo civil, es un 99% seguro que es un narcotraficante. Es lamentable la situación en el país, los Carteles y el narcotráfico se volvió parte de la economía del país, los Carteles llevan a gente con pobreza o necesidades económicas extremas, incluso sin que estas tengan ningún conocimiento militar o sin siquiera haber tomado un arma en manos.

    Si bien Annie pertenecía al Cartel, no lo hizo de golpe, primero se le enseñó como usar un arma, como cargarla, cómo armarla y dispararla, qué hacer cuando se atasca y cuales son los objetivos. Pero algo la salvó de que fuera una simple chica que mandan a tirotearse, su capacidad de organización y toma de decisiones, le llevaron a representar parte de los oyentes para los hombres que en-rutan y encaminan la droga a los diferentes estados o ciudades del país Mexicano. Sus ideas y conocimientos generales que tenía, estaba aportando ideas importantes y además, aprendía de las personas y profesionales que la misma organización contrataba, porque se percataron que ella tenía una gran capacidad que querían explotar.

    Transcurrieron 2 años, dónde Annie se establecía de a poco y tomaba su lugar en el Cartel de Sinaloa y por su parte, su pareja, Ión, se encontraba estudiando medicina en aquella Universidad élite de la ciudad como residente quirúrgico en el mejor hospital y con el mejor cirujano. Annie se había convertido en una mujer muy elegante su personalidad se había hecho más dura, decidida y ligeramente hostil, cosa que no pasó desapercibida por Ión. La chica intentaba por todos los medios no levantar sospecha de sus movimientos en el narcotráfico, le mentía a Ión de una forma que pareciera sincera, pero eso no fue suficiente.

    Un año después, Gustavo y Annie, tuvieron que llegar a una tregua y trabajar en conjunto con el Cartel de Jalisco (CJNG), otra organización que operaba en Sinaloa. Ambos habían tenido conflictos de territorio, múltiples confrontamientos entre sicarios, pero había que trabajar en conjunto en beneficio de ambas, habría que llevar un super cargamento a los Estados Unidos. Durante la charla con uno de los cabecillas de la organización CJNG, estrepitosamente se abrió la puerta de la oficina y apareció Ión.

    Annie y Gustavo quedaron fríos por verlo para frente a ellos, habían sido descubiertos. Pero antes de que dijeran algo, el anciano detrás del escritorio de oro se levantó y dijo “¿Quién mierda es este sujeto?”, inmediatamente fue apuntado por dos hombres y Annie no le quedó de otra más que decir “¿Porqué carajo tardaste tanto?”. Todo eso fue suficiente para dejarlo de apuntar y permitirle sentarse a lado de la chica, para seguir con la negociación. Ión estaba palidecido, se había metido en una charla dónde estaban planeado exportar varias toneladas de cocaína provenientes de Colombia a Estados Unidos, para luego acordar el asesinato del portavoces militar mexicano encargado de la frontera con Texas. Lo que no se esperaban, era que el anciano le cuestionó a Ión “¿Y tú cómo lo harías?” y en ese momento, no sólo el palideció, sino también los otros dos. Annie sabía que si al sujeto no le agradaba la respuesta, sin decir nada le mataría y eso terminaría muy mal. Así que, a Ión no le quedó de otra más que tragar saliva y responder “Los pueden pasar en un cargamento médico, cocaína disuelta en implantes de senos, pisan la cocaína en un mortero, la disuelven en la silicona del implante y lo mandan como un cargamento médico para EU”. El anciano se sorprendió y continuó el cuestionamiento “Muy listo, pero, ¿Cómo mierda sacas la coca?” y Marturano le respondió más tranquilo “Con varios procesos; el más importante la cristalización, lo cual es muy sencillo si usan el Hidróxido de Amonio. Luego se filtra el líquido de lo sólido dejando la cocaína 100% pura. Eso lo enseñan desde primaria”, comentario que no le agradó al viejo pero lo dejó pasar por la gran idea que había dado. Annie se sintió aliviada, pero estaba claro, había sido descubierta.

