Hellan Berkowitz



  • Me llamo Hellan Berkowitz, tengo 30 años y nací en Madrid, España. Soy hombre. El nombre de mis padres es Agustín y Megan, nunca he tenido una buena relación con ellos, y mucho menos desde que mi padre falleció hace 15 años y mi madre sufrió varios trastornos mentales que la llevaron a hundir nuestro núcleo familiar. Mi madre es Norteamericana, mientras que mi padre es Español como parece ser evidente por sus nombres. Mi estatura alcanza un promedio de (1,90cm), algo rellenito, de pelo castaño oscuro y con ojos azules celestes. Soy un chico muy nervioso, impulsivo, bipolar pero puedo estar tranquilo la mayoría del tiempo. Desde pequeño me gustaba estudiar diferentes cultos religiosos y fanáticos indies (por mi madre que fue una afectada de uno de ellos muy importante en los años 70) Me encantaba compartir con mi madre tanto sus vivencias y conocimientos más alegres o tristes como los más peligrosos y desbordantes, hasta que también acabó falleciendo ella, por su adicción a la morfina y los antidepresivos. Después de esto me dediqué a ir recorriendo todo el sur norteamericano en busca de una nueva vida lejos de todo aquello, sin embargo con el paso del tiempo caí yo también en un culto fanático religioso también conocido como la "Llama Azul" Pasaron demasiadas cosas en el tiempo vivido junto a la comunidad de la Llama Azul, me volví su líder, caímos ante el sistema, metimos la pata cometiendo un asesinato premeditado múltiple, por lo que nos condenador a los pocos que seguimos vivos y no sucumbimos al suicidio aquel día. Al salir de la cárcel, estuve trabajando en comedores sociales y ofrecía voluntariado a familias con problemas, gente sin hogar o caídos en la desesperación existencial, hasta que reuní el dinero suficiente para venir a Los Santos. He decidido mudarme a esta ciudad por que he oído que ofrece múltiples oportunidades de crecer profesional y personalmente con lo que podré cumplir una voluntad secreta que compartieron mi padre y madre, castigar al desconocimiento de la gente con la sabiduría que he adquirido y así construir la verdadera casa ahora sí, libre de todo mal, donde no habrá más dolor para nadie, fundaré "La Casa del Sol Naciente"


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