    Cuando llegaron, los tres se sentaron en la gran sala y Gustavo fue el que habló primero “Ahora que lo sabes, tienes dos opciones: Primero, irte y no saber nada de nosotros, como si nunca nos hubieras conocido o segundo, quedarte e involucrarte, ya que no tendrías otra opción”, a lo que Ión dirigió su mirada a Annie y ella le dijo “Es muy peligroso, si te involucras no hay forma de salir, por esa razón jamás te dije, no quería ponerte en peligro”, se le veía bastante afligida, muy a pesar de que sus palabras eran claras, ella por dentro sentía que se consumía, no quería perderle. Gustavo continuó la charla “Si te vas, te ayudaremos con dinero y no trabajarás nunca más. Pero si te quedas, no podrías volver a tu vida que llevabas, sería muy peligroso andar por ahí, estos hijos de puta te intentarían matar cuando tengan oportunidad”. Marturano no era tonto, sabía a lo que se refería y eso implicaba olvidarse de su sueño de convertirse en un gran médico o al menos por ahora. Sin decir nada, Ión se puse de pie, les informó “Lo pensaré” y se retiró a su habitación. Annie se quedó en la gran sala con su padre, el cual le dijo “Él ya no es un niño, es un hombre. Si toma la decisión de irse, para protegerle tendrás que olvidarte de él” ella asintió y continuó “Sé que lo amas, por eso lamento que esta situación se complicara, pero si se queda, tendrás todo mi apoyo y juntos lo protegeremos”

    Sin más, el Ión decidió quedarse, luego de informarle a Annie y reafirmar el amor que le tiene. Porque ambos se amaba, querían estar juntos muy apesar de las dificultades y de lo peligroso que podría resultar.

    La familia Luna y Ión, estaban viviendo con riquezas, extravagancias y lujos. El chico enviaba dinero a su familia, la cual mejoraron mucho su estilo de vida. Annie y él, viajaban cuanto podían, conocieron muchos lugares juntos, se relacionaban con gente importante, se tatuaron juntos en diferentes zonas.. Si bien se sabía que ella tenía multiples tatuajes, el del cuello que tapaba su cicatriz, el chivo endemoniado de la espalda el que usaba la organización, las rosas y la calaveras representaban lo hermoso que era la vida, mientraa otros representaban pobreza, la felicidad, la familia. Pero esta tranquilidad duró muy poco, Gustavo deseaba retirarse del negocio con su familia, tenían suficiente dinero para vivir con los lujos de los que estaban acostumbrados y ésto, les costaría muy caro.

    Gustavo se había presentado en la villa del Jefe del Cartel de Sinaloa, Jesús Alfredo Guzmán o “El Alfredillo”, hijo del muy conocido Joaquín “El Chapo” Guzmán, el narcotraficante más peligroso y actualmente capturado. El lugar estaba fuertemente vigilado, no sólo estaban los hombres de Guzmán, sino también estaba personal de la marina de México custodiando el sitio, lo cuales habían sido comprados para que la casa pasara desapercibida. Si bien se sabía que integrantes del Gobierno Mexicano eran corruptos y comprados por narcotraficantes, la policía y marina local con algunos miles de pesos matarían a cualquiera.

    Alfredillo se encontraba en el interior de la vivienda, exactamente en la piscina junto a 3 modelos locales, parecía que no le importaba nada en el mundo más que divertirse y era obvio, su padre trabajo el gran imperio del Cartel de Sinaloa y sus hijos sólo disfrutaban de los beneficios. Uno de los trabajadores se acercó a Guzmán y le informó de la presencia de Gustavo, hizo una mala cara y salió de la piscina dirigiéndose a una oficina exageradamente lujosa. Éste se sentó en la antigua silla de su padre y colocó sus pies encima del escritorio para estar cómodo. Luego de eso, miró de forma fría a Luna y le dijo “¿Qué quieres cabrón?” mientras se secaba el cabello con una toalla. Gustavo tragó saliva y le soltó “Quiero retirarme del negocio Patrón, siento que ya hice todo lo que tenía que hacer, maté mucha gente y ahora lo que quiero, es poder vivir en paz con mi familia sin temer que los maten”. El silencio se adueñó de la habitación, los hombres de Guzmán se miraba uno a otro esperando a que su jefe hablara. Alfredo suspiró con fuerza y comenzó a reír de forma muy exagerada, para que al calmarse le respondiera “Entiendo mi querido Gustavo” se puso de pie y le tomó la mano de Luna y la agitó “Ve a descansar con tu familia, gracias por ayudarnos mi querido amigo”, su expresión cambio y fue seria “Esta mierda se debe acabar para ti y tu familia, es importante que descansen y sean felices o sino terminarán como mi padre, pudriéndose en la cárcel o como yo, huyendo con mujeres a todas partes del mundo y gastando el dinero en mis malditos vicios.” le soltó la mano y caminó hacía la puerta para volver a la piscina, pero sin olvidar decirle “Recuerda que nosotros somos como una familia” y se fue. Gustavo aliviado volvió a casa pensando en qué lugar del mundo vivir pacíficamente.

    La familia cambio nuevamente de residencia, un poco más cerca del centro de la ciudad, construyeron varios negocios de tacos en la ciudad, Ión estaba en espera de poder volver a estudiar, Annie de igual forma comenzaría sus estudios, ella siempre le interesó la informatica y programación, además se encargaría junto con Marturano de gestionar el negocio de comida. Su vida era relativamente “normal”, salían como cualquier persona, convivían en familia, estaban viviendo de forma pacífica. Pero cuando se dieron cuenta que de pacífico no había nada, mientras la familia cenaba en uno de los negocios de tacos, 2 camionetas raptor negras pararon precipitadamente, de éstas descendieron varios sujetos armados hasta los dientes y comenzaron a acribillar el lugar, los cuales inmediatamente fueron al fondo y tomaron unas pistolas que tenían para defender el negocio, nada suficiente contra varias ak’s47, pero con ellas lograron abatir a un par de ellos. Lamentablemente en el fuego cruzado murieron varias personas que se encontraba cenando en el lugar. Rápidamente llegaron los cuerpos de emergencia, fueron interrogados, fueron atendidas sus heridas y pudieron volver a casa.

    Gustavo había reconocido la vestimenta de los sujetos y las camionetas, eran los hombres del Cartel de Sinaloa e intentaron matarlos, era obvio que la idea de retirarse era demasiado bello para ser verdad, fue tomado por Jesús Guzmán como una traición a la familia. Sin más, comenzaron a ir con cuidado, el Tigre consiguió del mercado negro armamento pesado, algunos chalecos para todos. Ese hombre a pesar de su muy mal carácter, siempre le fue fiel a Gustavo, ya que sino fuera por él y el trabajo que le dió, su familia habría muerto de hambre, así que su fidelidad era clara. No fue el primer intento para asesinar a la familia, varios ataques llegaron dónde con pocas heridas lograron salir vivos y no sólo por suerte, Ión y Tigre tenían una gran puntería, Annie y Gustavo sabía cómo se movían y se adelantaban para atacar o defender la zona.

    Desafortunadamente no pudieron controlar siempre la situación, los hombres durante un fuerte tiroteo dispararon a las piernas de los hermanos, Mario y Jacob, para llevárselos vivos con ellos. La familia comenzó a buscarlos como locos, Gustavo se comunicó con Jesús Guzmán y éste le dijo “Todos los que trabajan para mi son como mi familia, pero en éste negocio hay reglas y si te equivocas llevas un balazo en la cabeza y tú mi querido amigo, te equivocaste” y colgó. En ese instante Gustavo palideció y sabía lo que debía hacer, escapar antes de estar tres metros bajo tierra. Pero antes de irse, necesitaba recuperar a sus hijos y antes de hacer el plan, el Tigre entró a su habitación y le mostró algo que tenía dentro de una toalla, un cd y algunos dedos cortados. Inmediatamente la familia se sentó para mirar el cd, cosa que lamentarían mucho, era un narcomensaje mostrandole a Gustavo el desenlace de toda su familia, sus dos hijos habían sido mutilados, torturados y asesinados. Todos estaban en shock, la madre no dejaba de gritar y llorar, Annie estaba horrorizada y Ión intentando consolarla como podía, ya que al igual que ella, estaba impactado por lo que ese hombre había hecho.

    Se había llevado a sus hermanos, Mario y Jacob eran su todo, el amor que les tenía de hermanos era incomparable, se habían llevado a sus confidentes, a sus amigos, a sus protectores, se habían llevado a su familia, los asesinaron.

    Al día siguiente, Ión despertó a Annie y le miró con una cara triste, ella estaba con el corazón destrozado y su mundo se cayó cuando él le dijo “Amor, tu madre se ha suicidado y tu padre se fue, le dijo al Tigre que nos teníamos que ir, ésto se pondrá muy feo”. Annie inmediatamente se dirigió a la habitación de sus padres y el lugar estaba repleto de sangre, pero lo más impactante fue que al fondo estaba su madre, inmóvil. Gustavo dejó el cuerpo ahí y le dió la orden al Tigre de dejarlo ahí para que cuando Annie lo viese, entendiese el motivo por el cúal su padre fue a hacer lo que hizo, aunque haya ido a suicidarse contra el Cartél. Ella estaba en shock, pero rápidamente fue tomada de la mano por Ión y salieron del lugar lo más rápido posible.

    Los tres se dirigieron rápidamente al aeropuerto, pero lamentablemente no iba a ser tan fácil, habían sido interceptados por varias camionetas raptor negras, pero esta vez con las siglas C.D.S. en las puertas. El Tigre sabía que cuando el Cartel usaba estas camionetas era para matar y autenticarse las muertes como un trofeo, ésta vez, iban en serio, por lo que no se lo pensó 2 veces y tomó el cuerno de chivo del asiento del copiloto, les gritó a los chicos que se agacharan y cuando lo hicieron éste comenzó a disparar en contra de ellos, cubriéndose únicamente con la puerta de su propia camioneta. Durante el tiroteo, fue alcanzado por un disparo en la pierna derecha, provocando que la bala hiriera y perforara la artería femoral, la cual inmediatamente comenzó a sangrar abundantemente.

    Cuando todo parecía perdido, se escucharon más vehículos llegar a la zona, Annie se percató que era el Cartel de Jalisco Nueva Generación, el cual se encontraba en Sinaloa intentando retomar territorio para asegurar su mercancía que venía desde Jalisco, debía pasar por Sinaloa, posterior Hermosillo y finalizando Tijuana, para luego ser llevada a San Diego California. Por lo tanto, el Cartel de Sinaloa sólo era un obstáculo que debía ser eliminado. Annie sabía que les traicionarían en algún momento, pero se sorprendió. El CJNG aprovecharon que Gustavo les informó que iban detrás de su hija varios miembros importantes de ésta organización para matarla personalmente. Así que no se lo pensó dos veces aquel anciano e intentando tomar ese territorio les cayeron de sorpresa y comenzó un fuerte tiroteo con armamento de alto calíbre. Ión aprovechó que ellos ya no eran el blanco, descendió junto a Annie e intentaron subir de nuevo al Tigre para salir de ahí. Lamentablemente la hemorragia de su pierna era grave, si llegaba al aeropuerto, llegaría muerto, así que con las pocas fuerzas que tuvo les dijo “Váyanse y por favor, cuida de ella. Deben ir a Albuquerque, te encontrarás con Phillip Jhonson y éste los llevará a un lugar seguro, es un viejo amigo, los tratará bien” luego de eso sacó del bolsillo derecho una carta y se la entegó al chico para desfallecer en el lugar. Con los nervios a punta de piel, dos organizaciones muy peligrosas de México tiroteándose frente a sus narices, Marturano sacó fuerzas y con las manos temblorosas encendió el vehículo y se fue del lugar. Cuando se aseguraron que nadie los seguía, fueron camino recto al aeropuerto, declararon el poco equipaje que tenían, compraron un boleto directo a Nuevo México y cuando abordaron, la tranquilidad volvió a ellos, estaba a salvo.

    Annie aunque era una chica fuerte, no podía controlar que sus lagrimas siguieran fluyendo, lo cual Ión la abrazó e intentó consolarla hasta llegar a Albuquerque, el peso de perder a su familia la consumió, estaba triste, estaba destrozada. Cuando el avión llegó a su destino, descendieron de éste, tomaron su equipaje y se dirigieron a la puerta de desembarque y vieron a lo lejos un cartel con sólo una palabra “Luna”, sabían que era el hombre que los ayudaría. Se acercaron a él, se saludaron y éste inmediatamente les ayudó con su equipaje, reingreso al aeropuerto, les compró dos pasajes y se los entregó.
    Ión curioso los tomó y se dió cuenta que el destino era “San Andreas, Los Santos”, antes de cuestionarle el porqué, el sujeto les dijo “Es todo lo que puedo hacer por ustedes, una vez que lleguen a Los Santos, estarán solos y deberán olvidar México, su pasado y la familia. Buena suerte!” y con un apretón de manos se despidió de los dos, sin más declararon su equipaje de nuevo, abordaron el avión y con muchas dudas se dirigieron a su destino, su nueva vida, el inicio de todo.

    Mientras iban volando, Ión recordó una carta que le había dado Gustavo antes de partir en contra del cartél , la sacó de su bolsillo del pantalón y Annie al percatarse se acercó asintiendo para que la abriera al verlo un poco dudoso, sin más lo hizo y decía lo siguiente:

    “Queridos hijos,

    Lamento no haberme despedido de ustedes y lo que ocurrió con el amor de mi vida, ella no podía con el dolor de perder sus hijos y yo no podría vivir sabiendo que ella sufría, mis hijos sufrieran y yo quedándome con los brazos cruzados. Les confieso que siempre tuve miedo de morir, hice las cosas que hice porque las tenía que hacer, no tuve elección, pero siempre y les juro por la Virgencita de Guadalupe, que quise lo mejor para todos ustedes, que no volvieran a sentir hambre, frío, dolor y tristeza, pero los llevé a ese destino y lo lamento mucho.

    No soy valiente, de hecho soy muy cobarde y siempre lo fui, pero hoy olvidé mi tonta cobardía y fui tras de ese maldito perro que mató a Mario y Jacob. Ellos qué culpa tenían?, nunca se involucraron en ésta mierda para terminar así, se metieron con lo que más amo en mi vida, mi familia, por lo único que valía vivir. En eso estás tú Ión, que a pesar de esta porquería, te quedaste por ella, la hiciste feliz entre tanta basura, le diste amor, un hogar y sobre todo sé que no le fallaste y le fallarás, nunca tuve como pagarte por eso, siempre estaré agradecido contigo por lo que hiciste por mi hija, por mi niña y por eso, te quise, te quiero y te querré como mi hijo. Quiero pedirte que cuides de mi tesoro, de la luz de mis días, de mi hija, de mi Annie, porque a pesar de lo que hizo por mi culpa tiene un alma cálida, un corazón muy grande, quiero que la apoyes, que la guíes, que la alientes en continuar cuando no quiera hacerlo. Y te pido también que te cuides tú, que te mantengas con esa mentalidad, paciencia, enfoque, valentía y sobre todo inteligencia que te caracteriza, porque tú puedes lograr lo que sea y sé que lo harás.

    Mis queridos hijos, estaré con los chicos, con mi hermosa María esperándolos cuando la vejez los traiga a nuestro lado, para volver a formar la preciosa familia que somos, para estar juntos por siempre. Por favor, no olviden poner mi nombre a uno de sus hijos, siempre quise tener un nieto, cargarlo, contarle historias, consentirle como pudiera.

    Ión y Annie, gracias por dejarme ser alguien para ustedes, ya que ustedes fueron todo para mi. Cuídense mutuamente que yo estaré velando por ustedes.

    Los ama, Gustavo.”

    El destino de ambos estaba marcado, tuvieron que escapar de Sinaloa, tanto el Cartel de Sinaloa cómo el Cartel Jalisco Nueva Generación estaban buscándoles, tenían cuentas que saldar con ellos y eso les impedía permanecer en México a menos que quisieran terminar mutilados, quemados o cualquier tipo de Tortura que se les ocurriese. El hombre con nombre Phillip era un gran amigo de Gustavo, cuando recién se unió al Cartel, Phillip fue el primero que supo acerca y entre ambos hicieron un plan para sacarlos a Estados Unidos. Jhonson trabajó mucho tiempo en Weazel News de Los Santos, San Andreas, durante 5 años de vida que estuvo ahí supo que era el lugar ideal para vivir, más sin embargo, no conocía a nadie que pudiera recibir a los chicos o al menos a nadie que se arriesgara a cuidar a dos prófugos de los Carteles de México. Phillip no tuvo muchas opciones y el único lugar “Seguro” dentro de los Estados Unidos era esa ciudad hermosa. Cuando recién recibió la llamada de Gustavo aquel dramático día, inmediatamente fue al aeropuerto y compró los boletos únicamente de ida a Los Santos.

    Annie no tenía muchas opciones, lamentablemente no tenía con quién contar aparte de Ión, quién era la única familia que le quedaba. Lastimosamente, las malas acciones trae consecuencias, gracias a Annie y Gustavo, junto a su participación en el Cartel, murieron muchas personas a manos del crimen organizado. Además, no podían volver a Argentina, era el primer lugar que los buscarían y temía que la familia de Ión fuera herida por su culpa. Realmente su situación estaba jodida, pero lo que sabía que es que no quería perder a Ión, la persona que amaba ante todo, la persona que dejó todo por ella y la aceptó fuera quién fuera.

    Cuando ambos dejaron de leer la carta, ella se recargó en su hombro y comenzó a llorar, para luego sentir una calidez en su mejilla, la mano de Ión quién la acariciaba. Sin más, no había alternativa, se dirigían a una ciudad desconocida, con un poco de dinero en sus bolsillos, algunas joyas que les podría ayudar, algo de ropa y más no, las tarjetas al ser utilizadas ellos serían rastreados inmediatamente, por lo que tenían que iniciar de nuevo, solos, sin nadie más. El temor de que asesinaran a Ión le causaba escalofríos y ocasionó un poco de temblor en su cuerpo, el cual fue apagado por el abrazo de su amado.

    Annie esperaba iniciar una nueva vida, quería alejarse de la hostilidad con la que vivió tantos años y realmente quería que eso se desarrollara en Los Santos. Una vida pacífica era lo que ambos esperaban, iniciar juntos, una familia y vivir en paz o al menos es lo que deseaban hasta el momento. No sabían que les aguardaba en aquella ciudad que en México poco se escuchaba, Así como podrían tener una vida hermosa, como podrían ser seguidos por su destino y maldecirlos de nuevo. Sólo quedaba esperar, continuar juntos y hacer lo mejor posible.

    Entonces, llegaron a Los Santos, San Andreas. A través de la ventana se veía grandes edificios y una hermosa ciudad. Luego que aterrizó el avión, bajaron de éste y tomaron sus maletas, se tomaron de la mano y salieron por la puerta principal del Aeropuerto Internacional de Los Santos, dónde los recibió una inmensa luz desde el exterior y ……………..

    Continuará...


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